Teniendo en cuenta el escenario global, ¿cuáles consideráis los principales riesgos que podrían descarrilar los mercados? ¿Y qué “cisnes negros” están en vuestro radar?
Es lógico que este año 2025 hablemos de riesgos, porque las bolsas llevan importantes subidas en los últimos dos años, más del 25%, y ahí puede haber ese temor a ver la bolsa en niveles muy altos. Sin embargo, para nosotros el principal riesgo sería un riesgo de recesión, que no lo contemplamos. Nosotros todavía contemplamos un escenario que llamamos “Goldilocks”, que es un escenario donde el crecimiento se modera en torno al 1,7% o 1,6% que alcanzará Estados Unidos este año 2025. La inflación va a repuntar, pero no a niveles superiores al 3%, con lo cual es bastante controlada y una política monetaria de recorte de tipos que ya ha comenzado en el mes de septiembre, que continuará e impulsará el ciclo de canal 2026. Por lo tanto, como tal contemplamos un riesgo de recesión, pero ahora mismo la probabilidad que le damos es un 15%.
El otro riesgo que podría darse es un riesgo de estanflación, que viéramos una economía con una inflación elevadísima, con crecimientos muy bajos. Ese es un escenario que tampoco contemplamos.
Y otros de los riesgos que está empezando a surgir dentro del mercado es el riesgo de pérdida de independencia por parte de la Reserva Federal como consecuencia de la cierta injerencia que está teniendo Trump en algunos de los miembros de la FED, puesto que la Administración Trump considera que los tipos de interés tendrían que estar dos puntos por debajo de lo que están a nivel de hoy. Y lo hemos visto con el caso de intentar destituir a Lisa Cook, que no se ha dado, pero es un intento que impacta en la independencia del organismo, que es importante y que a los inversores, si esa independencia se pierde, podría ponerlos nerviosos.
Más allá de eso, los riesgos geoestratégicos que surgían en el año 2023 y 2024 creemos que ya no existen y, por lo tanto, es un escenario que a pesar de que las bolsas reconocemos que están caras, creemos que los resultados apoyan este nivel de valoración.
Con este entorno de tipos y volatilidad, ¿cómo estáis ajustando en Mirabaud vuestra asignación estratégica entre renta fija, renta variable y activos alternativos? ¿Véis más valor ahora en determinados segmentos de renta fija o crédito?
Nuestras carteras, digamos, con el recorrido que lleva en este año 2025 que es importante, es verdad que hemos tenido un impacto del dólar del 14% con una depreciación frente al euro, estamos en una situación de renta variable neutral; es decir, en una cartera equilibrada el peso en renta variable sería el 53%. En alternativos hemos subido este año para intentar descorrelacionar estos activos del resto de la renta fija y la renta variable, tendríamos un peso en este tipo de activos del 10%-15%. Y la renta fija de cara al 2025, que ha tenido un recorrido muy bueno, creemos que empieza a estar ya algo ajustado a nivel de valoraciones. Estaríamos en renta fija corporativa de alta calidad con duraciones de dos años, investment grade; high yield hemos ido reduciendo a lo largo del año, puesto que consideramos que los diferenciales ya están muy ajustados y podríamos tener ciertos riesgos ahí y únicamente estaríamos en tramos BB- o BB+.
En renta fija emergente hemos entrado en el mes de mayo porque veíamos una oportunidad clara con el posible recorte de tipos, como se ha dado en el mes de septiembre por parte de la FED y ya tiene un recorrido importante del 10% desde el mes de mayo y creemos que ese recorrido continuará de cara al 2026 porque los diferenciales frente al resto de economías desarrolladas y de emisores en Europa y en Estados Unidos es importante todavía y estarán claramente apoyados con un escenario de recorte de tipos por parte de Estados Unidos.
Seguimos manteniendo nuestra apuesta en el oro. Es un activo que está dentro de nuestras carteras desde hace ya muchos años. Este año ha tenido un importante recorrido del 40%. Tenemos un peso en el oro cercano al 6%-7% y creemos que hay que mantenerlo en las carteras de cara al 2026.
Perspectivas
Las perspectivas que tenemos de cara al 2026 siguen siendo favorables puesto que el entorno de tipos de interés en Estados Unidos es de recortes.
Nosotros no contemplamos dos recortes más como han apuntado el cuadro de "dot plot" de la FED, sino un recorte más. Hemos visto que los datos de inflación siguen estando cercanos al 3% y los datos de empleo se moderan, pero no están cayendo de manera importante. Los resultados de las compañías, ahora empezamos con los resultados del Q3, uno de los elementos que ha suspendido al mercado este año ha sido los buenos resultados que se han dado del Q2 que se reportaron el mes de julio con crecimientos del 11% y se esperaba crecimientos en resultados del 7%, con lo cual muy por encima de lo que se esperaba muy liderados por el sector de tecnología, pero creemos que esa evolución positiva de los resultados va a mantenerse de cara al 2026.
Los crecimientos que esperamos es en torno al 12% en el SP500. Esperamos también una cierta rotación sectorial; es decir, que no sea ya solamente la tecnología la que lidere ese crecimiento de resultados, sino que haya un cierto trasvase a otra serie de sectores sobre todo muy apoyados y muy sensibles al recorte de tipos de interés. Esos sectores son el sector de materiales, energía y consumo discrecional, que todos esperamos que reporten crecimientos de doble dígito.
Con lo cual, crecimientos en renta variable o apoyados por el recorte de tipos de interés de doble dígito en torno al 10-15% de cara al 2026, y lo que resta de año, gran parte del año ya estaría hecho, creemos que puede tener algo más de recorrido, pero el recorrido es ya mucho menor en torno al 1-2%.