Por ello, a la hora de invertir en renta variable
, especialmente en española, es mejor decantarse por fondos de gestión activa, de selecciones de compañías. Por suerte en España tenemos buenas gestoras activas, como EDM, Bestinver o el fondo que gestiona Gonzalo Lardíes. A pesar de que la renta variable nacional ha corregido, hay fondos de selección de compañías que sí han acabado en positivo. Lo que pasa con la bolsa española es lo que pasa con nuestra propia economía, es decir, que estamos pasando un momento complicado y la recesión puede alargarse a 2014. En esta situación delicada, cualquier nubarrón –Chipre, Italia, Eslovenia- supone turbulencias en nuestro mercado, especialmente en bolsa.


¿Es momento de estar en renta variable española? Excepto para inversores muy arriesgados, para el resto es mejor estar en acciones de compañías nacionales a través de fondos de renta variable europea que tenga algunas posiciones en valores españoles.

Al cierre del primer trimestre la rentabilidad media de los fondos garantizados no ha superado el 0,10%. Es una rentabilidad muy pobre. Tener cautivo mi dinero en estos fondos no me gusta, aunque tienen algo atractivo, y es que me garantizan el capital invertido a pesar de las oscilaciones en los mercados. Eso sí, tendré que tener en cuenta la inflación durante el periodo en el que mi dinero ha estado cautivo en estos fondos y también el coste de oportunidad por no tenerlo en otras alternativas de inversión.
Nos gusta la libertad para el patrimonio, por lo que, aunque haya algunos fondos garantizados atractivos en ciertos momentos, hay que leerse la letra pequeña porque el coste de la garantía y los costes de entrada y salida, pueden hacerlos poco rentables.

Los fondos de renta variable de Turquía y Japón son los que más rentabilidad han dado en los últimos 12 meses. En Turquía esto es debido a que el país ha evitado entrar en recesión económica, algo que han recogido los mercados de renta variable. Además, la tasa de paro en el país está por debajo del 10% y han mejorado su balanza comercial enfocando su crecimiento hacia la demanda externa. Aquí le ha podido beneficiar la caída de la lira turca frente a otras divisas.
Sin embargo, si nos fijamos en el presente, vemos un repunte de la inflación por encima del 6-7%, lo que se refleja en los bonos de largo plazo con unos tipos de interés bastante elevados. Por ello, el margen de maniobra que pueden tener las autoridades turcas es restringido y, lo más importante, la balanza por cuenta corriente es muy deficitaria –a pesar de la mejora de la balanza comercial-, por ello, Turquía depende del capital extranjero y, si hay turbulencias, podría sufrir. ¿Turquía es una buena oportunidad de inversión? “lo pudo ser en el pasado, sobre todo en compañías exportadoras, pero ahora mismo no optaría por invertir en un fondo de inversión puro en Turquía, mejor a través de un fondo global emergente o un fondo de nuevas fronteras, por ejemplo, un fondo de Franklin Templeton. Habría que tener en cuenta que esta inversión sería bastante especulativa.

Se habla mucho de la recuperación del sector inmobiliario estadounidense. ¿Deberíamos fijarnos en los fondos de real estate americanos? Sí. Llevamos tiempo recomendando invertir en el mercado inmobiliario norteamericano. Para ello, se cuenta con dos alternativas: invertir directamente en inmuebles o invertir en acciones del sector inmobiliario. Está repuntando el precio de la vivienda y existe una recuperación de la venta de viviendas ya construidas, lo que es dinamizador de la economía norteamericana.
Nos gustan los fondos de renta variable del sector inmobiliario americano y también a través de los fondos rates o de sociedades inmobiliarias que tratan de obtener su rentabilidad por el alquiler de inmuebles –como la SOCIMIs españolas- y que cuentan con excepciones fiscales. La rentabilidad por dividendo de las rates es muy atractiva.

Para los inversores conservadores aconseja los fondos monetarios con cierto peso en depósitos de empresas financieras españolas de primera línea y que tengan unos costes de gestión baja. La rentabilidad esperada es del 3% para este año, por encima de lo que nos pueden ofrecer los depósitos.

Para los inversores moderados recomendamos fondos de renta fija flexible que tenga también deuda pública y privada española y renta fija mixta defensiva.

Para los inversores más agresivos recomendamos los fondos mixtos flexibles y la renta variable norteamericana y europea.