El sector sanitario es conocido desde hace tiempo por su carácter defensivo. En los últimos 25 años, cuando los mercados de renta variable han caído al menos un 15%, el sector sanitario ha ofrecido refugio a los inversores. Uno de los principales motores de esta capacidad de resistencia ha sido la persistente demanda de productos y servicios sanitarios, a pesar de lo que pueda estar ocurriendo en la economía.

Esta situación se ha producido especialmente en el caso de las grandes farmacéuticas, pero, como pudimos comprobar durante la COVID, existen otros tipos de compañías de la industria, como las biotecnológicas, que se centran en la investigación científica para resolver problemas sanitarios complejos. El sector es amplio, rebosante de innovación y está lleno de oportunidades de inversión a largo plazo. Frente a la gran incertidumbre del mercado, la idea de tener una línea de defensa con cierto crecimiento no podría ser más oportuna.

Viento de cola para la próxima década

La COVID supuso un momento decisivo para los inversores porque permitió sacar a la luz más de 30 años de investigación científica sobre vacunas de ARN mensajero, cuyo resultado fue una innovación que cambió vidas. Las vacunas COVID se produjeron y comercializaron en 12 meses. Para contextualizar este avance sólo un dato, se necesitaron más de 40 años para crear vacunas contra el ébola y la varicela.

Un momento decisivo al que podemos vincular este viento de cola transformador es la descodificación del genoma a principios del año 2000. Si nos remontamos a los años 90, todos los fármacos se administraban principalmente en forma de comprimidos. Entre finales de los 90 y el año 2000, se produjo una enorme revolución con la aparición de la terapia génica y proteica, que supuso un gran avance hacia la siguiente década de innovación. Hoy en día, lo que es realmente emocionante es el número de nuevos fármacos y tecnologías que están dando sus frutos.

El desarrollo de la inteligencia artificial acelera aún más toda esta innovación. Esta tecnología ha ampliado infinitamente el alcance de los descubrimientos. Aunque solo estamos al principio, su aplicación está aumentando rápidamente, lo que a su vez está reduciendo los plazos y el coste del desarrollo inicial de fármacos.

A medida que la digitalización empieza a desempeñar un papel cada vez más importante en la estrategia corporativa de muchas empresas sanitarias, un área en la que ya podemos ver muchos cambios es la forma en que estas compañías empiezan a interactuar con sus clientes. La COVID normalizó el proceso de venta de medicamentos a través de canales virtuales, y esta tendencia ha continuado incluso después del fin de la pandemia y de que los representantes de ventas puedan volver a entrar en los hospitales. Las redes sociales también empiezan a desempeñar un papel clave. Un ejemplo interesante es el de Biohaven, que contrató a Khloe Kardashian, con más de 300 millones de seguidores en Instagram, como portavoz de su medicamento contra la migraña Nurtec.

En Estados Unidos, la propiedad de mascotas ha aumentado del 67% de los hogares a un máximo histórico del 70%*. Este es un factor clave que hemos visto desde la Covid, y que impulsan especialmente los millennials. No se puede pasar por alto la humanización de las mascotas y el amor que la gente siente por ellas. Los millennials gastan casi tres veces más en sus mascotas que los baby boomers. Como resultado, estamos asistiendo a un crecimiento de las farmacéuticas para mascotas que han surgido de empresas farmacéuticas para humanos. La oportunidad de mercado es significativa, ya que existen muchas oportunidades en EE. UU. y otros países desarrollados.

También empezamos a ver grandes oportunidades en los mercados emergentes de países como Brasil y China, que consideramos motores potenciales de crecimiento en el futuro. En 2012, China superó a Japón y se convirtió en el segundo mayor mercado de medicamentos de venta con receta, y en la última década también ha adoptado importantes medidas para mejorar la calidad de los medicamentos genéricos y aumentar los reembolsos. Ha pasado a convertirse en un centro de innovación y eso es evidente en la explosión de empresas de biotecnología que estamos viendo llegar al mercado. 

La pérdida inminente de la exclusividad de las patentes en el horizonte

La industria farmacéutica está acostumbrada a desarrollar medicamentos que gozan de un periodo de tiempo determinado antes de perder la exclusividad de su patente y a tener que hacer frente a la llegada de genéricos. Lo que es inusual en este momento es que en la segunda mitad de la década, entre 2025 y 2030, especialmente en el sector biofarmacéutico de EE.UU., hay un número significativo de patentes que se acaban para las grandes empresas. Es comprensible que los inversores estén muy preocupados.

A causa de este fenómeno, el múltiplo del sector a principios del año pasado (2022) estaba muy comprimido, pero debemos considerarlo como una parte normal del ciclo de vida. Si nos fijamos en las grandes farmacéuticas, lo que suele ocurrir es que el 50% de sus ingresos proceden de la cartera de productos en fase de desarrollo y el otro 50% del desarrollo comercial.

En mi opinión, esta situación continuará y en los próximos años empezaremos a ver un repunte en el desarrollo de negocio. También vamos a empezar a ver un repunte en la producción interna de nuevos productos.

Identificar a los ganadores del sector del cuidado de la salud a largo plazo

Con la ralentización del crecimiento, el aumento del coste del capital y el descenso de las valoraciones de las empresas tecnológicas menos rentables, espero que los dividendos contribuyan de forma más significativa y estable a la rentabilidad total. Por ello, los valores que pagan dividendos (entre los que se incluyen muchas empresas sanitarias) son oportunidades de inversión cada vez más atractivas.

No cabe duda de que la innovación está impulsando el crecimiento a largo plazo de la sanidad y, aunque existen algunos riesgos a corto plazo, la clave para identificar a los ganadores de la sanidad a largo plazo es analizar empresa por empresa. La razón es que no todas las innovaciones tendrán éxito. Algunos fármacos pueden no conseguir la aprobación o la aceptación del mercado y, por otra parte, la identificación de un producto o servicio innovador podría impulsar una tesis de inversión durante años, dando lugar a un crecimiento real de los beneficios y a flujos de caja reales.