RENTABILIDADES

Desde principios de año, la rentabilidad del fondo Groupama Cash Equivalent es del 0,05 (Clase I-C EUR FR0012599645, de 01/01/2017 a 30/06/2017) lo que supone una rentabilidad anualizada del 0,10%, frente al índice Eonia capitalizado que cayó un -0,18% en el mismo período (-0,36% anualizado).

A un 1 año (de 30/06/2016 a 30/06/2017), la rentabilidad neta del fondo se sitúa en el 0,08%, frente al -0,35% del índice Eonia capitalizado.

Desde el lanzamiento del fondo el 23 de marzo de 2015, la rentabilidad neta del mismo ha sido del 0,44% por un -0,60% del índice Eonia capitalizado.

Esta rentabilidad del +0,05% en seis meses muestra una vez más el interés y la pertinencia de una estrategia que juega el papel de un fondo monetario, fondos que actualmente no son capaces de ofrecer rentabilidades positivas dado el entorno actual de mercado en que nos encontramos.

Para lograr su objetivo, el Groupama Cash Equivalent está en disposición de buscar rentabilidades un poco más allá de la curva (hasta los 3 años) así como de emplear otros motores de rentabilidad vía derivados, entre otros, manteniendo siempre un bajo y controlado perfil de volatilidad.

Si bien el componente Crédito ha seguido ofreciendo rentabilidades, han sido las estrategias de Tipos iniciadas durante los primeros seis meses del año las que han generado un mayor valor para el fondo.

ESTRATEGIAS DESTACADAS

Por un lado, el Groupama Cash Equivalent adoptó un posicionamiento capaz de beneficiarse de los comienzos de la normalización del entorno de tipos de interés mediante la implementación de posiciones tácticas cortas sobre el tipo alemán a 2 años que pasó del -0,95%, punto más bajo a finales de febrero, al -0,57%, a finales de junio. Por otro lado, los swaps de tipos de interés se pusieron en marcha en tres momentos diferenciados del primer semestre (vendedor Euribor a 3 meses / comprador tipos a 3 años). Esta estrategia resultó rentable especialmente al final del semestre con la subida de tipos. Por último, en previsión de un resultado positivo para los pro-euro en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, el fondo invirtió en un bono francés 2020 que funcionó muy bien tras la primera votación.

En febrero, los gestores invirtieron en bonos con vencimiento 3 años de emisores como Banca Popolare di Vicenza, Veneto Banca y Banca Monte dei Paschi, los tres contaban con garantía explícita del gobierno italiano. Asimismo, hay que tener en cuenta que éstos heredaron la calificación de crédito BBB + de su avalista. Por otro lado, la mitad de esta exposición a bancos italianos estaba cubierta por una venta de futuros italianos con vencimiento a 3 años. Esta estrategia nos permitió aprovechar de la prima de rentabilidad de alrededor de 50 puntos básicos de media y protegernos parcialmente del riesgo italiano. La contracción del "spread" (diferencia de tipos entre el título bancario y soberano) nos permitió asimismo generar rentabilidades para los partícipes.

En conjunto, la sensibilidad de tipos se mantuvo baja a lo largo del primer semestre, mientras que la sensibilidad de crédito fue más ofensiva para obtener las primas ofrecidas por algunos emisores en el universo del Crédito.

En este sentido, el peso de la cartera en bonos con interés variable o FRNs fue creciendo a lo largo de los meses, sobre todo en la parte larga de la cartera (tramo 2-3 años). Este movimiento permite protegernos del riesgo de tipos de interés y ser más agresivos en la parte de Crédito. Dentro de esta parte de la cartera invertida en FRNs, seguimos diversificando con aproximadamente un 1% de la cartera en emisiones en dólares que mantienen su atractivo incluso después de la cobertura de divisas.

POSICIONAMIENTO Y PERSPECTIVAS

A finales de junio, la sensibilidad de tipos se mantiene en niveles prudentes (WAM (1) de 105 días). La sensibilidad de crédito es por otro lado algo mayor (WAL (2) de 382 días), posicionamiento adoptado por la gestión a pesar de las fuertes suscripciones vividas por el fondo a lo largo de los primeros seis meses del año.

Por otro lado, con las expectativas de inflación actuales, creemos que a día de hoy el riesgo de tipos es más de subida que de bajada. Mantenemos un peso importante de instrumentos de tipos variables (alrededor del 30% del Fondo) siendo también activos en el mercado primario para limitar el impacto de una posible subida de tipos.

La intención es aprovechar nuestras estrategias de Tipos para obtener rentabilidades positivas en los próximos meses. Por ejemplo, recientemente hemos incrementado nuestras posiciones cortas en tipos (3) vía 2 años alemán. Si bien el Banco Central Europeo podría posponer sus decisiones incluso durante el verano, creemos que la dialéctica de la Institución de Frankfurt debería ser más optimista en términos de crecimiento e inflación en septiembre, justificando así un ajuste en los términos de su programa de adquisición de activos. Esto nos invita a mantener nuestras posiciones en los Swaps de Tipos. Por otro lado, también mantenemos un posicionamiento  prudente sobre los tipos italianos. Por último, tenemos una posición sobre papel español a 1 año.

En la parte de Crédito, nos esforzamos por encontrar bonos atractivos en el segmento 2-3 años (21% de la cartera) y así orientar la cartera hacia compañías de países periféricos con sólidos fundamentales de cara a obtener rendimientos extra.