¿Por qué es de actualidad hablar de biodiversidad?, ¿Por qué es tan importante para nuestra sociedad?, ¿Por qué debemos esforzarnos por evitar a toda costa la pérdida de biodiversidad?, ¿Cómo contribuye la contaminación de los plásticos? Y ¿por qué es crucial que tanto los países como las empresas tomen medidas para evitar los residuos plásticos?

En esencia, la biodiversidad sustenta todo lo que necesitamos en la naturaleza para sobrevivir: alimentos, agua potable, medicinas y refugio. A continuación, abordaremos estas cuestiones.

Contaminación por plásticos: Desentrañar la amenaza contra la biodiversidad

Teniendo en cuenta la magnitud de la contaminación por plásticos en todo el mundo, el coste de su extracción del medio ambiente sería astronómico. Según la Fundación Minderoo, los costes sociales de la contaminación por plásticos, incluida la limpieza del medio ambiente, la degradación de los ecosistemas, la reducción de la esperanza de vida y el tratamiento médico, podrían superar los 100.000 millones de dólares al año.

Por tanto, el objetivo principal de la lucha contra la contaminación por plásticos debe ser evitar su eliminación incorrecta y minimizar el uso de determinados artículos por completo. Aunque la imposición de multas por arrojar basura plantea dificultades, muchas regiones han implantado tasas o prohibiciones tajantes de los envases de espuma para alimentos y las bolsas de plástico para la compra.

De la concienciación a la acción: Países a la vanguardia en la lucha contra la contaminación por plásticos

La imposición de multas y prohibiciones representa el primer paso hacia la reducción de la contaminación por plásticos y la prevención de su vertido incontrolado. Al establecer un marco jurídico, los países pueden dirigir la atención de sus ciudadanos hacia este apremiante problema. Además, la contaminación por plásticos repercute significativamente en la prosperidad de un país al afectar a diversos sectores de la economía, como el turismo, la pesca y la agricultura.

Los residuos plásticos mal gestionados suponen una amenaza para los seres humanos, los animales y el medio ambiente, lo que pone de relieve la responsabilidad de los países a la hora de abordar este importante factor de contaminación. Por ello, hemos introducido en nuestro modelo propio de países un nuevo indicador: el Índice de Residuos Mal Gestionados (IRM) para evaluar la sostenibilidad de una nación.

DPAM ha firmado un acuerdo de colaboración con Plasteax, una organización dedicada a la gestión de residuos plásticos en todo el mundo. La organización es una de las principales consultoras de investigación en el desarrollo de metodologías sobre la huella del plástico. 

Al examinar el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) de un país, los inversores pueden hacerse una idea representativa de los esfuerzos que se están realizando para frenar la contaminación por plásticos. El IPM ofrece una herramienta útil para medir la eficacia de las políticas de gestión de residuos, ya que cuantifica directamente la cantidad de residuos plásticos que no se gestionan adecuadamente.

El IPM ofrece una medida completa de la mala gestión de los residuos plásticos al tener en cuenta tanto los desechos plásticos no recogidos como aquellos que son recolectados pero posteriormente arrojados en vertederos insalubres.

A nivel global, la mayoría de los residuos se eliminan en algún tipo de vertedero. Sólo el 19% se recupera mediante reciclado y compostaje, mientras que el vertido a cielo abierto representa alrededor del 33%. Los países con ingresos más bajos suelen recurrir a este último tipo de vertido; el 93% de los residuos se vierten en países con rentas bajas, frente a sólo el 2% en los países con rentas altas. Aunque en estos países la cantidad de residuos que se vierten es insignificante, suelen ser los responsables de la mayor parte de la generación mundial de residuos.

Por consiguiente, a la hora de evaluar la gestión soberana de los residuos plásticos, hay que examinar los que se exportan y su gestión en el país de origen. Son muchos los países desarrollados que envían sus residuos reciclables al extranjero porque es barato, ayuda a cumplir los objetivos de reciclaje y reduce los vertederos nacionales.

Para los países en desarrollo que reciben los residuos, es una valiosa fuente de ingresos. El Ministerio de Medio Ambiente de Malasia, por ejemplo, informa de que los países europeos envían con frecuencia sus residuos para "reciclarlos", ya que en el sudeste asiático cuesta menos que en Europa. Sin embargo, una vez en Malasia, el plástico suele quemarse o simplemente verterse, lo que contamina el aire y las aguas subterráneas y los ríos. Por tanto, es de vital importancia que estos residuos se etiqueten correctamente y no se clasifiquen de manera errónea como reciclados por la Unión Europea.

Las empresas deben esforzarse para combatir los residuos plásticos

DPAM considera que las empresas deben aspirar a objetivos más ambiciosos para hacer frente a la contaminación por plásticos, no solo reduciendo su dependencia de los plásticos de un solo uso, sino, lo que es más importante, restringiendo su producción y consumo dentro de los límites mundiales y en consonancia con el Acuerdo de París y el Marco Mundial para la Biodiversidad de Kunming-Montreal.

Por este motivo, junto con otros 180 inversores, DPAM ha firmado una declaración de inversores dirigida a empresas del sector de bienes de consumo rápido y del sector minorista de comestibles. Con la firma de esta declaración, DPAM espera que las empresas destinatarias se comprometan con políticas y tratados ambiciosos en materia de plásticos, como el Tratado Mundial sobre los Plásticos y el Reglamento sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR).

Es imperativo que gobiernos, empresas y particulares colaboren y tomen medidas proactivas para proteger la biodiversidad, frenar la contaminación por plásticos y crear un futuro sostenible para las generaciones venideras.

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