A grandes rasgos, se trata de instrumentos de titulización que agrupan préstamos corporativos que son estructurados en distintos tramos de deuda con diferentes niveles de riesgo y rentabilidad, permitiendo a los inversores seleccionar el perfil que mejor se adapte a sus necesidades.
En contra de la percepción errónea de que los CLO son productos complejos o arriesgados, lo cierto es que su diseño los hace más predecibles que otros activos de renta fija. Por ejemplo, los tramos AAA de CLO han demostrado ser especialmente resilientes a lo largo de diferentes crisis de mercado gracias a los elevados niveles de mejora crediticia, que se utilizan en la titulización para mejorar la calidad y las calificaciones de los tramos de deuda.
Otro de los mitos que aún persisten sobre los CLO es que son ilíquidos y volátiles. Sin embargo, la experiencia reciente indica lo contrario ya que la liquidez se ha mantenido durante las caídas del mercado y el precio de los bonos se ha recuperado rápidamente. Para los inversores de renta fija que buscan diversificación y mayores retornos sin asumir riesgos excesivos, los CLO pueden representar una alternativa atractiva. Suelen tener baja correlación con otras clases de activos, por eso su inclusión en carteras diversificadas mejora la relación rentabilidad-riesgo.
El mercado de CLO ha experimentado un crecimiento constante en los últimos años. De hecho, la emisión de CLO en Europa alcanzó un récord tras la crisis financiera global, con 49.000 millones de euros en 2024, con un número creciente de gestores especializados capaces de acceder a este mercado. En comparación con la situación anterior a esta crisis, existe una mayor mejora crediticia frente a las pérdidas en los CLO, especialmente en los tramos senior.
Además, la regulación europea ha evolucionado para aumentar la transparencia y solidez de estos instrumentos, Por ejemplo, el Reglamento europeo sobre titulización, que exige una mayor divulgación de información sobre las carteras de préstamos titulizados, o las normas de retención de riesgos que mantienen la alineación del riesgo entre los originadores y patrocinadores de las titulizaciones y los inversores.
Un mercado con potencial en España
Los CLO han ganado relevancia en los mercados financieros internacionales debido a su capacidad para ofrecer rendimientos atractivos y consistentes en entornos económicos diversos. Sin embargo, en España, estos instrumentos financieros aún son relativamente desconocidos entre los inversores particulares, lo que representa tanto un desafío como una oportunidad en el panorama de inversión actual. Esto puede atribuirse, en parte, a la tendencia conservadora del inversor español, que tradicionalmente ha preferido productos más conocidos como la renta fija soberana o los depósitos.
Por otra parte, quizás existe cierta falta de conocimiento en torno a estos productos, una cuestión que no debería interpretarse como una barrera insalvable, sino como una oportunidad. La creciente sofisticación del inversor español y el interés por alternativas que ofrezcan una mejor rentabilidad ajustada al riesgo y los beneficios de la diversificación, especialmente cuando hay volatilidad, pueden allanar el camino para una mayor aceptación de los CLO en el país.
Si bien los CLO ofrecen oportunidades evidentes, el aumento de la participación de los inversores en España dependerá en gran medida del esfuerzo de los asesores financieros y gestores de activos para educar sobre su funcionamiento y ventajas. Es fundamental desmontar los mitos que rodean a estos productos y presentar los CLO como lo que realmente son: un producto de inversión sofisticado, pero accesible para aquellos que buscan rentabilidades atractivas con un control de riesgo bien definido.
En definitiva, el mercado español tiene ante sí una oportunidad para descubrir y aprovechar los beneficios de los CLO. Con una mayor difusión y conocimiento, estos activos podrían convertirse en un elemento clave dentro de las estrategias de inversión de muchos inversores en los próximos años.