• Esperamos que el Banco de Japón mantenga sin cambios su política monetaria en la reunión de esta semana.
  • El énfasis en las últimas declaraciones, incluidas las del gobernador Ueda, parecen confirmar que el BOJ sigue observando los datos en busca de la confirmación de su denominado ciclo hábil de salarios y precios, en lugar de haber adquirido la convicción de que el ciclo podría alcanzarse ya.  
  • El BOJ publica un nuevo informe de perspectivas en el marco de la reunión de enero, que podría ofrecer más indicaciones sobre la valoración del BOJ de la combinación crecimiento-inflación. Es probable que los mercados presten mucha atención a cualquier indicio sobre el calendario de posibles cambios de política.  
  • La probabilidad de que el Banco de Japón adopte un enfoque de "esperar y ver" en enero ha aumentado significativamente debido a la publicación de datos contradictorios y al impacto del terremoto de la península de Noto.  

El Banco de Japón ha insinuado en discursos y entrevistas que está buscando el momento adecuado para abandonar su política monetaria no convencional. Sin embargo, el momento exacto sigue siendo incierto. Los últimos datos económicos han sido desiguales: el crecimiento económico se enfrenta a dificultades y la inflación sigue desacelerándose. El IPC nacional (sin alimentos frescos ni energía) de noviembre cayó al 3,8%, frente al 4% del mes anterior. Por otra parte, la inflación de los servicios ha seguido resistiendo, acelerándose hasta el 2,3% interanual en noviembre, frente al 2,1% de octubre. Además, la tasa de variación de los ingresos medios mensuales en efectivo se desaceleró hasta el 0,2% en noviembre, el valor más bajo desde diciembre de 2021. Sin embargo, los ingresos ajustados por muestreo experimentaron un crecimiento más saludable del 2%. Aparte de las incertidumbres sobre los datos, el BOJ también necesitará tiempo para evaluar el impacto del reciente terremoto de la península de Noto en la actividad económica.  

El gobernador Kazuo Ueda hizo hincapié en dos elementos en sus declaraciones públicas desde la última reunión de política monetaria: En primer lugar, está pendiente de los resultados de las negociaciones salariales de primavera. Aunque es posible que los resultados completos no se conozcan hasta finales de la primavera, los resultados iniciales de las empresas más grandes se esperan para mediados de marzo. Afirmó que el BOJ podría disponer de datos suficientes para juzgar el resultado incluso antes de que se hayan ultimado todos los acuerdos.

En segundo lugar, el gobernador Ueda está vigilando hasta qué punto las subidas salariales se reflejan posteriormente en los precios de los servicios. Dada la incertidumbre general en el entorno macroeconómico, creemos que el BOJ no ve ninguna urgencia en apresurar cambios en la política monetaria como la eliminación de los tipos de interés negativos o los restos de control de la curva de rendimientos antes de la primavera. 

En cuanto al posicionamiento, mantenemos la cautela sobre la deuda pública japonesa (JGB) y una postura moderadamente constructiva sobre el yen japonés. Aunque es poco probable que se produzca un verdadero ciclo de endurecimiento tras cualquier ajuste de las políticas, prevemos que los rendimientos de los JGB aumenten gradualmente, reflejando finalmente un nuevo equilibrio sin Control de la Curva de Rendimientos (YCC). En cuanto al yen japonés, existe el riesgo de que se produzcan más tensiones cruzadas por la resistencia del crecimiento económico estadounidense y la fijación de precios de las sendas de la política monetaria. No obstante, el principal motor del par de divisas es actualmente la Reserva Federal y esperamos una depreciación moderada del dólar frente al infravalorado yen japonés a medida que EE.UU. se embarque en un ciclo de reducciones de los tipos de interés, probablemente a partir de la primavera.