Aunque no lo notemos cuando vamos al supermercado, la inflación mantiene una tendencia bajista en Estados Unidos, Europa y muchos otros mercados, lo que se debe principalmente a la caída de los precios de la energía, la reducción de los problemas de suministro y las continuas subidas de tipos de interés que han puesto en marcha los bancos centrales. 

La inflación sigue siendo elevada, pero comienza a ralentizarse

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Los sectores más sensibles a los tipos de interés ya están notando los efectos, como es el caso del sector inmobiliario, donde se están registrando caídas de los precios de la vivienda en algunos mercados.  

La inflación sigue estando muy por encima del objetivo del 2% fijado por la Reserva Federal de Estados Unidos, pero la política monetaria suele funcionar con largos desfases, por lo que los efectos de las subidas de tipos se irán notando en la economía a lo largo del tiempo. 

Los mercados prevén una caída de los tipos de interés a lo largo del próximo año

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La inestabilidad a la que se ha enfrentado recientemente el sector bancario en Estados Unidos también podría contribuir a la ralentización del crecimiento económico, ya que algunos bancos podrían mostrar una mayor prudencia y reducir sus actividades de préstamo. Todos estos factores han transformado de manera notable las perspectivas de tipos de interés.

Sabíamos que esta campaña de endurecimiento monetario, una de las más agresivas de la historia, tendría consecuencias. La inestabilidad que están registrando los mercados financieros apunta a una nueva etapa que puede ser muy complicada para la Reserva Federal. Ha dejado al descubierto algunas de las vulnerabilidades del sistema bancario, por lo que podríamos estar acercándonos ya al final del ciclo de subidas de tipos de interés