El daño potencial a la reputación y los beneficios del banco es especialmente grave en Latinoamérica,
donde cuenta con un tercio de su negocio y tiene previsto expandirse, y donde se concentrarían dos tercios de las pérdidas, de acuerdo con una fuente conocedora de la situación.

Las pérdidas de los clientes del Santander por las inversiones con Madoff son, de lejos, las mayores de las que ha dado cuenta un solo banco. HSBC Holdings, el único banco europeo que supera en tamaño al Santander por su valor de mercado, ha reconocido una exposición de 1.000 millones de dólares. Además, entre las demás entidades de menor tamaño que aportaron fondos a Madoff figuran dos dirigidas por parientes del presidente de Santander, Emilio Botín: su hijo Javier Botín-Sanz y su yerno Guillermo Morenés.

Santander ha conseguido capear los daños provocados por la crisis financiera global. Botín habló orgulloso el pasado año acerca de cómo el banco había evitado los problemas experimentados por otras entidades gracias a sus actividades de banca comercial y a que evitó exóticos instrumentos financieros. El banco se había convertido en un extraño reducto de estabilidad con la compra de bancos en problemas cuyo valor se hubiera desplomado.

El pasado julio, Botín apareció en un vídeo ante 500 banqueros en una gala en Londres recordándoles que el Santander "es uno de los pocos bancos que ha superado con éxito las turbulencias financieras del pasado año y no se ha visto afectado por instrumentos financieros tóxicos". En su discurso, grabado en la sede del banco a las afueras de Madrid, advirtió a los banqueros reunidos: "Si no conoce un instrumento, no lo compre. Si no compraría para usted un producto específico, no intente venderlo".

El fiscal anticorrupción español mirará de cerca la relación entre el Santander, el fondo de inversión Fairfield Greenwich Group y los fondos Madoff, según anunció su oficina.

Los investigadores han señalado que quieren saber por qué Botín envió a uno de sus principales lugartenientes a visitar a Madoff en Nueva York sólo unas semanas antes de que su estructura se viniera a bajo. Rodrigo Echenique, cercano a Botín desde hace muchos años, visitó a Madoff en sus oficinas de Nueva York a finales de noviembre. Los investigadores quieren saber si el Santander estaba entonces al corriente de los problemas de Madoff. Santander ha rehusado realizar comentarios acerca del viaje y tampoco Botín ha realizado ningún comentario. El señor Echenique también ha declinado hacer comentarios acerca del viaje.

Los investigadores apuntaron que también se están centrando en el papel del socio de Fairfield Andrés Piedrahita, un colombiano que vive en Madrid y que aportó dinero de clientes a los fondos de Madoff. De acuerdo con documentación de marketing, gestionó al menos otro fondo en nombre del Santander que había registrado pérdidas derivadas del presunto fraude de Madoff. Tanto Piedrahita como Fairfield rehusaron realizar comentarios al respecto.

El fiscal también está investigando la filial de "hedge-funds" del Santander con sede en Suiza, Optimal Investment Services SA. La investigación quiere esclarecer si los gestores de Optimal conocían los problemas de las operaciones de Madoff cuando comercializaban sus fondos con los inversores, según un portavoz de la Fiscalía.

Los investigadores señalaron que un tercer asunto es la dimisión de Manuel Echeverría, que presidió el fondo Optimal cuando entabló su relación con Madoff. Dejó el banco el 30 de junio después de 19 años en él y otros cinco empleados dejaron el fondo al mismo tiempo. Echeverría dijo en una entrevista que había dejado el negocio porque el Santander estuvo intentando vender sus actividades de gestión de activos el pasado año, un proceso que abandonó al no encontrar comprador.

"Esto no tenía ninguna relación" con las inminentes pérdidas de Optimal o el colapso de Madoff de cinco meses después, señaló acerca de los abandonos. "Decidimos marcharnos por otras razones".

Echeverría apuntó que sólo uno de los 12 fondos gestionados por Optimal tenía exposición al presunto fraude de Madoff. "Construí un negocio muy diversificado", dijo Echeverria. "No era sólo un negocio con Madoff". Analistas e inversores han señalado que el fondo relacionado -Optimal Strategic U.S. Equity- suponía cerca de un 39% de los activos totales de Optimal bajo gestión, y han apuntado que es una proporción inusualmente grande.

Santander dijo que había encargado a la firma de Madoff "ejecutar sus inversiones en el marco que Optimal había establecido para su fondo". Echeverría y sus cinco colaboradores trabajan ahora para una compañía de gestión de fondos llamada Notz, Stucki.

Cerca de dos tercios de las pérdidas registradas por clientes del Santander son de clientes en Latinoamérica, según una fuente conocedora de la situación. Santander tiene allí la mayor cuota de mercado y Optimal se comercializó allí antes de desembarcar en España en los últimos años.

Los clientes de Santander en México fueron los más afectados con unas pérdidas de unos US$400 millones, en Argentina perdieron unos 350 millones de dólares  y los clientes brasileños perdieron 300 millones, según la fuente, que apuntó que unos 3.000 clientes latinoamericanos perdieron dinero.

Los clientes normalmente invertían entre un 10% y un 20% de sus activos en el fondo Optimal Strategic, el principal vehículo del Santander en Madoff, algo que los folletos denominaban un producto de bajo riesgo, si bien algunos llegaron a destinar hasta un 80%, según la fuente.

Algunos clientes del Santander amenazan con retirar los fondos restantes del banco y otros consideran demandar al banco por negligencia, según fuentes conocedoras de la situación. "Algunos clientes me han contactado para consultar el asunto", apunta Ernesto Canales, importante abogado empresarial de Monterrey, la capital industrial de México.

Por Thomas Catan, Christopher Bjork and José de Cordoba