El sector bancario sigue sin levantar cabeza en Estados Unidos. La decisión de la Reserva Federal de retrasar la subida de tipos de interés ha supuesto un auténtico jarro de agua fría para estas entidades.
Las caídas son una reacción clásica cuando hay un atentado. Todavía no hay información clara pero lo lógico es que al producirse antes de la apertura, se trasladen las caídas. Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter reconoce que hay que tener la cabeza fría en estos casos porque el hecho de que haya un nuevo atentado no hará que cambie la perspectiva de hoteleras y aerolíneas, a menos que se trate de un nuevo contexto de riesgos terroristas.
Las compañías que han publicado tienen importancia baja y tendremos concentrada la emoción en la última hora de la sesión, que es cuando vencen futuros y opciones.
Creo que la clave absoluta es Draghi aunque sabemos lo que va a hacer: Va a subir el plan de estímulos de 60.000 millones a 80.000 millones y también reducirá el tipo de depósito. Pero este tipo de medida cuestiona el beneficio de los bancos.
“Hay que ir tomando decisiones según se suceden los acontecimientos. Aunque tomar más riesgos con empresa con exposición a emergentes o con ingresos no tan seguros no son una buena opción”.
El mercado abre en negativo con la banca en el punto de mira. ¿Está la situación para tomar posiciones? No nos podemos ir fijando en cada sesión si el mercado cae o sube. Nosotros hemos dicho que había que esperar la actuación de los bancos centrales y de distintas formas han intervenido, después ha habido una recuperación notable y lo que toca esta semana es una consolidación de niveles que suele significar que el mercado se queda parado o corrige tímidamente.
Sí últimamente estoy preocupado pero ya desde agosto. Creo que esto tiene mejor pinta de lo que dicen y lo que parece. Creo que uno tiene que formarse criterio a medio plazo. Los particulares tienen que mirar qué hacer con su patrimonio de uno a tres años.
Si esta semana o la que viene el mercado se estabiliza, aunque no hubiera razones objetivas para pensar en un cambio de ciclo, habría que ir pensando en ello porque hay situaciones en las que el mercado sufre mucho, lo que afecta a la confianza, al consumo y, en definitiva, al ciclo. Hay factores que “me han pillado por sorpresa, porque pensaba que 2016 iba a ser brillante pero tampoco pensaba este desarrollo”, reconoce Ramón Forcada, de Bankinter.
No hay nada que no fuera esperable. Sobre la inestabilidad política es cierto que e suna visión muy doméstica. Es una pequeña parte de lo que pesa el resto de mercados. En un mercado alcista España lo hace peor que el resto pero no está sufriendo excesivamente.
La situación la veo con más tranquilidad que el resto de la gente. “Conviene no perder de vista que estamos en un ciclo económico expansivo, con la inyección de liquidez que ello supone y, donde tarde o temprano, el dinero llegará a la bolsa”, reconoce Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter.