Nosotros diferenciaríamos entre corto plazo y medio plazo. Grecia es un elemento de incertidumbre, pesa más negativa que positiva sobre los mercados a corto plazo. Sobre esto, poco podemos hacer salvo la infraponderación de países más expuestos altema griego: Grecia, Portugal, España e Italia. Y el tema del QE del BCE ha pesado de forma positiva en el último año en los mercados financieros y creemos que seguirá afectando de forma positiva este año. Hay más liquidez. Los tipos se mantendrán bajos hasta 2016, a todos eso se ha añadido los bajos precios del rudo, lo que continuará sirviendo de soporte a las bolsas.


Es cierto que el mercado europeo ha subido pero el bajo euro, los bajos tipos de interés y sobre todo el crudo, favorecerán y servirán de soporte a las bolsas. A esto se une la falta de alternativas.
El inversor se encuentra en un escenario de falta de alternativas proveniente sobre todo de los activos considerados como más seguros – como la renta fija – yse está derivando a valores de bolsa pero aquellos que dan unas características similares a los bonos como cuentas y balances sólidos, que pagan dividendos y cuyas cuentas de resultados parecen indicar que seguirán creciendo en el futuro.

Después de un 2014 en el que el beneficio de las empresas fue del 12% las expectativas para 2015 son altas pero asumibles. Las empresas se ven apoyadas por la liquidez, bajos tipos de interés que les permitirán endeudarse y a ello se suma el factor euro. En cuanto a dividendos, actualmente el mercado europeo descuenta un 3.5% de rentabilidad por dividendo, cuando un bonos a 10 años español da el 1%.

Es cierto que tenemos cierta ponderación en países nórdicos pero en conjunto los países que más pesan en cartera son los países core. Francia, Reino Unido y Alemania suponen un 60% del peso de nuestras carteras.

En próximos meses nos gustan los sectores más cíclicos, bancos domésticos, empresas europeas con alta exposición a mercado americano y además compañías con ciertas características similares a los bonos: balances fuertes, cuentas de resultados sólidas y que están pagando una atractiva rentabilidad por dividendo.