Tras un 2025 marcado por la resiliencia de las bolsas pese a la volatilidad geopolítica y los ajustes en las expectativas de tipos, ¿cómo describirías el escenario actual de los mercados? ¿Crees que el ciclo alcista de la renta variable puede mantenerse o entramos en una fase más lateral?
En nuestra opinión es que estamos en un momento de cierta complacencia quizás, donde se nos han olvidado cuestiones que nos preocupaban hace unos meses, como por ejemplo el tema arancelario, donde todavía pueden quedar impacto desde el punto de vista de la inflación por ver.
Estamos en un momento también de espera. La espera a la que nos obliga el hecho de que no contamos con datos, que hay ceguera, pues como consecuencia de ese cierre del gobierno federal americano, y donde creemos que puede quedar quizá algo por cotizar dentro del ciclo de inteligencia artificial. Pero sí que es verdad que hay, ciertamente, muchas inversiones puestas en precio.
Dicho lo cual, en positivo, los beneficios empresariales que han seguido sorprendiendo, y lo cierto es que este arranque de la temporada del tercer trimestre va en ese mismo sentido. En tanto en cuanto la economía aguante, y de momento lo hace por la micro y por la macro, puede tener continuidad justo este ciclo de subidas que estamos viendo, pero ojo, porque ya no tenemos catalizadores como teníamos a comienzo de año y nos hemos ido olvidando de los riesgos.
En este entorno en el que los bancos centrales parecen acercarse al final del ciclo restrictivo, ¿dónde veis en Andbank las oportunidades más claras en renta fija? ¿Sigue siendo un activo atractivo o el mercado ya ha descontado buena parte del recorrido?
Para nosotros, la renta fija sigue siendo un activo atractivo, y lo es sobre todo por el hecho de que los cupones, las rentabilidades, siguen siendo un apoyo claro. Hace años, pues cuando los bancos centrales empezaron a subir los tipos de interés, recuperamos un activo en el que poder invertir, y es un activo que todavía, aunque haya parte cotizado, y particularmente en la curva europea, donde ya el Banco Central Europeo ha hecho su trabajo en lo que tiene que ver con los tipos de interés, y con esa parte cortada de la curva, pero todavía en Estados Unidos nos queda por caminar en el sentido de más relajación desde el punto de vista de los tipos.
En renta fija gubernamental, optaríamos por duraciones intermedias. Los cortos plazos tienen ya mucho puesto en precio, mientras que en los largos plazos, pues puede quedar algo de riesgo, pero hay que aprovechar esa positivización de las curvas, que nos hace que, con una mayor pendiente a la curva, pues el ir ganando duración sea una oportunidad interesante. No debemos dejar de lado oportunidades de corte táctico, incluso estratégico, como puede ser por ejemplo cierta tensión, como se ha dado puntualmente relación con la curva francesa, donde el tema político ha estado y sigue estando todavía muy enrarecido, pero esto le ha llevado a unos niveles que no tienen nada que ver con su calificación crediticia, y por lo tanto, pues una oportunidad interesante.
En crédito, también nos gusta, sigue pagando. Sí que es cierto que cuando pensamos lo que puede compensar aquellos activos de más riesgo, de menor calificación crediticia, ya no paga tanto el riesgo asumido, con lo cual adoptaríamos una inversión de carácter más prudente.
Y, sobre todo, seguir siendo selectivos, porque hay muchas empresas o sectores que siguen afectados por ciertos riesgos, como pueden tener que ver con el tema arancelario, con el tema proteccionista, y que pueden sufrir todavía algo más, mientras que en otros, pues seguimos viendo oportunidades, por ejemplo, la parte más defensiva dentro de las carteras.
La tecnología y la inteligencia artificial han sido grandes motores del mercado, pero también hay cierto debate sobre valoraciones exigentes. Desde vuestra estrategia, ¿veis sentido en mantener la sobreexposición al sector o preferís rotar hacia temáticas más defensivas o cíclicas?
Todos coincidimos en que la Inteligencia Artificial es un cambio de paradigma y es un cambio de paradigma que va a durar un tiempo. Y todavía quizá no esté todo puesto en precio, pero es verdad que estamos empezando a comprar valoraciones de 2026, o incluso 2027. Y todo esto se tiene que ir verificando en el tiempo. De momento, lo cierto es que los resultados acompañan, y no se puede echar en cara que las siete magníficas, pues son las que tiran más del índice americano, y que las inversiones anunciadas son muy significativas.
Pero sí que es verdad que hay que tener cuidado primero, con ese cumplimiento por parte de los objetivos, y por otra parte, con esa rentabilización de las inversiones, y además, también el hecho de que estamos empezando a ver cierta circularidad en las inversiones; es decir, un proveedor que invierte en el cliente para que el cliente le compre al proveedor. Si esto no lo rentabilizan, nos podemos estar encontrando aquí quizá con un punto de burbuja.
Creemos que dentro de la temática de inteligencia artificial, hay muchas vías para poder jugarlo, y hay vías muy asociadas, como puede ser, por ejemplo, el tema de, no solo los semiconductores, sino también la parte de software. Y, además de eso, indudablemente, la diversificación hacia otros sectores, que creemos que se han dejado olvidados, como por ejemplo, algunos de corte más defensivo, como la parte de salud, y que donde incluso, la inversión en grandes compañías puede ser muy rentable y con menos riesgo, pero creemos que hay que combinar. Desde la inteligencia artificial, sí, con ciertas cautelas, yendo hacia una exposición quizá indirecta, y además incorporar sectores defensivos como salud.
En términos de asignación de activos, ¿qué equilibrio consideráis adecuado entre renta variable, renta fija y liquidez para los próximos meses? ¿Qué peso debe tener la diversificación internacional ante las diferencias de crecimiento entre EEUU, Europa y Asia?
En este momento, optaríamos por una visión moderada en relación con la renta variable, con los activos de riesgo en general. Y luego cada uno de los inversores tiene que adaptarlo en función de su nivel de riesgo.
No estaríamos muy sobreexpuestos a lo que tiene que ver con renta variable, por lo que antes comentábamos; es decir, los beneficios de momento están cumpliendo, no vimos grandes desequilibrios, ni desde la parte de concesión de crédito, ni tampoco de la parte de endeudamiento de los hogares, o de las empresas. Pero sí que seguimos viendo desequilibrios, por ejemplo, en la parte gubernamental, y vemos riesgos geopolíticos que para nada están resueltos, incluso problemas desde el punto de vista de calidad institucional en países que sin duda son clave como Estados Unidos. Y por lo tanto esa aproximación constructiva, pero en este momento neutral, casi de espera.
En la parte de renta fija, como antes decíamos, renta fija sí, porque paga, porque nos ayuda a construir esa parte más estable de las carteras, no asumiendo riesgos excesivos, porque podemos encontrarnos con que quizás tenemos una desaceleración más acusada en Estados Unidos, esto nos puede llevar a que los beneficios se vean comprometidos, y esto acaba afectando al crédito. Así que también una construcción moderada, y dejar liquidez, por qué pueden surgir oportunidades. No sería descabellado pensar que pueda haber recortes dentro de los mercados del orden del 10%, que no supone romperse nada, y poder aprovechar esa liquidez para poder entrar.
Así que una visión entre moderada y cauta en general, pero siendo conscientes de que todavía la liquidez existente en el sistema apoya el hecho de que los activos, si los beneficios cumplen, sigan comportándose.