Vemos los vehículos eléctricos (VE) como máquinas que necesitan energía eléctrica de la red. Sabemos que un gran porcentaje del coste, el peso, el volumen y la complejidad de un vehículo eléctrico reside en la batería. Por lo tanto, si la batería es el componente más preciado de un VE, es importante aprovechar al máximo su potencial. La tecnología de vehículo a la red (V2G) permite que, en lugar de que el vehículo solo tome energía de la red, también pueda devolver energía a la red y crear lo que se denomina "carga bidireccional".

Por qué tiene sentido

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha afirmado que, para alcanzar un escenario de cero emisiones de carbono netas, la capacidad mundial de almacenamiento en baterías debería multiplicarse por 17 en 2030 en comparación con 2020. Lo que no especifica la AIE es si el almacenamiento debe ser fijo o móvil. La capacidad estacionaria, en forma de grandes sistemas de almacenamiento de energía, se está expandiendo rápidamente. Sin embargo, su crecimiento no es comparable al crecimiento de las baterías, que podrían ser el gran impulso de los vehículos eléctricos (ver el Gráfico 1).

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Todo el propósito del almacenamiento de energía es gestionar la intermitencia de las energías renovables. Por lo que un almacenamiento de energía bien distribuido por toda la red podría ayudar a gestionar mejor la oferta y la demanda, y a reducir las pérdidas de transmisión.

Los coches particulares normalmente están aparcados alrededor del 95% del tiempo. Esto significa que, durante el 95% del tiempo, los consumidores pagan por la comodidad de tener un coche que conducir el 5% restante. Si el coche pudiera utilizarse como almacén de energía cuando no se conduce, podríamos empezar a hacer uso de él el 100% del tiempo.

¿Por qué lo haría un consumidor?

Los consumidores que cargan su VE en casa prefieren tarifas variables que les permitan recargar a bajo precio fuera de las horas punta.

No solo es más barato para el consumidor, sino que también ayuda a gestionar la carga de la red. Con la carga bidireccional, podrían cargar a una tarifa barata en las horas de menor consumo y realimentar la red en las horas punta a una tarifa más alta. El coche, gracias a su batería, podría ayudar al usuario a generar ingresos.

Además, este sistema permitiría a los propietarios de viviendas o empresas que instalen paneles solares ahorrar mucho dinero, ya que el usuario podría ahorrarse el coste de almacenamiento de energía de la batería, que es una parte significativa de los costes iniciales totales de estos sistemas. Combinado con la energía solar, este sistema permititía al consumidor generar su propia energía y venderla a la red durante las horas punta a tarifas más altas.

En cuanto al agotamiento de la batería, entre varios factores, está la frecuencia con la que la carga alcanza los niveles de carga total o descarga total. Los fabricantes de vehículos eléctricos suelen recomendar cargarlos como máximo al 80%. También es aconsejable no dejar que la carga baje demasiado para prolongar la vida de la batería y para no arriesgarse a quedarse tirado en la carretera. Un estudio de 2017 de la Universidad de Warwick reveló que utilizar la batería de un VE en un escenario V2G no perjudica necesariamente su rendimiento y que incluso podría aumentarlo. Por lo tanto, aunque se necesita investigar más para determinar de forma concluyente el impacto del V2G en la vida de las baterías, hay formas de llevar a cabo el proceso de forma óptima para maximizar su longevidad.

El papel de la inteligencia artificial

La IA puede ayudar a optimizar el momento y la magnitud de la transferencia de energía entre el vehículo y la red. La IA podría responder a las siguientes cuestiones: “¿Cuándo debe cargar el consumidor, cuándo debe retener la carga y cuándo debe devolverla a la red?”,  ya que tendría en cuenta los patrones de consumo de los usuarios, de modo que siempre habría carga suficiente en la batería para los trayectos por carretera, y cualquier exceso se vendería de nuevo a la red. Los sistemas de IA también pueden monitorear y predecir la salud y el rendimiento de la batería, fomentando un mantenimiento proactivo para garantizar la longevidad y fiabilidad de estas.

Desde el punto de vista de la red, el V2G añade otra variable a tener en cuenta, además de aspectos como los patrones meteorológicos que determinan la generación de energía a partir de fuentes renovables. En este caso, habrá que prever las pautas de consumo de los usuarios para gestionar mejor la demanda y la oferta. Una vez que los consumidores pasen a formar parte de la oferta, será más difícil predecirla, lo que hará más importante el papel de los sistemas de IA.

¿Esto es posible?

Como en muchos otros casos, la regulación desempeña un papel crucial. El estado de California, que quiere reducir enérgicamente las emisiones de carbono y prohibió el año pasado la venta de coches con motor de combustión interna a partir de 2035, está estudiando un proyecto de ley presentado en la asamblea legislativa que obligaría a que todos los vehículos eléctricos vendidos en California incorporaran la función V2G. Esto significa que el V2G ya está atrayendo la atención de los responsables políticos, lo que podría facilitar la superación de cualquier obstáculo normativo antes de que los propietarios de VE empiecen a vender energía a la red.

Varios fabricantes de automóviles ya han introducido modelos de VE con recarga bidireccional (por ejemplo, el Nissan Leaf, el Ford F150 y el Kia EV6). Hasta que se adopte de forma generalizada, el V2G podría suponer una ventaja competitiva.
Nissan ya colabora con Eon para promover el uso de la tecnología V2G. El libro blanco de Eon sobre el tema lo explica con más detalle.

El camino a seguir para los inversores

En WisdomTree, creemos que el V2G es una tecnología emergente apasionante dentro de la cadena de valor de las baterías. Los vehículos eléctricos, sus baterías y el ecosistema en el que operan prometen importantes innovaciones y muchos cambios en la forma en la que alimentamos nuestros coches, nuestras casas y nuestras vidas. Para los inversores, un enfoque diversificado a lo largo de la cadena de valor de las baterías podría ser una forma de exponerse a un conjunto amplio de oportunidades. Esto incluye tecnologías ya existentes en la actualidad, como la fabricación de baterías de iones de litio, o tecnologías emergentes como V2G, entre otras.