Algunas ideas del Informe…
 
·         los depósitos bancarios han disminuido ligeramente en 2014 (cerca de un 1 %), al tiempo que aumentaron significativamente las participaciones en fondos de inversión, buena parte de ellos comercializados por los propios bancos

·         el margen de intereses se ha incrementado respecto al año anterior como consecuencia de los menores costes de financiación.

·         las entidades españolas han reducido de manera significativa sus oficinas y, en menor medida, sus empleados, pero, en comparación con otros sistemas bancarios de nuestro entorno, los bancos españoles siguen teniendo más oficinas y de un tamaño bastante menor.

·         la persistencia del entorno de tipos de interés muy bajos, junto con la existencia todavía de un volumen significativo de activos improductivos

·         (dudosos y adjudicados), va a seguir presionando sustancialmente la cuenta de resultados en los próximos años, lo que va a forzar a las entidades a una reflexión estratégica sobre el modelo de negocio que es sostenible a medio plazo y la combinación óptima de empleados y oficinas que necesitan para alcanzar dicha sostenibilidad.
 
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Literalmente….
 
En los mercados financieros internacionales, la mayor volatilidad que predominó hasta
enero de 2015 desde el anterior IEF fue sustituida por un clima de mayor optimismo desde
el anuncio de la ampliación del programa de compras de activos del BCE a la deuda soberana.
En este contexto, se ha mantenido la tendencia descendente de las rentabilidades
de las deudas soberanas en la zona del euro, que han alcanzado mínimos históricos. En
España, la rentabilidad del bono a 10 años se situó en el 1,3 % a finales de abril (habiendo
alcanzado su mínimo en el 1,14 % durante el mes de marzo), y su diferencial frente a la
referencia alemana disminuyó ligeramente hasta los 115 puntos básicos en la misma fecha
(88 puntos básicos respecto a su mínimo en marzo).
 
Continúa la recuperación económica en nuestro país, que ganó un mayor vigor en el último
tramo del pasado ejercicio y en los primeros meses de 2015, situándose el crecimiento
intertrimestral del PIB en el 0,9 % en el primer trimestre de este año, según la estimación
avance del INE. Esta evolución ha venido acompañada de un mayor dinamismo del empleo.
A medio plazo se prevé una prolongación de la pauta expansiva, si bien estas perspectivas
favorables no están exentas de riesgos a la baja sobre el crecimiento económico,
ligados tanto a factores externos como internos.
 
En este contexto de mejora de las condiciones financieras y de recuperación de la economía
real, el saldo agregado del crédito al sector privado residente en España ha continuado
descendiendo en 2014, aunque se ha moderado su tasa de caída (en casi dos puntos
porcentuales, desde el 8,3 % de 2013 al 6,4 % de 2014). Esta moderación en el ritmo de
descenso se observó de forma generalizada entre las entidades de depósito. Asimismo,
la menor caída del crédito es perceptible tanto para el crédito a familias como, especialmente,
para el crédito a empresas no financieras que realizan actividades distintas de las
de construcción e inmobiliarias.
 
El año 2014 ha sido el primero desde el comienzo de la crisis en que los activos dudosos del
crédito al sector privado residente han descendido en términos absolutos (en más de 24.000
millones de euros a lo largo del año, un 12,6 % en tasa interanual). Esta caída de los activos
dudosos se observa tanto para el crédito concedido a las familias como en el otorgado a empresas
no financieras, y dentro de éstas, es generalizada por sectores de actividad. Asimismo,
el mencionado descenso se observó de forma generalizada entre las entidades de depósito.
 
La disminución de los activos dudosos posibilitó una evolución favorable de la ratio de
dudosos a lo largo de 2014, que se ha traducido en un descenso interanual de casi un
punto porcentual en los últimos datos disponibles. Esta caída de la ratio de dudosos en el
último año es perceptible para familias y para empresas no financieras.
 
Asimismo, ha continuado reduciéndose la apelación bruta a la financiación del Eurosistema,
en mayor medida para las entidades españolas que para las europeas. En cuanto a la financiación
minorista, se observa una cierta recomposición de los instrumentos en los que las
familias y las empresas no financieras están materializando su ahorro, en respuesta al contexto
de tipos de interés muy bajos. Así, los depósitos bancarios han disminuido ligeramente
en 2014 (cerca de un 1 %), al tiempo que aumentaron significativamente las participaciones
en fondos de inversión, buena parte de ellos comercializados por los propios bancos.
 
En 2014 ha continuado la recuperación de los resultados de los bancos españoles iniciada
el año anterior. Pese al entorno de reducida actividad y bajos tipos de interés, el margen
de intereses se ha incrementado respecto al año anterior como consecuencia de los menores
costes de financiación. Asimismo, la contención en los gastos de explotación y el
descenso en las pérdidas por deterioro de activos, contribuyen a la mejora de los resultados
registrada en 2014. El Informe muestra que las entidades españolas han reducido de
manera significativa sus oficinas y, en menor medida, sus empleados, pero, en comparación
con otros sistemas bancarios de nuestro entorno, los bancos españoles siguen teniendo
más oficinas y de un tamaño bastante menor.
 
A pesar de la recuperación de la rentabilidad, la persistencia del entorno de tipos de interés
muy bajos, junto con la existencia todavía de un volumen significativo de activos improductivos
(dudosos y adjudicados), va a seguir presionando sustancialmente la cuenta de resultados
en los próximos años, lo que va a forzar a las entidades a una reflexión estratégica
sobre el modelo de negocio que es sostenible a medio plazo y la combinación óptima de
empleados y oficinas que necesitan para alcanzar dicha sostenibilidad.
 
En diciembre de 2014, la ratio de capital ordinario de nivel 1 (CET1), el de máxima calidad,
se situó en el 11,8 %, superando con holgura los mínimos regulatorios. En relación a la
solvencia, en el presente Informe se incluye un análisis estructural más detallado de la exposición
total, los activos ponderados por riesgo (APRs), y su densidad (es decir, el peso
relativo de los APRs sobre la exposición total), a nivel de cartera y de método de cálculo
(estándar o IRB, usando los modelos internos de las entidades).
 
En definitiva, desde el anterior IEF, la mejora en los mercados financieros y en la economía
española ha permitido a las entidades de depósito españolas afianzar su recuperación, con
una evolución favorable de la rentabilidad, aunque lejos todavía de los niveles anteriores a
la crisis, y con unas ratios de solvencia elevadas. No obstante, el entorno de bajos tipos de
interés plantea retos importantes a los bancos españoles en los próximos años, que deberán
seguir mejorando su eficiencia operativa y gestionar adecuadamente sus riesgos.
 
José Luis Martínez Campuzano
Estratega de Citi en España