¿Cómo valoran desde Finaccess la evolución de los mercados en esta primera parte de 2025? ¿Qué peso creen que ha tenido el regreso de Trump, y cómo están influyendo las tensiones geopolíticas?

La evolución de los mercados en esta primera parte de 2025 está siendo, en líneas generales, bastante positiva. En Europa hemos visto un comportamiento muy sólido, y en Estados Unidos, a pesar de la volatilidad reciente, también se ha producido una recuperación notable en el último mes y medio. Si excluimos el efecto divisa, el panorama es aún más favorable. En cuanto al regreso de Trump, su impacto ha sido significativo. Aunque asumió oficialmente el cargo el 20 de enero, la percepción es que ha generado cambios importantes en muy poco tiempo. Ya conocíamos, por su anterior mandato, que su presencia en la Casa Blanca suele venir acompañada de una mayor volatilidad en los mercados. Y así ha sido: su retórica y primeras decisiones han introducido una prima de riesgo adicional en los activos estadounidenses, afectando tanto a la renta variable como a la renta fija y al dólar. En muchos mercados hemos vuelto a niveles similares —incluso superiores— a los previos al anuncio de sus medidas más controvertidas, pero en ese intervalo hemos sufrido movimientos bruscos. Por tanto, diría que el efecto Trump en estos primeros meses ha sido, sobre todo, una fuente de volatilidad, obligando a los inversores a reajustar expectativas continuamente

En un contexto de tipos altos en EEUU pero más comedidos en Europa, ¿cómo están posicionando las carteras?

Por la tipología de cliente que gestionamos y nuestra filosofía de inversión, mantenemos un posicionamiento bastante defensivo en las carteras. Esta estrategia no responde únicamente al contexto actual marcado por la volatilidad —en parte impulsada por el regreso de Trump—, sino que ya veníamos estructurando carteras sólidas, tanto en renta fija como en renta variable, con una orientación prudente. En la parte de renta variable, priorizamos compañías de alta calidad, con gestión contrastada, balances sólidos y políticas consistentes de reparto de dividendos. No estamos asumiendo riesgos excesivos, y buscamos siempre preservar capital en un entorno incierto. Dicho esto, la elevada volatilidad del mercado sí ha generado oportunidades tácticas interesantes. Por ejemplo, tras las fuertes subidas registradas en Europa en el primer trimestre —el DAX llegó a subir un 16-17% y el Euro Stoxx cerca de un 18%— aprovechamos para realizar beneficios en algunos valores que se habían revalorizado con fuerza. Posteriormente, durante la corrección de abril, encontramos buenas oportunidades de entrada en compañías de calidad que habían sido injustamente castigadas. En resumen, mantenemos una estructura defensiva en el núcleo de las carteras, pero aplicamos una gestión táctica activa para aprovechar los movimientos del mercado sin comprometer la solidez del conjunto.

¿Dónde están viendo las principales oportunidades, tanto a nivel regional como sectorial?

A nivel regional, mantenemos desde hace tiempo una posición estructuralmente elevada en Europa, y seguimos viéndola con claridad. El motivo principal es el fuerte impulso que está generando el plan de inversión y gasto estructural en Alemania, que, recordemos, representa aproximadamente el 25% del PIB de la Eurozona. Creemos que este efecto tractor beneficiará al conjunto de economías europeas. En Estados Unidos, nuestro posicionamiento es más táctico. Aprovechamos los episodios de corrección y castigo en el mercado americano para tomar posiciones selectivas, y reducimos exposición cuando vemos valoraciones más ajustadas.

En cuanto a los sectores, seguimos con un enfoque defensivo, pero con convicción. Tenemos un peso relevante en el sector financiero, especialmente en aseguradoras. Durante los peores momentos del mercado en abril, este subsector demostró su resiliencia, con valores como Allianz, AXA, Muenchener Rueckv, Mapfre o Catalana Occidente que resistieron —e incluso subieron— a pesar de las caídas generales. También mantenemos una posición importante en el sector eléctrico, otro bastión defensivo que se ha comportado de forma sólida, con compañías como Iberdrola, Endesa o Naturgy mostrando fortaleza incluso en semanas de fuerte presión vendedora. Además, desde hace dos años llevamos invertidos en el sector de defensa europeo, que ha tenido un comportamiento excepcional; empresas como Rheinmetall, Leonardo o, en menor medida, Indra, han registrado revalorizaciones muy importantes este año. Dado ese fuerte rally —Rheinmetall ha subido cerca de un 200%, Leonardo más de un 100% e Indra en torno al 113%—, estamos reduciendo exposición y canalizando ese capital hacia liquidez o hacia valores que se han quedado rezagados. Entre esas oportunidades más específicas, destacamos nombres como Laboratorios Rovi o Faes Farma, que han sufrido tras sendos profit warnings, pero que seguimos considerando compañías de alta calidad con potencial a medio plazo. Puig Brands, tras su salida a bolsa a precios exigentes, ha corregido y ahora cotiza en niveles mucho más atractivos. Inditex también nos parece interesante, con un dividendo cercano al 4% y potencial para incorporarse en momentos de debilidad. Y Logista es otro ejemplo de valor de calidad con buen dividendo que, tras quedarse algo rezagado, ofrece ahora una oportunidad de entrada o refuerzo.

En definitiva, seguimos apostando por empresas de calidad, con modelos de negocio sólidos, que en muchos casos han tenido un mal arranque de año pero que, desde nuestro punto de vista, presentan valoraciones atractivas para el inversor paciente.

¿Cómo explica el excelente comportamiento de la bolsa española en los últimos meses?¿Cree que los bancos seguirán siendo el motor para el Ibex?

El buen comportamiento reciente del Ibex 35 se explica, en nuestra opinión, más por su composición sectorial que por una entrada masiva de dinero nuevo. Es cierto que ha habido algunos flujos desde Estados Unidos hacia Europa, favorecidos por la prima de riesgo añadida a los activos americanos tras el regreso de Donald Trump. Pero más allá de eso, el verdadero motor ha sido la fuerte ponderación del sector bancario en el índice. La banca europea en general ha tenido un rendimiento muy sólido en los últimos trimestres, y España no ha sido una excepción. Hemos visto comportamientos muy destacados no solo en bancos españoles como Banco Santander (+60% en lo que va de año), BBVA (+35%), Caixabank (+45%) o Banco Sabadell, sino también en entidades europeas como UniCredit, Intesa, Commerzbank, BNP o Societe Generale, con revalorizaciones que en muchos casos superan el 50%. Con el sector bancario pesando más de un 35% en el Ibex, su fortaleza ha impulsado de forma decisiva al índice. A esto hay que añadir el buen comportamiento de compañías defensivas con peso relevante en el índice, como Iberdrola (+20%), Endesa (+30%) o Naturgy, que también han contribuido al buen tono general del mercado español.

En cuanto a si los bancos seguirán siendo el motor del Ibex, creemos que su potencial de revalorización es ya más limitado. Tras dos años de fuertes subidas, y con valoraciones que empiezan a estar ajustadas —la mayoría de entidades cotiza ya por encima de 1x valor en libros—, creemos que el margen de subida se ha reducido notablemente. Por eso, en Finaccess hemos ido reduciendo exposición al sector conforme se ha ido revalorizando. Dicho esto, sigue habiendo fundamentos que sostienen la inversión bancaria, especialmente la fortaleza del mercado laboral y de la actividad económica, que son claves para el negocio bancario. Pero pensamos que, de cara a los próximos meses, será más difícil que el sector financiero vuelva a liderar con la misma intensidad el comportamiento del Ibex. A partir de ahora, el impulso tendrá que venir de otros sectores o de valores concretos con recorridos más atractivos.

¿Por qué es un buen momento para optar por una estrategia de inversión de dividendos?

La inversión en compañías con alta rentabilidad por dividendo es una buena estrategia en cualquier entorno de mercado. Pero, sin duda, cobra aún más sentido en contextos como el actual, marcados por una elevada incertidumbre y una mayor volatilidad. Este tipo de compañías —normalmente maduras, con modelos de negocio contrastados y un perfil más defensivo— ofrecen estabilidad y visibilidad. Son valores que, si bien no suelen dar grandes sorpresas al alza, tampoco lo hacen a la baja. En momentos de tensión en los mercados, como ocurrió en abril con el conflicto en Oriente Medio o las dudas macroeconómicas, vimos claramente cómo los inversores buscaron refugio en activos como el oro... y en la renta variable, en sectores de alta rentabilidad por dividendo, como aseguradoras y eléctricas. Además, incluso fuera de escenarios de estrés, este tipo de estrategia sigue siendo atractiva. Siempre se pueden encontrar ideas tanto cíclicas como defensivas con un dividendo atractivo y, lo más importante, sostenible y, a ser posible, creciente. No se trata solo de buscar un porcentaje alto —que puede ser engañoso—, sino de analizar si ese dividendo es sólido y respaldado por la generación de caja del negocio. Un ejemplo claro es el sector del automóvil; aunque ofrecía rentabilidades por dividendo muy elevadas —incluso del 13% en algunos casos—, el deterioro de los resultados y la visibilidad del sector nos hizo reducir completamente exposición a comienzos de 2024, salvo excepciones muy puntuales como Mercedes, que aguantó algo más.

En resumen, creemos que la estrategia de dividendos sigue siendo muy válida, especialmente si se implementa con flexibilidad, ajustando la cartera a la evolución del ciclo económico y centrando la selección en empresas de calidad, con dividendos sostenibles en el tiempo.

Finaccess Estrategia Dividendo: filosofía del fondo, estilo de gestión y parámetros de selección de las compañías

Finaccess Estrategia Dividendo es un fondo mixto de renta variable con un enfoque global, lo que nos permite invertir sin restricciones geográficas y adaptarnos con agilidad a los diferentes ciclos económicos. El fondo puede moverse entre un 30% y un 70% de exposición a renta variable, en función del entorno de mercado y las oportunidades detectadas. La parte de renta fija se gestiona de manera activa y complementaria, con sinergias claras entre ambas áreas que enriquecen el proceso de inversión.

Nuestra filosofía se basa en combinar un núcleo defensivo y estable —centrado en compañías de calidad con rentabilidades por dividendo sostenibles y, preferiblemente, crecientes— con una gestión táctica activa, que aprovecha ineficiencias del mercado para incorporar ideas con alto potencial a corto o medio plazo. Los criterios de selección de compañías incluyen: rentabilidad por dividendo sostenible y/o creciente, calidad de la gestión, sólidos fundamentales financieros -balances saneados, márgenes elevados, visibilidad de beneficios- y alineación con el entorno macroeconómico -no solo buscamos buenas cifras actuales, sino condiciones que aseguren la continuidad del dividendo en el tiempo-. En este sentido, el sector del automóvil vuelve a ser el mejor ejemplo: en su momento tuvimos exposición al sector por su elevada rentabilidad por dividendo, márgenes en máximos y balances sólidos, pero cuando detectamos señales de deterioro —márgenes presionados, balances más tensos, creciente competencia— salimos del sector antes de que se produjera el ajuste.

En cuanto al estilo de gestión, mantenemos un núcleo defensivo en sectores como aseguradoras, eléctricas e industriales con ideas contrastadas, como Allianz, Iberdrola o Schneider Electric. Y lo complementamos con una pata táctica para aprovechar correcciones intensas, como la que vimos, por ejemplo, en abril, tras el anuncio de aranceles de Donald Trump. Ese día se produjo una sobrerreacción en el mercado, con valores como Endesa, Indra o Rheinmetall cayendo entre un 14% y un 22%, sin justificación fundamental. En esos momentos, nuestra estrategia es clara: ‘meter la cuchara’, es decir, tomar posiciones en compañías de calidad a precios muy atractivos.

¿Cuáles han sido las rentabilidades del fondo? ¿Algunos de los valores históricos que le han permitido alcanzarlas?

El fondo combina una base sólida con una gestión táctica muy activa, lo que nos permite ofrecer consistencia en el largo plazo y capturar oportunidades en el corto. Finaccess Estrategia Dividendo cuenta con dos clases: una clase de reparto, que distribuye entre un 3 y un 4% anual en forma de dividendos o participaciones —ideal para quienes buscan una renta periódica— y una clase de acumulación, pensada para quienes prefieren reinvertir los beneficios.

En cuanto a resultados, la clase de acumulación presenta una rentabilidad anualizada cercana al 9% en los últimos tres años. En lo que llevamos de 2025, el fondo acumula una rentabilidad del 12-12,5%, en 2024 cerramos con un +4,5% y en 2023 logramos un +11,5%. Todo ello bajo una estrategia clara: preservación de capital con generación de rentas sostenibles. Puede sonar a frase hecha, pero es real: preferimos que nuestros partícipes se “aburran” con una cartera sólida y estable antes que sufrir sobresaltos. En este sentido, el fondo ha mantenido una volatilidad muy controlada, en torno al 8%, lo que es notable para un fondo mixto con una exposición media a renta variable del 50-60%.

Uno de los pilares del buen comportamiento ha sido nuestra capacidad de gestión táctica. Por ejemplo: en marzo redujimos exposición a renta variable tras las fuertes subidas, tras las caídas abruptas provocadas por tensiones geopolíticas y los anuncios de Trump de abril aumentamos posiciones de forma selectiva, y, más recientemente, hemos vuelto a reducir exposición en torno a un 8%, priorizando la toma de beneficios y aumentando liquidez. A nivel de cartera, no hay nada excéntrico ni experimental. Invertimos en compañías sólidas, de calidad contrastada, con buenos dividendos y balances robustos. No buscamos “el próximo unicornio”, sino negocios probados.

En renta fija, nos centramos en emisiones investment grade de corto y medio plazo, con una TIR media cercana al 3,8%. Actualmente, la exposición a EE.UU. está en torno al 10-11%, mientras que el resto de la cartera de renta variable se concentra en Europa.

En definitiva, es un fondo sencillo, fácil de entender, centrado en calidad, control de riesgos y rentabilidad sostenida, que creemos sigue siendo muy adecuado para el entorno actual.