¿Cómo están afectando los recientes cambios en los bonos y la geopolítica a vuestra forma de analizar compañías?
La coyuntura política y las decisiones de los bancos centrales están teniendo un impacto evidente en los mercados. Sin embargo, nosotros creemos que no se trata tanto de anticipar cómo afectarán estos cambios a los precios en el corto plazo, sino de evaluar qué consecuencias tienen sobre los negocios de las compañías que analizamos. En este sentido, ponemos especial atención en el elevado endeudamiento de muchas economías occidentales y en las repercusiones que puede generar en inflación y tipos de interés a medio y largo plazo. Ese es el foco principal de nuestro análisis.
¿Veis oportunidades reales en el mercado español o preferís mirar fuera?
Nuestro fondo tiene un enfoque europeo, por lo que analizamos oportunidades en todo el continente. En el caso de España, pensamos que aún existen buenas opciones dentro del segmento de pequeñas y medianas compañías. Es cierto que los índices españoles han mostrado un comportamiento muy positivo este año, aunque impulsado sobre todo por los grandes bancos y algunas de las principales empresas del Ibex. Sin embargo, seguimos encontrando valor en compañías de menor capitalización.
¿Qué small and mid caps españolas os gustan?
Somos inversores oportunistas, no nos centramos en un sector concreto. Lo que sí vemos es que el flujo de dinero aún no ha llegado con fuerza a las compañías de pequeña y mediana capitalización, y en ese segmento hay empresas muy bien gestionadas, muchas de ellas familiares o con accionistas estables, cuyo valor todavía no está plenamente reconocido por el mercado. Por ejemplo, Vidrala es una compañía magnífica, con una gestión excelente y una estructura de costes mucho más eficiente que la de sus competidores. Además, ha realizado una adquisición muy interesante en Latinoamérica que le otorga un importante potencial de crecimiento en los próximos años, algo que creemos que aún no se refleja en su cotización. Otro caso es Ebro Foods, también una empresa familiar muy bien gestionada. Su producto de vasitos de arroz para microondas le aporta una palanca de crecimiento relevante y está realizando inversiones significativas en esta línea. Tampoco pensamos que el mercado esté valorando correctamente este potencial.
¿Cómo valoráis las pequeñas y medianas empresas cotizadas en Europa? ¿También veis oportunidades?
Sí, en Europa encontramos oportunidades en varios mercados. Un buen ejemplo es el Reino Unido, donde el segmento de pequeñas y medianas compañías está prácticamente olvidado. Estas empresas han sido muy penalizadas y, como consecuencia, presentan valoraciones especialmente atractivas.
¿Cuál es vuestra lectura sobre la "burbuja" en torno a la inteligencia artificial y empresas como Nvidia?
No hay duda de que el desarrollo de la inteligencia artificial marcará la economía mundial en las próximas décadas. Será un motor de crecimiento muy relevante y muchas empresas lograrán beneficiarse de esta revolución tecnológica. Lo complejo, y a la vez lo que más nos preocupa, es identificar qué compañías serán realmente capaces de capturar ese crecimiento en el medio y largo plazo. Nvidia, por ejemplo, está mostrando resultados extraordinarios y lo está haciendo muy bien. Sin embargo, su valoración ya descuenta no solo los beneficios actuales, sino también un crecimiento futuro muy ambicioso. Ahí vemos un riesgo: la posibilidad de que nuevos competidores le resten cuota de mercado en los próximos años.
En definitiva, creemos que la inteligencia artificial ha llegado para quedarse y será un motor de crecimiento económico. Pero hay que ser muy cautelosos con los múltiplos que se están pagando por determinadas compañías, porque quizá la competencia limite el crecimiento que hoy el mercado ya está asumiendo en sus valoraciones.
¿Cómo definirías la filosofía de inversión de Equam en una frase? Ejemplo de una inversión que represente este enfoque
Nuestra filosofía se resume en una idea muy sencilla: inversión en bolsa a largo plazo con visión empresarial. Nos centramos en analizar a fondo los negocios, asegurarnos de que su modelo es sólido y mantener una visión de medio y largo plazo. No invertimos pensando en qué hará la cotización en seis meses, sino en compañías que queremos mantener durante años. Lo que sí aprovechamos es el cortoplacismo del mercado para comprar buenos negocios a precios atractivos cuando se presentan oportunidades.
Un ejemplo claro es Domino’s Pizza UK, la compañía que gestiona la master franquicia de la marca en Reino Unido. Su modelo de negocio es muy eficiente, ya que no asume la inversión en nuevas tiendas: esa labor corresponde a los franquiciados, mientras que la empresa suministra ingredientes y cobra royalties por la marca, publicidad y marketing. Este esquema le permite generar mucha caja, que destina a reinversiones o a dividendos, creando un círculo muy atractivo.
En los últimos meses la acción ha caído debido a la debilidad del consumo en Reino Unido, pero creemos que a medio y largo plazo hay dos catalizadores importantes: primero, la capacidad de seguir abriendo nuevas tiendas en un mercado donde competidores como Papa John’s o Pizza Hut están cerrando locales, lo que les permite ganar cuota. Y segundo, la posibilidad de incorporar una segunda marca de otro producto de comida rápida, aprovechando su misma red logística para generar más ingresos y beneficios. Por todo ello, pensamos que representa una oportunidad muy interesante.
¿Qué características debe tener una empresa para ser candidata a entrar en vuestra cartera?
Buscamos compañías que cumplan cuatro requisitos fundamentales:
- Buenos modelos de negocio, capaces de generar elevados retornos sobre el capital invertido y de producir caja suficiente para reinvertir en su actividad.
- Solidez financiera, con balances fuertes y bajo nivel de deuda. Como somos inversores a largo plazo, queremos asegurarnos de que durante el periodo de inversión la compañía no sufra riesgos financieros, incluso en fases de ciclo más débiles.
- Gestión de calidad, con equipos directivos que piensen en el largo plazo y estén alineados con los accionistas, entre los que estaremos nosotros mismos.
- Valoraciones atractivas, es decir, comprar buenos negocios bien gestionados y con poca deuda, pero a precios razonables. Para ello, tratamos de ser pacientes y aprovechar momentos de pánico o miedo en el mercado —ya sea generalizado o en una compañía concreta— para adquirirlos con descuento y esperar a que el mercado vuelva a reconocer su valor.
¿Cómo valoráis la gestión de una empresa?
Es un aspecto fundamental. Al final, las compañías están dirigidas por empresarios, y la clave de un buen negocio es que esté bien gestionado, con una visión clara de creación de valor a largo plazo, más allá de la evolución a corto plazo de la cotización. Por eso dedicamos mucho tiempo a reunirnos con las empresas y sus equipos directivos. Queremos entender bien su cultura empresarial y comprobar que son coherentes y consistentes con lo que comunican, evitando bandazos estratégicos. En definitiva, buscamos gestores que no solo digan qué van a hacer, sino que realmente lo ejecuten.