• Existen tres tendencias diferentes relativas a la sostenibilidad capaces de reconfigurar el mercado de renta fija y generar nuevas oportunidades de inversión.
  • La variedad de nuevos instrumentos de deuda resultante podría mejorar la relación riesgo/rentabilidad de muchas carteras de renta fija.
  • Los gestores con una amplia experiencia en la inversión en deuda tradicional y sostenible pueden desempeñar un importante papel en la evolución de este mercado para que sirva mejor a los objetivos financieros a largo plazo de los inversores.

En nuestra opinión, el creciente interés por la sostenibilidad puede impulsar una innovación financiera que amplíe y diversifique el universo de valores económicamente atractivos.

Confiamos en que, a medida que más actores del mercado descubran el interesante potencial de rentabilidad que ofrece la financiación de objetivos sostenibles, surjan nuevos mercados y estructuras financieras capaces de mejorar el perfil de riesgo/rentabilidad de muchas carteras tradicionales de renta fija. Observamos tres tendencias de sostenibilidad que pueden afectar considerablemente al mercado de renta fija:

  • Transición global hacia políticas industriales respetuosas con el medioambiente
  • Aparición de nuevas formas de financiación sostenible
  • Iniciativas para la divulgación de información y la homogeneización

Transición global hacia políticas industriales respetuosas con el medioambiente

En un entorno geopolítico incierto en el que la concienciación respecto a los riesgos del cambio climático se mezcla con la preocupación por la seguridad nacional, crece el empeño de los gobiernos por acelerar los procesos nacionales de transición hacia energías con bajas emisiones de carbono. Medidas legislativas destacadas como la Ley de Reducción de la Inflación de EE. UU., REPowerEU y el Plan Industrial del Pacto Verde de la UE constituyen pasos fundamentales en esa dirección. Con estas iniciativas se quiere impulsar la inversión privada en tecnología climática y proyectos de infraestructuras, utilizando fondos públicos e incentivos financieros como catalizadores. El objetivo es implantar dentro de su territorio una capacidad de fabricación y financiación sólida y local que permita vincular la protección del medioambiente con la seguridad económica y energética.

Estas nuevas políticas, que aumentan el atractivo económico de los proyectos del sector privado, están atrayendo capital privado a través de una serie de estructuras de financiación de deuda ligadas a los proyectos. De ahí que abunden las oportunidades de inversión en renta fija de proyectos orientados a transformar las infraestructuras existentes en favor de la electrificación, la reducción de las emisiones de carbono y el fortalecimiento de la resiliencia frente al cambio climático. Asimismo, el fomento del crédito al sector privado en estos ámbitos podría dar lugar a nuevos tipos de titulizaciones relacionadas con proyectos sostenibles.

Ante la posibilidad de que los cambios de política amplíen la emisión de deuda para financiar la transición energética, ¿cómo reaccionaría el mercado de renta fija ante el aumento de la oferta? Según nuestras previsiones, dos dinámicas podrían contrarrestar la presión alcista resultante sobre los rendimientos y los diferenciales. En primer lugar, si bien la oferta de deuda sostenible es cada vez mayor, también lo es su demanda. En segundo lugar, el interés de los gobiernos en que los proyectos verdes tengan éxito indica que, en conjunto, el riesgo crediticio asociado debería ser inferior al que perciben actualmente los mercados. Con el tiempo, creemos que estos factores permitirán reducir los diferenciales crediticios.
 
Aparición de nuevas formas de financiación sostenible

Los participantes en el mercado parecen cada vez más dispuestos a idear formas creativas de ampliar la financiación sostenible de manera que respete las limitaciones fiscales de los gobiernos (sobre todo en los mercados emergentes) y los requisitos de rentabilidad ajustada al riesgo de los inversores privados. Resolver estos retos financieros podría ampliar el abanico de oportunidades en la renta fija, ya que los posibles beneficiarios, como las entidades soberanas y cuasisoberanas, acceden principalmente a los mercados públicos de capitales a través de emisiones de renta fija. Creemos que estos emisores acogerían con agrado cualquier innovación que ampliara su acceso al mercado.

La diversidad del mercado de renta fija, que permite una gran variedad de estructuras y tipos de emisores, lo convierte en un terreno fértil para la innovación en materia de finanzas sostenibles. Entre los nuevos enfoques de financiación figuran:

  • Asociaciones público-privadas que orienten la financiación sostenible hacia los mercados emergentes, en particular para dotar a los países de las capacidades necesarias para emitir y titulizar deuda de proyectos sostenibles.
  • Soluciones de reaseguro con pagos ligados al éxito de las medidas de mitigación del cambio climático o de resiliencia de los prestatarios.
  • Estructuras de financiación como los bonos azules o la deuda respaldada por capital natural, que, además de recompensar la gestión, contribuyan a cuantificar el valor económico de bienes públicos esenciales pero difíciles de tasar.  

Puesto que es posible que estas nuevas estructuras presenten una baja correlación con los valores de renta fija tradicionales, también podrían ofrecer nuevas formas de mejorar la relación riesgo-rentabilidad de las carteras.

Iniciativas para la divulgación de información y la homogeneización

Los esfuerzos realizados de forma complementaria por los sectores público y privado están impulsando nuevos niveles de transparencia y comparabilidad de las características de sostenibilidad de los valores de renta fija. En el sector público, un número creciente de países de Europa, la región Asia-Pacífico y América Latina están implantando sólidos sistemas de clasificación para orientar a los participantes en el mercado a la hora de determinar en qué medida los instrumentos financieros respaldan los objetivos de sostenibilidad.

Al mismo tiempo, organizaciones privadas como la Asociación Internacional del Mercado de Capitales (ICMA) y el Consejo de Normas Internacionales de Sostenibilidad (ISSB) han respondido a la demanda de transparencia de los inversores. Estas instituciones han implantado nuevas normas de divulgación de la información y actualizado los marcos existentes, haciéndolos extensivos a las entidades no corporativas. Por ejemplo, en la última revisión del Manual de Financiación de la Transición Climática de la ICMA se ha incluido una guía para los emisores soberanos.

Con el tiempo, esta normalización permitirá a los gestores de activos entablar un diálogo más eficaz sobre temas de sostenibilidad con una mayor variedad de emisores no corporativos. Y esto podría cambiar las reglas del juego, ya que, al ampliar el espectro de valores no corporativos elegibles para carteras de renta fija sostenibles o de impacto, los inversores pueden aumentar su diversificación y potencial de rentabilidad ajustada al riesgo mientras mantienen su compromiso con la sostenibilidad. 

El papel de los gestores de activos en este ecosistema en evolución

En nuestra opinión, los gestores de activos diversificados desempeñan un papel fundamental en la evolución del mercado de renta fija sostenible, ya que ayudan a garantizar que las innovaciones financieras derivadas cumplan los objetivos financieros de los inversores y, al mismo tiempo, generen resultados sostenibles. Los gestores de activos contribuyen al desarrollo del mercado de renta fija sostenible de las siguientes tres maneras:

  • Medición y gestión del impacto. Los gestores pueden aportar un control de calidad esencial a medida que surgen nuevos mercados y tipos de valores. Sin limitarse a las etiquetas y aprovechando los conocimientos específicos del sector y del país, son capaces de determinar si las nuevas emisiones respaldan objetivos sostenibles medibles y adicionales.
  • Desarrollo de productos. Al tender un puente entre las necesidades de financiación y las fuentes de capital, los gestores se aseguran de que las nuevas estructuras de financiación sostenible se ajusten a los objetivos de inversión, la tolerancia al riesgo y los requisitos de rentabilidad de un conjunto diverso de inversores, ampliando así el mercado de soluciones de inversión sostenible.
  • Capacidad de convocatoria. El reto de la financiación sostenible es complejo y multidisciplinar. Requiere la colaboración entre inversores, científicos, responsables políticos, legisladores y organismos no gubernamentales a escala mundial. Los grandes gestores de activos que mantienen una estrecha relación con estos distintos grupos de interés se encuentran en una posición privilegiada para ayudar a configurar un mercado de renta fija sostenible que aporte beneficios financieros a los inversores y respalde resultados sostenibles.

Conclusiones

Cada vez hay más posibilidades de generar rendimientos atractivos mediante la inversión en valores que respalden objetivos de sostenibilidad, desde la mitigación de los riesgos financieros relacionados con el cambio climático hasta la ampliación del acceso a Internet, los servicios financieros o la atención sanitaria a miles de millones de personas. Estamos convencidos de que el mercado de renta fija es la clave para financiar avances constantes hacia estos objetivos. Asimismo, creemos que la sostenibilidad impulsará la innovación financiera, incidirá en la formulación de políticas y reconfigurará el panorama de la inversión en renta fija.

Tanto la evolución que hemos observado en la política medioambiental como el creciente interés por la innovación en la financiación sostenible y el ritmo acelerado de la divulgación de información y normalización son señales de una profunda transformación. Como gestores de activos, entendemos que nuestro papel es aprovechar nuestra experiencia y contactos para que el crecimiento de la financiación sostenible redunde en mejores resultados de inversión para nuestros clientes y contribuya a un futuro sostenible.