Hay tres riesgos principales en los mercados financieros de deuda. Uno de ellos es el riesgo de duración, es decir, "¿Cuándo voy a recuperar mi dinero?". Es un número que debe conocer, y a menudo se mide por la curva de rendimiento. Aunque se exprese en años, la duración no es simplemente una medida de tiempo. Por el contrario, la duración indica la probabilidad de que el precio de su inversión en bonos fluctúe cuando se produzca un movimiento al alza o a la baja de los tipos de interés. Cuanto mayor sea la duración, más sensible será su inversión en bonos a los cambios en los tipos de interés.

Hay dos duraciones comunmente usadas:

  • La duración de Macaulay que es una medida del plazo efectivo hasta el vencimiento de un bono, y se calcula como la media ponderada de los plazos hasta el vencimiento de cada flujo de pagos
  • La duración modificada que mide la sensibilidad del precio de un título de renta fija respecto a las alteraciones sufridas por la rentabilidad del mismo. Es esa sensibilidad del activo financiero a variaciones de tipos de interés. Esta es muy importante para un inversor a la hora de invertir y que actualemente muchos gestores comentan que están en duraciones cortas, es decir, menos sensibles a tipos de interés. La duración modificada es un porcentaje que nos indica la variación que se produce en el precio por cada punto de variación en tipos de interés.

Veamos un ejemplo:

Tenemos un bono con un nominal (cantidad que recibirá el inversor al vencimiento) es de 100€, y un plazo a vencimiento de 15 años, con un cupón anual del 5% y rentabilidad a vencimiento de 6%:

  • Calculamos el precio del bono
  • Calculamos la duración
  • Ahora veamos qué sucede con el precio del bono si la rentabilidad a vencimiento se incrementa en 100pb

Por tanto, en un entorno como el actual, de subida de tipos de interés, es recomendable tratar de reducir lo más posible la duración de nuestra cartera para tratar de miniminzar el impacto de esas subidas de tipos. Pero si por el contrario, esperamos caídas en tipos de interés (que no es el caso ahora pero si lo fue en la década pasada con los Bancos Centrales bajando tipos), lo más aconsejable es incrementar la duración de la cartera con el fin de beneficiarnos lo más posible de esa rebaja de tipos.

Por ello, el inversor cuando analice un bono o un fondo de renta fija y compare la rentabilidad y vencimiento de los distintos fondos, deberá ver la duración de dichos fondos para saber con cuál de ellos estaremos más expuestos a movimientos en los tipos de interés. 

Hay que tomar en cuenta que aquellos bonos que pagan un cupón alto tendrán menor duración, por lo que en un bono cupón cero la duración será igual que en vencimiento del bono, por ejemplo un bono a 10 años que no paga cupones tendrá una duración de 10 años.

Existen otros riesgos que veremos la siguiente semana y son, por ejemplo el riesgo de crédito, que es "Si lo recupero", y luego tienes el riesgo de convexidad dependiente de la trayectoria, que es, cómo lo recuperas. Los tres tienden a moverse un poco en tándem.