¿Qué balance hacéis de los mercados en 2025?
Nosotros si tuviéramos que decir una frase para definir este año, diríamos que ha sido un año excelente, pero con grandes contrastes.
Nosotros en ACCI hemos tenido un buen año. En nuestra cartera mixta hemos dado un retorno superior al 14%, hemos batido a un índice de renta fija 50% o renta variable 50%, lo cual demuestra que ha sido un año en el que la gestión activa ha sido vital.
Destacaría tres grandes dinámicas en este año 2025:
- La primera, una vuelta a la descorrelación entre renta fija y renta variable. ¿Por qué? Porque este año la renta fija sí ha protegido las carteras cuando ha habido volatilidad en la renta variable, cosa que no hemos visto en años anteriores como 2022 o 2023, cuando se veían caídas en renta variable y renta fija acompasada.
- En segundo lugar, también destacaría un sorpasso de mercados que estaban rezagados como China o Europa, que en momentos del año han superado a Estados Unidos, que era la gran ganadora en los últimos años, sobre todo China.
- Y en tercer lugar, destacaría la tecnología. La tecnología sigue siendo el sector que tira de la economía y que trimestre tras trimestre sigue batiendo expectativas.
¿Cuáles son los sectores y regiones que mejor os han funcionado en cartera?
Nuestro performance attribution este año ha sido muy claro.
Empezando por regiones, China ha sido la región que más nos ha aportado en la cartera, junto con mercados emergentes. Como decía, este año se han sobrepuesto con respecto a Estados Unidos y ha sido un motor de rentabilidad para nosotros, tanto China como mercados emergentes.
Por sectores, tecnología ha sido fundamental y semiconductores. También en la última parte del año tomamos beneficios en tecnología y apostamos por el sector salud, que lo ha hecho muy bien en los últimos dos meses y nos ha dado un plus de rentabilidad. En cuanto a la renta fija, ha habido oportunidades este año. Empezamos el año tomando posiciones en el tramo largo de la curva, cuando los tipos de interés en Estados Unidos estaban por encima del 4,70% y reducimos esa exposición cuando estaban en torno al 4%. Esta bajada de tipos de interés la aprovechamos y ha sido, sin duda, otro motor de rentabilidad este año.
¿Crees que en diciembre puede cambiar mucho la situación de los mercados?
No esperamos un cambio de tendencia como tal en diciembre. Nosotros lo tomamos con prudencia.
Tenemos mucha posición en cash en cartera y tenemos también posiciones defensivas en renta fija, tanto con bonos flotantes como con bonos de corta duración.
En este mes de diciembre un factor clave es el fin del quantitative tightening de la Reserva Federal, la reducción del balance de la Reserva Federal, lo cual puede aportar liquidez o al menos dejar de drenar liquidez en los mercados de renta fija y que sirva como apoyo para los activos refugios.
Por otro lado, el window dressing, vestir el escaparate, que normalmente en diciembre solemos ver flujos hacia los ganadores del año. Las acciones que mejor lo han hecho durante el año suelen tener entrada de flujos a final de año.
En tercer lugar, los bancos centrales van a ser clave este mes. Se reúne tanto el Banco Central Europeo como la Reserva Federal para decidir si mantienen los tipos a los niveles actuales o los bajan. En principio no se esperan bajadas, aunque en Estados Unidos está un poco más abierto y en cualquier caso, el tono de los bancos centrales va a ser clave y podría traer volatilidad a los mercados.
Por tanto nosotros tomamos diciembre como un mes de prudencia y esperar a ver oportunidades.
Perspectivas para el 2026
Para nosotros, 2026 va a ser el año de la economía real y vemos tres factores clave:
- Por un lado, en la inteligencia artificial va a ser el año de la productividad. La inteligencia artificial hasta ahora ha sido una historia de inversión masiva en CAPEX y creemos que a partir de 2026 se puede materializar esa inversión en productividad real en la economía. Si esto es así, podremos ver crecimientos más sanos y más sostenibles en el tiempo.
- Por otro lado, tenemos un viento de cola tanto en las políticas monetarias como políticas fiscales. En los años anteriores los bancos centrales trataban de frenar la economía con la idea de reducir la inflación. Esto ya no es así. Ahora tenemos unas políticas monetarias más laxas que pueden servir de viento de cola junto con políticas fiscales expansivas de los gobiernos, aumentos de gasto público. Pueden mejorar la financiación de las empresas y puede ser un impulso a la economía.
- Y en tercer lugar, vemos un auge de la economía tangible. El impulso de la inteligencia artificial puede traer flujos de capital para sectores que están más rezagados como el sector industrial o el sector energético, dado que la IA y la inversión en centros de datos requiere también inversión en renovar redes energéticas y mejorar la industria.
En definitiva, somos optimistas para 2026 y creemos que los fundamentales acompañados de una mayor productividad y unas mejores políticas económicas pueden servir de apoyo para crecimientos económicos más allá de una expansión del múltiplo.