Con el repunte de la volatilidad en 2025, ¿cómo estáis ayudando desde iCapital a los clientes a reequilibrar o adaptar sus carteras sin perder de vista sus objetivos a largo plazo?

Fundamentalmente, en iCapital asesoramos a los clientes para que diseñen una cartera de inversión con visión de largo plazo que sea coherente con el cumplimiento de sus objetivos y de sus necesidades. 

Ayudamos a que esta cartera esté correctamente diversificada, ya que diversificar no significa tener muchos productos, sino invertir en activos financieros que se comporten de manera diferente en un mismo entorno de mercado. 

En este sentido, nosotros a lo largo de 2024 ya empezamos a recomendar a los clientes que en la parte alternativa de las carteras incrementaran las posiciones en oro, dado que es una cobertura muy apropiada frente a la pérdida de poder adquisitivo de las divisas FIAT como consecuencia de los elevados déficits fiscales. Esto ha ayudado a que en un año en el que en abril la bolsa corrigió mucho, el comportamiento del oro, que está en máximos históricos, haya compensado notablemente, las bajadas de renta variable durante el mes de abril.

Los inversores buscan cada vez más diversificación a través de activos alternativos o inversiones privadas. ¿Qué papel están jugando en las carteras que asesoráis y cómo gestionáis la iliquidez?

Los productos alternativos ilíquidos son muy valiosos en una estrategia de inversión a largo plazo porque ayudan a diversificar y mejoran la rentabilidad de la cartera. Además tienen un componente muy importante y es dotar al patrimonio de mayor previsibilidad y menor volatilidad. 

Desde iCapital aconsejamos a los clientes que, al igual que se hace con las inversiones tradicionales, se cree un programa de inversión en activos ilíquidos que sea coherente con los objetivos globales de la cartera. Es importante que este programa esté correctamente diversificado, que diversifique tanto por activos como por sectores y zonas geográficas; y además hay dos componentes también muy importantes: diversificar por añadas, dado que son activos que van a permanecer un largo periodo de tiempo en la cartera y diversificar por gestores. Y en este sentido es importante tener acceso a todos los gestores. Por eso en iCapital recomendamos no estar atados a trabajar con una única entidad financiera y limitados a un solo gestor. 

En este escenario de tipos altos que empiezan a estabilizarse, ¿estáis recomendando algún tipo de estrategia específica en renta fija o crédito privado para capturar yield?

Para capturar yield en un entorno de tipos altos, nuestra estrategia fue combinar tanto rentabilidad como duración y calidad crediticia. 

En ese sentido, en ese momento recomendamos crédito de corta duración y alta calidad crediticia, bonos flotantes, crédito estructurado, CLOs y ABS, crédito de alto rendimiento y bonos emergentes. 

Es cierto que a finales de 2024, principios del 25, se empezó a descontar bajadas de tipos de interés especialmente en Europa. En ese sentido nosotros aconsejamos a los clientes y les recomendamos alargar parte de la duración de esta cartera y una vez que ya se han producido, que llevamos tres bajadas de tipos en Europa y que presumiblemente habrá bajadas de tipos en Estados Unidos, estamos aconsejando, sobre todo en el crédito europeo infraponderarlo, para sobreponderar renta variable europea japonesa y emergente.

¿Qué importancia le estáis dando ahora mismo a la planificación fiscal y sucesoria dentro del asesoramiento patrimonial, considerando posibles cambios regulatorios?

La planificación fiscal y sucesoria desempeñan un papel esencial para una correcta y eficiente planificación y transmisión del patrimonio de los clientes, especialmente en un entorno con incertidumbre regulatoria. 

Para nosotros en iCapital intentamos combinar lo que son acciones para anticiparse a cambios regulatorios, utilizar herramientas como los fideicomisos o las donaciones y, sobre todo, revisar las estrategias para garantizar la sostenibilidad del patrimonio del cliente a largo plazo.

¿Qué errores veis más frecuentes en los inversores particulares en este entorno, y cómo se podrían evitar con un acompañamiento profesional?

Desde nuestra experiencia el error más común y más importante es la falta de planificación y eso conlleva a que en muchas ocasiones se tomen decisiones llevados por el componente emocional de las inversiones que resultan ser decisiones erróneas para el largo plazo. 

En ese sentido nosotros lo que hacemos es, como decíamos, ayudar al cliente aconsejarle y recomendarle una cartera que tenga una visión de largo plazo y que responda a una estrategia que cumpla con sus objetivos y con sus necesidades. Pero, además, en situaciones del mercado les aconsejamos y hacemos recomendaciones analizando previamente exhaustivamente el mercado. Por ejemplo, nosotros cuando se produjeron las correcciones fuertes de abril de este año nos llegaba mucha información a todos de que el riesgo era que Estados Unidos entrase en recesión. Nuestros analistas estudiaron la situación económica, analizaron los datos adelantados de actividad, datos ISM y PMIs y llegaron a la conclusión de que era difícil que Estados Unidos entrara en recesión a lo largo de 2025. 

Nosotros recomendamos a los clientes que mantuvieran la posición en renta variable para conseguir subir a la posterior recuperación como ha sido así y en algunos casos incluso hubo clientes que fueron compradores en una oportunidad de mercado muy clara.