Es un hecho reconocido que la propuesta de inversión en la que se basa la existencia de la inversión temática es el potencial de crecimiento a largo plazo. El rendimiento de estas inversiones depende de su íntima relación con la repercusión de la temática en el mundo y en nuestra vida cotidiana. Si el uso de la inteligencia artificial (IA) no se convierte en algo cotidiano para la mayoría de nosotros, el rendimiento de las estrategias relacionadas con la IA no será tan sólido como se espera.

En retrospectiva, el increíble rendimiento de las acciones del comercio electrónico, los motores de búsqueda o las redes sociales responde a lo integradas que están esas actividades en nuestras vidas.

¿Pueden las valoraciones o los fundamentos predecir cuándo merece la pena entrar en una temática determinada?

Aunque invertir en una temática determinada es un ejercicio a largo plazo, el rendimiento no será lineal, ya que cada temática se ve impulsada por unos acontecimientos concretos (como los avances tecnológicos) y noticias específicas que generan periodos de rentabilidad superior y, en ocasiones, inferior a la esperada. El repunte de la rentabilidad de la IA en el primer semestre de 2023 es el ejemplo más reciente de este comportamiento. Los inversores comprenden intuitivamente que tal comportamiento, si se aprovecha adecuadamente en su cartera, podría mejorar el perfil general de riesgo-rentabilidad.

Esto nos lleva a debatir en profundidad con nuestros clientes los puntos de entrada y salida de la inversión temática. Frecuentemente, los inversores confían en su experiencia con otros tipos de estrategias de renta variable para extraer conclusiones para el ámbito de la inversión temática, por lo que se discuten las valoraciones y los fundamentales como una forma de calcular el momento oportuno para la inversión temática. Sin embargo, este enfoque no es el más adecuado y centrarse en las valoraciones de una temática puede ser perjudicial para el potencial a largo plazo, ya que podría hacernos perder los periodos de una mayor rentabilidad.

La inteligencia artificial en 2023 nos da un ejemplo de esto. Evidentemente, muchas acciones vinculadas a la IA se beneficiaron del lanzamiento de ChatGPT en noviembre de 2022 y han disfrutado de un espectacular rendimiento. Tras esta noticia, todas las acciones de IA se dispararon. Nvidia, por ejemplo, ganó un 168,7% desde el 30 de noviembre de 2022 (fecha de lanzamiento del ChatGPT) hasta el 13 de octubre de 2023. Si observamos el Gráfico 1, intentamos vincular el rendimiento de Nvidia en 2023 a sus aspectos fundamentales. Sin duda, este rendimiento no fue "impulsado por Nvidia", ni el resultado de unos fundamentos particularmente atractivos.

De hecho, muchos inversores con los que nos hemos reunido en las últimas semanas han señalado que Nvidia era bastante poco atractiva desde el punto de vista de la valoración y el crecimiento a finales de 2022. Por lo tanto, nos hace preguntarnos si habría merecido la pena no invertir en IA en la fecha de lanzamiento de ChatGPT, o si deberían haberse pasado por alto los aspectos fundamentales para para aprovechar la oportunidad tan favorable que se generó en ese momento para ese tipo de valores. Para WisdomTree, la respuesta está clara.

Gráfico 1: La repercusión del lanzamiento de ChatGPT en el rendimiento de Nvidia

grafico_wisdomtree

Principales conclusiones

Cuando se trata de sincronizar la inversión temática, el éxito depende de la comprensión de la temática y de sus impulsores, más que de las valoraciones y los fundamentos. Las temáticas vienen determinadas por diversos factores a lo largo del tiempo, desde cambios normativos hasta avances tecnológicos. Esos factores tienen una repercusión considerablemente mayor en el rendimiento que los fundamentos de las empresas relacionadas con esa temática.

Entender esos factores y cómo influyen en las temáticas son los principales motores del rendimiento. Por eso la experiencia es la clave de la inversión temática.