Hablamos con Daniel Pingarrón, Sales Manager de Natixis Investment Managers sobre el impacto de la llegada de Trump al mercado; los siguientes pasos de los bancos centrales, oportunidades de inversión y perspectivas de cara al 2025.
Es un hecho: Donald Trump está de vuelta. Y su retorno al Despacho Oval promete reconfigurar el tablero político y económico global. Con su conocida predilección por el proteccionismo y un estilo poco convencional, Europa tendrá que adaptarse rápidamente. ¿Estamos ante un terremoto o una oportunidad?
Dado el enfriamiento de la inflación y la transición de la Reserva Federal de EE. UU. de un ciclo de subidas de los tipos a uno de bajadas, la renta fija debería exhibir un buen comportamiento en 2025.
De cara a 2025, los sólidos fundamentales de las compañías y las tendencias en innovación podrían verse contrarrestados por el agravamiento del riesgo geopolítico y la incertidumbre política.
La nueva era económica, caracterizada por una mayor inflación, un aumento de la volatilidad y una diferenciación más pronunciada entre países, sectores y emisores, exige una estrategia más refinada a la hora de construir carteras de bonos bien diversificadas. Asimismo, obliga a los inversores a replantearse supuestos como los que se exponen a continuación.
Hablamos con Alberto Martínez, Managing Director - Distribution (Iberia, Latam & Us Offshore) en iM Global Partner sobre sus características, ambiciones, proyectos y la concentración del mercado. ¿Hacia dónde vamos en el 2025?
Hace poco más de un año, nuestro consejero delegado, Mike Gitlin, escribió sobre la importancia del final del ciclo de subidas de tipos de interés de la Reserva Federal y sobre la oportunidad que suponía para los inversores. El artículo analizaba los datos históricos para encontrar indicios sobre las posibles consecuencias en los mercados de renta fija y renta variable y señalaba que, cuando el banco central había puesto fin a ciclos anteriores de subidas de tipos, se había registrado una sólida rentabilidad. Sospechábamos que ese momento también supondría un punto de inflexión para los mercados, que habían tenido que enfrentarse a un 2022 muy complicado. Es probable que los que se atrevieron a invertir en aquel momento ahora se alegren de haber trasladado parte de sus posiciones de liquidez a inversiones en renta fija y variable.
La moderación en tipos de interés relaja la carga de costes financieros de las empresas y favorece su apuesta por el crecimiento. Invertir en small caps en fase de crecimiento está al alcance de todos a través de un ETF indexado con liquidez y riesgo moderado.