¿Cuáles son los retos de la banca en 2017?

Primero cabe comentar qué amenazas tiene el sector. Con qué está luchando el sector para traducirlo en los retos de cara al futuro. La cuestión que tiene de entorno es cubrir cuáles son los hábitos de los clientes, que a nivel mundial han ido cambiando y en particular en España. Sorprende que este año la utilización del móvil ha crecido más de un 60%, la utilización de la banca online ha crecido cerca de un 60% este año, los cajeros automáticos están por todos los sitios e internet ya es una herramienta más para todos los clientes. Esto hace que los hábitos de los clientes vayan cambiando y que de dos o tres años a esta parte hayan cambiado de forma sustancial.

En segundo lugar, los nuevos entrantes. La figura de las fintech que emergen como Apple, Google, Facebook, que de pronto quieren entrar en banca. Son cosas de hace pocos meses. Luego están aspectos de perfil bancario que están también en el entorno. Uno es la regulación y otro es los tipos de interés, que juegan en esta película. Con estos cuatro factores el reto de la banca española se llama rentabilidad y sobrevivir. Ese es el reto que tiene la banca. Y ese reto lo ha tratado de solventar con una reestructuración espectacular. Solo basta ver la reducción del número de oficinas en más de un 30% desde el 2008. Han pasado de 46.000 oficinas a escasamente 30.000 ahora. El número de empleados se ha reducido más de un 30% también. Desde 280.000 empleados a menos de 2.000 en este momento. Es decir, 80.000 empleos menos en la banca en este periodo escaso de 7 u 8 años.

Todo ello de la mano de los bajos tipos de interés que siguen amenazando con prolongarse durante más tiempo. Así lo hizo saber Draghi durante su última comparecencia. En este sentido, ¿vamos a un cambio de negocio en la banca en la que dar créditos ya no les es tan rentable como hasta ahora?

Mi respuesta es contundente: no. Los tipos de interés es cierto que en los últimos ocho años o más desde 2008 cayeron sustancialmente. Pero si leemos las noticias de ayer ya Estados Unidos empieza a cambiar los tipos de interés y ya Europa no se va a quedar atrás tampoco. No va a ser un incremento hasta el 6% de 2008, pero la subida de la Fed y las intenciones para el año que viene muestran el camino. Europa de una forma u otra lo acompañará. Yendo a la pregunta de partida, la banca seguirá dando crédito. Se necesita un entorno financiero que permita desarrollar la actividad económica y por tanto la banca seguirá siendo un elemento importante en nuestro marco económico general.

¿Qué palancas podrían mejorar la rentabilidad de las entidades financieras españolas? ¿Recorte de ingresos, subir comisiones, fusiones… como aconseja el BoE, el BCE o el Bando de España?

Creo que la rentabilidad se compone de ingresos y costes. El eje de ingresos lo que están tratando de hacer todas las entidades y soy un fiel ferviente creyente de que tienen que crecer las comisiones. Es un elemento muy sensible, pero es cierto que se debe de cobrar por determinados servicios.

¿Por cuáles?

Servicios desde facilitar una gestión o un asesoramiento determinado, determinados productos que se utilizan en banca tienen un determinado coste y el cliente tiene que ser cada vez más sensible a que determinadas cosas bien ofrecidas se puede pagar algo. Presumiblemente no los precios que se estaban demandando anteriormente, pero sí que ese componente de dar algo a cambio de pagar algo de manera directa o indirecta creo que es una mecánica que va a seguir existiendo y por lo tanto el capítulo de comisiones será un capítulo en el que los próximos meses lo iremos viendo de forma más palpable. También nuevos productos. La banca se va a convertir cada vez más incorporando nuevos productos financieros o no tan próximos a lo tradicional. Productos que son próximos al entorno financiero pero que son derivados del mismo. Cada vez más la banca se va a incorporar a esos productos. Esa combinación de cobrar por los servicios y nuevos productos va a trabajar el eje de ingresos. Luego hay que trabajar el eje de costes. Aquí hay dos aspectos fundamentales. Uno es la propia infraestructura, su esquema de oficinas. Ha hecho un esfuerzo importante, pero lo tendrá que seguir haciendo y también muy motivado por el nuevo cliente que existe que ya no va a la oficina. Hay un colectivo de personas que no necesariamente tiene que ir a la oficina pero sí que tiene que seguir demandando un servicio de atención. Por tanto tendrá que ir modulando la banca su modelo de aproximación al cliente.

Sobre todo con la llegada de los millenials, que es otro de los debates que está encima de la mesa…

Absolutamente. Los millenials son un colectivo creciente y que existe. Necesariamente la banca tiene que contar con ellos. La cuestión es cómo incorpora a esta figura a estos millenials en su entorno de banca y qué servicio le tiene que dar. El millenial tiene que percibir que se le da algo especial. Ahora estamos en ese sarampión que no se sabe muy bien. De repente aparecen fintech y entonces el millenial dice, esto es lo mejor. El banco es una entidad obsoleta antigua… Pero la realidad es que están cambiando las cosas y la banca está evolucionando. En ese terreno creo que están emergiendo figuras, esquemas muy interesantes, que están haciendo que este componente de oficina se vaya adaptando más a esa figura que acaba de mencionar: al millenial y al resto de clientes.

Otro de los asuntos en la mesa de debate es la integración del sector financiero. ¿Cuáles son los movimientos corporativos que ve más factibles dentro del escenario que tenemos actualmente?

Creo que nadie tiene la solución a día de hoy. Hay un criterio básico para que se produzca este esquema de concentración que creo que se seguirá produciendo, pero no sé de qué forma ni cuándo. El criterio lo va a marcar la rentabilidad. Se verá en los próximos meses las cartas que tenemos encima de la mesa y quienes ofrecen una rentabilidad interesante  y quiénes no. Se habla mucho ahora de Popular o de bancas más medianas. Pero sí es cierto que la componente de rentabilidad va a forzar a unos y otros a jugar a las cartas. Y veremos esquemas donde se dice que va a ser BBVA o Santander o qué va a pasar con Bankia, que se va a privatizar en un par de años. Son aspectos que a día de hoy no sabemos cómo será la foto dentro de tres años. Habrá una reducción seguro. Otra cosa es cómo se producirá esa reducción. La variable rentabilidad va a ser el eje que va a marcar esos pasos y ese movimiento de figuras.

¿Cree que el BCE es el gran enemigo de la banca? Lo digo porque hemos oído decir a Draghi que su política de QE no está perjudicando al sector financiero. ¿Qué opina al respecto?

Es difícil. Los movimientos macro son complicados de aterrizarlos y tienes que jugar con lo que tienes en el corto y medio plazo. Creo que Europa estará muy al tanto de lo que suceda en el mercado americano. Con el nuevo presidente, que está marcando nuevas directrices, va a marcar un camino a seguir y Europa no va a ser ajeno a ese camino a seguir. Por tanto, al día de hoy lo que se esté diciendo o lo que se haya dicho en las últimas semanas creo que no tenemos todavía que trabajar con ello. Creo que en el aire se solventarán algunas de las cuestiones y los comentarios de Draghi se modulen.

El sector bancario es muy gregario. En este sentido, ¿puede sufrir la incertidumbre de sus homólogos en este caso de la banca italiana?

Mi punto es que la banca española está haciendo unos puntos importantes y es referencia en Europa. Me da la sensación que los movimientos que se van a producir no solo en Italia, sino también en otros países europeos, no necesariamente van a tener una repercusión directa en España porque va por delante en muchas cosas. Tiene muchas cosas que hacer pero tenemos una banca genuinamente comparada con otras del entorno muy potente.

Por último le voy a hacer una pregunta sobre lo que comentaba anteriormente de digitalización, fintech y tecnología. ¿Cree que el desarrollo tecnológico marcará qué bancos sobreviven y cuáles no?

Pienso que sí y lo digo sinceramente. Una variable que va a ser fundamental en los próximos tres años va a ser la capacidad que las entidades financieras tengan de explotar toda su información. Y, sobre todo, la información que está cada vez tomando un volumen mayor que es toda esa información de perfiles estructurados. Todas esas conversaciones, todos esos intercambios de emalis, de twitter, de whatsapp, hay una información riquísima que las entidades que sepan explotarla, identificando tendencias, nichos, aprender como modular a los empleados para acceder a los millenials, que la tecnología nos permite trabajar. Aquellas entidades que se muevan en esa dirección pienso que apuntarán mejor sus pasos futuros y serán los ganadores de la película y los que tengan algo que decir en ese mapa que me preguntaba hace un momento.