A pesar de un escenario que incluye a EE.UU. bordeando la recesión y la eurozona y Reino Unido sucumbiendo a ella, el punto de partida de los rendimientos, combinado con la expectativa de un ciclo de impago relativamente suave, significa que pensamos que la renta fija puede ofrecer fuertes rentabilidades a los inversores en 2023.

Los diferenciales han experimentado un fuerte repunte en el cuarto trimestre y es probable que se produzca un retroceso en los diferenciales de high yield en el primer semestre a medida que aumenten los temores de recesión y se debilite la economía, aunque esperamos que los diferenciales vuelvan a recuperarse en el segundo semestre.

Existe la posibilidad de que estemos siendo demasiado prudentes en nuestras perspectivas para el crédito y que a finales de 2023 la perspectiva de recortes de tipos en 2024 ayude a que los diferenciales suban con más fuerza que nuestra hipótesis de base.

Diferenciales de crédito previstos por TwentyFour para los principales índices de renta fija

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Bancos, los valores respaldados por activos (ABS por sus siglas en inglés) y el grado de inversión (IG) parecen atractivos

Aunque no esperamos un gran repunte de los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidenses desde la situación actual, creemos que mantener los bonos del tesoro a 10 años puede proporcionar a una cartera rentabilidad y equilibrio, así como ayudar a gestionar el riesgo a la baja si EE.UU. entra en una recesión más grave. Los miembros del FOMC continúan con su postura ‘hawkish’, y aunque no es nuestro escenario base, no podemos descartar el hecho de que continúen subiendo agresivamente incluso si el IPC sigue cayendo.

Existe la posibilidad de que las acciones de la Fed hagan que los mercados prevean la posibilidad de un error en la política, lo que aumentaría las posibilidades de un giro y la historia indica que los rendimientos del Tesoro pueden moverse muy rápidamente cuando se les considera un activo refugio.

En nuestra opinión, los altos rendimientos iniciales en muchos sectores de renta fija aumentan la probabilidad de lograr rentabilidades positivas. Los sectores de high yield ofrecen actualmente muchas oportunidades de rentabilidad, pero dado el fuerte estrechamiento de los diferenciales que se ha producido recientemente, creemos que parte de esta rentabilidad podría verse mermada a principios del próximo año si persiste el temor a una recesión y comienzan a aumentar los impagos.

No obstante, creemos que los inversores pueden verse recompensados positivamente por esta volatilidad, pero tendrán que ser específicos en cuanto a los valores y seguir evitando los sectores cíclicos, particularmente aquellos expuestos a la crisis energética. Para los inversores que deseen permanecer en bonos de mayor calidad, con rendimientos de partida para los índices de grado de inversión ahora más altos que en cualquier otro momento desde la crisis financiera mundial y con los bancos centrales habiendo subido ya los tipos de forma significativa, pensamos que estos sectores también parecen atractivos.

El sector financiero vuelve a ser una de las áreas en las que vemos que persisten algunas de las oportunidades de valor más atractivas. En general, los bancos parecen estar muy bien posicionados para hacer frente a una recesión, con niveles de capital muy elevados y balances despejados. Además, unos tipos más altos les permitirán lograr un margen de interés neto (NIM por sus siglas en inglés) mucho mayor que durante el entorno duradero de bajos tipos de interés que han experimentado en los últimos años. Ya hemos visto este impacto durante el último periodo resultados, cuando los bancos declararon en su mayoría unos ingresos superiores a los previstos.

Aunque pensamos que es probable que los préstamos no productivos (NPL por sus siglas en inglés) aumenten en el periodo más difícil que se presenta, ese mayor NIM es la primera línea de defensa de los bancos y también esperaríamos que los NPL estuvieran muy contenidos. El sector AT1 tiene una beta elevada y creemos que es probable que persista la preocupación por las amortizaciones. Sin embargo, prevemos un estrechamiento razonable de los diferenciales durante el próximo año, con unos rendimientos actuales en torno al 8,5% a nivel de índice y superiores al 10% en bonos individuales, por lo que pensamos que este sector está bien situado para superar al crédito en general. Además, también creemos que existen oportunidades de valor atractivas a lo largo de la estructura de capital; la reciente emisión de Tier 2 ha ofrecido cupones del 7-8% en GBP para los bonos con calificación de grado de inversión, lo que en nuestra opinión debería proporcionar fuertes rentabilidades a medio plazo.

En nuestra opinión, los sectores de valores respaldados por activos (ABS por sus siglas en inglés) también parecen atractivos, y se espera que los valores respaldados por hipotecas residenciales (RMBS por sus siglas en inglés) de alta calidad se estrechen significativamente, dado que los rendimientos que se ofrecen ahora son más atractivos al haber subido los tipos.

El sector de las obligaciones garantizadas por préstamos, conocidos como CLOs (collateralised loan obligation), han sufrido mucho este año, ya que los temores recesivos han provocado una ampliación de los diferenciales de los préstamos con apalancamiento, pero con unos diferenciales de CLO de alrededor de 600 pb disponibles para los tramos con calificación triple B y de 1.000 puntos básicos para los tramos con calificación doble B, el mayor rendimiento de los CLO en comparación con el inicio de 2022, sumado al potencial de plusvalías, ya que esperamos que los diferenciales se estrechen, podría convertir a este sector en uno de los más rentables de la renta fija en 2023.