En los mercados financieros existe un flujo de indicadores de sentimiento a participantes de mercado que le preguntan sobre su postura sobre el mercado de acciones (alcistas, bajistas o neutrales) para un determinado periodo. Estas encuestas se utilizan como un indicador contrario. Es decir, cuando los participantes se muestran muy alcistas se apunta a que un mercado está en modo eufórico y próximo a un techo de mercado. De manera inversa, cuando las lecturas son muy bajistas se apunta a que los participantes han capitulado y solo queda subir encontrándose próximo el suelo de mercado.

Sin embargo, la teoría de la opinión contraria basada en las encuestas a inversores minoristas no funciona nada bien. En el artículo de la zona premium “El particular no es tonto, es prudente” poníamos de manifiesto que las lecturas extremas de sentimiento no se alcanzan de sopetón y que, mientras tanto, la mejor opción es hacer caso a los minoristas que con una actitud prudente han sido capaces de esquivar grandes descalabros del mercado como el ocurrido en 2008.
Indicador de sentimiento y posicionamiento de mercado de estrategiasdeinversion.com

Fuente: AAII, CBOE y elaboración propia

Una cosa es lo que se dice en las encuestas y otra cosa es lo que se hace. De esta manera, para saber bien cuando nos encontramos en un extremo de mercado tendremos que encontrar que existe una confluencia entre lo que se dice (las encuestas) y lo que se hace (la posición en el mercado). Para saber la posición que toma el inversor particular nos podemos asomar al ratio put/call que refleja el cociente entre las puts y las calls negociadas. Cuando las puts negociadas disminuyen respecto a las opciones call nos encontramos a un inversor minorista que teme poco a las caídas y que necesita cubrir su cartera o que simplemente descarta ponerse corto en mercado (para entender mejor el ratio ver “El barco se puede hundir, demasiados alcistas dentro”).

Para no extendernos hasta la eternidad vamos rápido. Creamos un indicador de sentimiento