El sentimiento estuvo impulsado por las expectativas de gasto de capital en inteligencia artificial, una sólida temporada de resultados en EE. UU. y una Reserva Federal relativamente moderada en Jackson Hole. Los mercados parecen estar ignorando los riesgos en torno a la actividad económica (por ejemplo, los mercados laborales), la presión política sobre la Fed, los déficits fiscales y los márgenes corporativos.

Consideramos que los siguientes factores serán los principales motores de los mercados en este momento:

  • Los aranceles tendrán un mayor impacto en el crecimiento de EE. UU. que en la inflación. La presión inflacionaria probablemente será transitoria, aunque podría no manifestarse de manera uniforme (es decir, en servicios frente a bienes). El crecimiento seguirá siendo débil este año y en 2026 debido a la desaceleración del mercado laboral y del crecimiento salarial (aún no claramente visible). Una mayor inflación en el corto plazo también afectará al consumo durante el resto del año. Asimismo, la Eurozona se verá afectada por los aranceles, aunque el BCE mantendrá su apoyo. El crecimiento en la segunda mitad del año será más débil que en la primera. No obstante, la demanda interna se mantiene firme, respaldada por el crecimiento real de los salarios, aunque los riesgos para las exportaciones son elevados.
  • La atención de la Reserva Federal se está desplazando de la inflación hacia el crecimiento, mientras aumenta la presión política sobre la institución. En general, mantenemos nuestra proyección de tres recortes de tasas este año (el primero en septiembre) por parte de la Fed, impulsados por el debilitamiento de la economía a medida que la Fed centra su atención en el empleo. El Banco Central Europeo (BCE) probablemente seguirá dependiendo de los datos y se mantendrá abierto a recortes de tasas en los próximos meses.
  • El crecimiento de los mercados emergentes se revisó ligeramente al alza para este año (4,2%) en comparación con nuestras proyecciones de julio. Las presiones externas sobre China se han reducido en cierta medida, lo que nos llevó a elevar nuestra previsión de crecimiento a alrededor de 4,8% para este año. Aunque esto se acerca más al objetivo del gobierno, esperamos que la desaceleración persista, dado que la demanda interna sigue siendo débil. El enfoque transaccional de Trump, que incluye aranceles, podría acelerar el impulso hacia el multilateralismo y un mundo multipolar (por ejemplo, los BRICs), lo contrario de lo que él afirma querer lograr. India depende más del consumo interno que de las exportaciones para su crecimiento. Consideramos que el impacto negativo de los aranceles de EE. UU. sobre el crecimiento se está mitigando mediante medidas fiscales, incluidas la racionalización y la reforma del impuesto sobre bienes y servicios, que impulsarán el consumo interno.
  • Riesgos de derroche fiscal debido a la creciente trayectoria de la deuda en los países desarrollados y presiones sobre los márgenes corporativos estadounidenses por los aranceles. En esta etapa, creemos que lo más importante para las ganancias corporativas es el efecto de los aranceles sobre los márgenes, específicamente si las empresas pueden seguir trasladando los costos para evitar la erosión de los márgenes. Por ello, estamos monitoreando de cerca la dinámica entre los precios al productor y los precios al consumidor en EE. UU.

En resumen, los altos niveles de deuda en los países desarrollados, la presión política sobre las instituciones estadounidenses y la necesidad de mayores medidas de política en Europa mantendrán la atención de los mercados, mientras que en los países emergentes, la historia del crecimiento está mejorando de manera selectiva. También observamos la complacencia de los mercados estadounidenses, que están ignorando los riesgos que tenemos en nuestro radar. Este contexto nos permite mantener nuestra postura ligeramente inclinada al riesgo.