Después de que en noviembre se anunciaran una serie de políticas de apoyo, los mercados recuperaron el optimismo, como atestiguan las fuertes subidas de los sectores inmobiliario y del juego de azar en Macao. Se espera que el Comité Económico Central revele más detalles sobre posibles estímulos económicos adicionales para alcanzar el objetivo de crecimiento del PIB del 5% en 2023.

En anteriores artículos hemos destacado que la incertidumbre principal para la recuperación económica radicaba en la evolución de las medidas de relajación de la política de Covid Cero. El 7 de diciembre de 2022, tras hacerse público el anuncio del Politburó, el Consejo de Estado publicó un plan de 10 puntos para relajar aún más la estricta política Covid del país. De esta manera, excepto en los lugares de alto riesgo, ya no son necesarios los resultados negativos de las pruebas PCR o los códigos sanitarios para los lugares públicos o viajar fuera de la región; también se permite la cuarentena domiciliaria para los pacientes asintomáticos o con síntomas leves; las zonas de alto riesgo pueden clasificarse ahora en función de un solo piso o un solo hogar; y se pondrá fin a los cierres de complejos residenciales y comunidades enteras.

Se trata de un punto de inflexión crucial para la economía china, que puede ver la luz al final del túnel antes de la reapertura gradual prevista para marzo de 2023. Aunque esperamos ver un repunte de los casos de Covid a corto plazo antes de que se normalice, lo más probable es que la reapertura sea irreversible. La población china aprenderá a vivir con Covid como el resto del mundo, lo que sustenta la recuperación económica de China y de los mercados emergentes en general.

El último impulso del Gobierno chino al sector inmobiliario se apoya en su importancia sistémica, ya que la vivienda y los sectores afines representan alrededor del 25% del crecimiento del PIB chino. Creemos que el sector inmobiliario del país ofrece oportunidades atractivas para los inversores deseosos de profundizar y encontrar valor. Creemos que lo peor de la actual crisis inmobiliaria pasará pronto, aunque la recuperación del sector de la vivienda sólo será gradual y, más probablemente, tendrá forma de "L" en 2023. Primero se estabilizará y luego se mantendrá en un nivel plano pero más sostenible. No prevemos que las ventas por contrato vuelvan a los máximos históricos de 2021. Si la actual dirección política se mantiene firme, junto con un escenario estable de Covid, el sector inmobiliario chino podría recuperarse de forma constante con precios relativamente estables en el futuro.

Esperamos que los mercados emergentes repunten en 2023, tras un difícil 2022. Los bancos centrales de los países desarrollados han manifestado su deseo de ralentizar el ritmo de subidas de tipos. Unos tipos más bajos y un dólar estadounidense más débil son positivos para los flujos de fondos y los precios de los activos de los mercados emergentes. Las perspectivas para el mercado chino han mejorado considerablemente tras las últimas medidas del Gobierno.

Aunque la recuperación del sector esté plagada de baches y las ventas de contratos sean un factor clave que hay que vigilar, somos optimistas respecto a la deuda de las compañías inmobiliarias chinas, especialmente de los que podríamos llamar "supervivientes" y que podrían recuperarse con más rapidez en los próximos años, y eso a pesar de que las valoraciones de algunos de los principales valores sean menos atractivas ahora en comparación con las que tenían hace un mes.

Seguimos siendo optimistas con respecto al sector para los próximos 12 meses y creemos que muchos de los rezagados y de las empresas con dificultades ofrecen el mayor valor, incluso tras el fuerte repunte de los últimos meses. También encontramos oportunidades atractivas en el sector del juego de Macao, teniendo en cuenta que las principales incertidumbres han quedado atrás, incluida la renovación de seis concesiones de casinos, la relajada política de COVID de China y un valor relativo aún atractivo.