En 1887, James Blyth, profesor del Anderson College (actual Universidad de Strathclyde), se convirtió en la primera persona en generar electricidad a partir del viento cuando instaló una turbina eólica de 10 metros con velas de tela para iluminar su casa de Marykirk, al sur de Aberdeen (Escocia). Su tecnología no fue bien acogida por la gente de su entorno, ya que cuando se les ofreció como una forma barata y limpia de iluminar la calle principal de Marykirk, la rechazaron temiendo que fuera “una obra del diablo”. No obstante, Blyth consiguió una patente y construyó una versión mejorada de la turbina para un centro psiquiátrico cercano que funcionó durante 30 años. 

Mientras tanto, también se estaba desarrollando el motor de combustión interna para automóviles. Y mientras proliferaban los coches que funcionaban con combustibles fósiles, las fuentes de energía renovables, como la eólica y la solar, se quedaron un poco rezagadas, hasta ahora. 

Un momento crucial

Según la Agencia Internacional de la Energía, la capacidad de energía renovable mundial aumentará en 107 gigavatios (GW), el mayor incremento de la historia, y superará los 440 GW en 2023. Estos datos para 2023 son superiores a toda la potencia instalada de Alemania y España juntas. La reapertura de China está contribuyendo significativamente a la capacidad eólica terrestre, que aumentará un 70% este año, hasta alcanzar un máximo histórico de 107 GW.

La energía solar fotovoltaica (FV), incluidos los grandes sistemas a escala comercial y los pequeños sistemas distribuidos, representa dos tercios del aumento previsto este año de la capacidad renovable mundial (ver el Gráfico1). En los últimos meses, muchos países, sobre todo europeos, han tratado activamente de abandonar los combustibles fósiles, lo que ha reforzardo el auge de las energías renovables.

Gráfico 1: Adiciones netas de capacidad de electricidad renovable por tecnología, 2017-2024

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Energías renovables: la respuesta europea a la crisis energética

La guerra de Ucrania ha impulsado a Europa a reducir urgentemente su dependencia de las importaciones de gas natural ruso y la energía renovable es la alternativa más viable. Dadas las recientes medidas políticas de los gobiernos europeos, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha incrementado en un 40% sus previsiones sobre la capacidad de energías renovables en Europa en 2023 y 2024. 

La política y el apoyo normativo constituyen el núcleo de este esfuerzo. La AIE afirma que los países europeos han hecho más por facilitar el proceso de concesión de permisos a las energías renovables en los últimos 18 meses que en toda la década anterior. Y lo que es más importante, los aspectos económicos empiezan a notarse. Según la AIE, la energía eólica y la solar fotovoltaica de bajo coste están a punto de sustituir unos 230 teravatios-hora (TWh) generados a partir de combustibles fósiles más costosos en el periodo 2021-2023, lo que contribuirá a reducir los precios mayoristas de la electricidad en todos los mercados europeos. Sin estas adiciones, el consumidor habría pagado un 8% más por la energía en 2022. A medida que aumente la capacidad, se espera que los costes disminuyan aún más. 

Las energías renovables tienen mucho a su favor

El mundo ha avanzado mucho desde que James Blyth introdujo su turbina eólica en su pueblo hace trece décadas. Hoy en día, revoluciones tecnológicas como la que ha traído consigo la inteligencia artificial tienen una mejor acogida. En el ámbito de las energías renovables también se están produciendo innovaciones muy relevantes. 

Una de ellas es la energía fotovoltaica flotante. Con una disponibilidad de suelo limitada, las instalaciones flotantes son una tecnología emergente que puede ayudar a mantener las altas tasas de crecimiento de la capacidad de energía solar. Según Wood Mackenzie, se espera que la tasa de crecimiento anual compuesto de la energía solar flotante aumente un 15% en los próximos diez años. Se prevé que 15 países superen los 500 megavatios (MW) de instalaciones fotovoltaicas flotantes acumuladas en 2031, con China, India e Indonesia a la cabeza. 

Como punto final

Las energías renovables han pasado de ser marginales a convertirse en la corriente dominante. Y aunque Estados Unidos, Europa y China llevan la voz cantante en estos momentos, muchos otros países están empezando a tomarse en serio su papel en este periodo de transición energética.