Es habitual en estos tiempos escuchar que la inflación ha subido o bajado y tendemos a asociarlos con el IPC, sin embargo, no es lo mismo. El IPC que es el Índice de Precios al Consumidor selecciona una cesta de consumo concreta y cerrada de bienes y servicios para medir y evaluar los incrementos de precios de esa cesta de la población residente en viviendas familiares en el país. Dicha cesta varía de país a país, por ejemplo, en España (según el INE) la componen 12 grupo que son los siguientes con sus respectivas ponderaciones:

Mientras que en EE.UU. el más común es el IPC-U que es el índice para todos los consumidores urbanos, y quien se encarga de recopilar los datos es el Bureau of Labor Statistics (BLS) u Oficina de Estadísticas Laborales, representa las variaciones de los precios de todos los bienes y servicios adquiridos para el consumo de los hogares urbanos. También se incluyen las tasas de usuario (como los servicios de agua y alcantarillado) y los impuestos sobre ventas e impuestos especiales pagados por el consumidor. No se incluyen los impuestos sobre la renta ni las inversiones (acciones, bonos, seguros de vida, etc.). Es llamada "cesta de mercado" de alrededor de 8.0000 unidades de vivienda y 23.000 minoristas, proveedores de servicios y puntos de venta online en 75 zonas urbanas de todo el país. También los datos de alquileres de unos 50.000 propietarios e inquilinos.

En resumen podríamos decir que las ponderaciones son las siguientes, donde se observa que el grueso está el alojamiento (llámese vivienda o alquiler), seguido por alimentos, transporte y energía, entre otros:

Y entre cada una de estas categorías hay sub-categorías, como por ejemplo en alimentos incluye alimentos en casa y fuera de casa, y dentro de los de casa están cereales y productos de panadería, carnes, aves, pescado y huevo, productos lácteos y otros tantos. 

Las limitaciones del IPC son:

  • No se aplica a todos los grupos de población. Por ejemplo, el IPC que representa entornos urbanos puede no ser adecuado para entornos rurales. Por ejemplo, el IPC en Canadá se mide en cada territorio y provincia
  • No puede utilizarse para comparar dos zonas, ya que un IPC más alto no siempre indica precios más altos
  • No ofrece estimaciones oficiales por subgrupos de población
  • El IPC solo mide el coste de la vida y no todos los aspectos que afectan al nivel de vida
  • El IPC adolece de varias limitaciones, como errores ajenos al muestreo, errores de muestreo y el hecho de que excluye los costes energéticos. 

Una vez que hemos visto lo que es el IPC y sus componentes, nos referiremos a la inflación (deflación), que es la subida/bajada generalizada de los precios de una economía, pero dada la dificultad lógica de calcular la variación de precios de todos los bienes y servicios muchas veces se utiliza el IPC como estimador de la inflación, pero también se usa el Índice de Precios al por Mayor o IPM  (en inglés WPI). 

Mientras que el IPC recoge una muestra representativa de diversos bienes y servicios que utilizamos habitualmente para subsistir (alimentación, textil, transportes, carburantes…), con el fin de evaluar el impacto que la subida de los precios tiene en el coste de vida; la inflación es el cálculo pormenorizado de todos  los precios de bienes y servicios de un territorio durante un tiempo determinado.

Otra diferencia es que el IPC no incluye el análisis de los precios de los consumos intermedios empresariales ni de productos exportados, y tampoco se tiene en cuenta para calcular las magnitudes en la contabilidad nacional de un país.   Por tanto, la inflación es una medida macroeconómica y el IPC no. 

Cabe comentar que hay 3 tipos de inflación:

  • por efecto de demanda - donde la inflación se produce cuando aumenta la oferta de dinero y de crédito, que empuja el aumento de la demanda de bienes y servicios por encima de la capacidad de producción de la economía, y esto se traduce en un incremento de los precios. 
  • por efecto de oferta o de costes: Se trata de la inflación que se produce por una subida de los precios a través de los insumos utilizados en el proceso de producción. Esto provoca un aumento del coste del servicio o producto acabado. Por ejemplo, el aumento del coste de las materias primas, como el precio del petróleo, incrementa los precios al consumo.
  • Inflación incorporada: es un tipo de inflación que se adapta a las expectativas de la gente. Cuando hay inflación en una economía, la gente espera que la inflación actual continúe. Así, a medida que aumentan los precios de los servicios y los bienes, la gente espera seguir pagando esas elevadas cantidades. El resultado es una demanda de salarios más altos para mantener su nivel de vida normal. Cuando aumentan los salarios, el resultado es un mayor coste de los servicios y bienes. 

El IPC es la herramienta que se utiliza (se da por válida) para la revisión salarial anual, por determinar bien el incremento de coste de vida, o por ejemplo para la revisión de alquileres. También se utiliza para la actualización de deudas o sanciones.

Los últimos datos conocidos respecto al IPC (y que recordamos se muchas veces se utiliza como estimador de la inflación) son los siguientes para las principales economías del mundo: