¿Cómo veis el panorama en el mercado desde Inverdif?
Está claro que hay un apetito a tomar riesgo alto. Los mercados han subido entre un 20% y un 40% desde los mínimos de abril y los indicadores de riesgo, como puede ser la recta fija de largo plazo o el índice de volatilidad nos están indicando que el mercado se siente bastante confortable con la situación actual.
Vimos justo en abril cuando se anunciaron los planes de tarifas, al mercado de bonos de largo plazo darle un buen susto al presidente americano cuando se acercó al 5% y ahora está entre 4,20% y 4,40%, está más relajado; se ha aprobado el presupuesto americano con una subida del gasto y un déficit del 6 o 7%, pero a pesar de la preocupación del mercado por este aumento de la deuda, sí que es verdad que eso va a producir riqueza y crecimiento económico en el sentido que ese gasto va a añadir alrededor de un cuarto de punto de crecimiento económico al año que viene y el mercado ya lo ha absorbido. Y después, en relación a la incertidumbre de las tarifas y su efecto en el crecimiento económico y en la inflación, estamos viendo que el mercado está en máximos históricos, que no le preocupa esa posible desaceleración que podríamos asistir a ella en los próximos dos o tres meses y que la inflación, al final, no está mostrando síntomas de preocupación, de que esté alejándose de ese objetivo del 2%, si no más bien todo lo contrario.
Esto son buenas noticias en el sentido de que ya tiene mayor margen de maniobra la Reserva Federal para bajar tipos. Los mercados de futuros de Chicago están ahora mostrando una alta probabilidad de que se bajen los tipos de interés a partir de septiembre y eso es otra buena señal y que le gusta al mercado. Se espera también otra posible bajada de cara a final de año en octubre o en diciembre y también bajada de tipos para el año que viene; así que eso también son excelentes noticias porque trae a tiempo presente beneficios futuros con un mayor descuento.
Así que en general, digamos que hay apetito a tomar riesgo. Las empresas están demostrando una capacidad asombrosa a adaptarse al aumento del coste de las materias primas y de los servicios por los aranceles y vamos a ver ese efecto a partir de que empiecen a publicarse los datos empresariales del segundo trimestre y cómo esas empresas se están adaptando a este nuevo modus vivendi.
¿Creéis que Trump aún no ha dicho todo y queda guerra comercial para rato?
Al final, diga lo que diga el mercado, aparte del cobre, sí que ha mostrado bastante volatilidad, pero en general el mercado no se muestra preocupado por los anuncios que pueda decir. Ahora parece ser que ha retrasado hasta el 1º de agosto la decisión final, pero puede que no sea el caso puesto que si se está de acuerdo en un marco de entendimiento como puede ser con la Unión Europea, al final esa limitación puede no ser la final.
Sí que complica un poquito la vida a la Reserva Federal, puesto que al final el efecto real de las tarifas no se va a ver hasta después del verano y también afecta muchísimo la vida empresarial, puesto que las empresas tienen que hacer planificación de cara al futuro y sin saber exactamente cuáles van a ser las tarifas esta incertidumbre pesa mucho sobre el tejido empresarial y es lo que más nos debería preocupar. Pero en términos generales, el mercado está en máximos históricos y se espera que este apetito a tomar riesgo continuo de cara al verano puesto que los grandes fondos de inversión se han quedado fuera y tienen que recuperar terreno.
¿Cómo creéis que se comportará el mercado en lo que queda de año?
Todos los grandes estrategas están revisando al alza sus estimaciones para final de año. Goldman Sachs situó en 6600 el S&P para final de año y en 6900 para dentro de un año y la razón principal es esta bajada de tipos que vamos a empezar a asistir a ella a partir de septiembre que es lo lo más probable.
Aquí en Europa, después del anuncio, que se ha confirmado, del aumento del gasto por parte de Alemania, va a contribuir casi en 1% en el crecimiento económico de la de la eurozona durante los próximos tres años, pues hay mucho apetito a invertir en Europa que está cotizando con un descuento y que tiene grandes empresas muy parecidas a las americanas.
Y después quedan los mercados emergentes. China está mostrando bastante signos de debilidad económica, pero la bajada del dólar y la bajada de los tipos de interés son también muy buenas noticias para los mercados emergentes que también están reaccionando bastante bien estos últimos días.
¿Qué tendría que incorporar un inversor a su cartera para estar tranquilo?
La única receta para estar tranquilo es tener una cartera bien diversificada y conocer exactamente el riesgo de esa cartera y si se acopla al perfil de riesgo de cada cliente.
Si está la cartera bien diversificada y si partimos de la base que es imposible predecir al mercado, pues tener la cartera bien diversificada 60-70, 60-40, 30-70 y también en renta fija, puesto que la renta fija de corto plazo se está comportando muy bien y está dando unas rentabilidades atractivas. La renta fija de investment grade corporativa con unos tipos alrededor del 4% también parece muy atractiva.