¿Qué oportunidades para la gestión activa deja un escenario como el actual?

Las oportunidades vienen porque cuando tienes un mercado que te está descontando un escenario cuasi recesivo, que es en lo que se traduce la caída de las bolsas del año pasado (desde los máximos de 2017, en el caso de la Bolsa española cayó un 20%), las oportunidades las vemos porque pensamos que el mercado es pendular y suele irse a los extremos.

Están saliendo datos realmente malos pero también hay otros, sobretodo de los indicadores adelantados, que están rebotando, como los PMIs de servicios. No todo es malo.

Estamos normalizando un escenario que se había ido hacia el extremo más tremendista, descontando una recesión. Ahí es donde se generan las oportunidades.

Uno de los sectores más penalizados ha sido la automoción que mantiene potenciales que van desde el 40 hasta el 100%. Una de sus mayores apuestas es CIE Automotive. También tenéis Renault. ¿Cuál es la estrategia para diferenciar el grano de la paja?

En un sector que afronta fuertes cambios, prácticamente disruptivos (nuevos motores, vehículos autónomos, regulación medioambiental…) con márgenes pequeños como los de la automoción, el sector sufre. Hemos visto como toda la cadena sufre.

Sucede que no tiene el mismo impacto en alguien que monta coche que el que hace las piezas de ese coche. Ahí es donde encontramos las oportunidades.

Ahí es dónde CIE nos parece una oportunidad porque a CIE le han castigado como si fuera un ensamblador. Y cuando ves la diversificación geográfica por producto y cliente, está mucho mejor preparada e incluso se puede  beneficiar de los cambios, porque quizá CIE tiene que hacer esas piezas. Eso es una oportunidad.

Cuando el mercado alcanza niveles de pánico no suele discriminar y ahí es dónde están las oportunidades.

Renault es otro caso. Hay un momento en el que cotiza prácticamente a lo que vale su participación en Nissan, lo que quiere decir que tienes una serie de negocios que les estás dando valor cero o, incluso, destruyendo valor.

Si se castiga igual a ganadores y perdedores es dónde se genera la oportunidad.

¿Con vista a qué fecha se invierte en CIE?

No somos ni de plazos ni de objetivos de rentabilidad. Para nosotros es invertir en una compañía como para ser un socio industrial. Estoy en un negocio que entiendo, que creo que tiene mucho potencial, que tiene mucha caja y que creo que es una buena inversión.

Una compañía es algo vivo. No nos ponemos objetivos de rentabilidad ni de permanencia. Si es un buen negocio nos quedaremos con ellos.

Con el sector bancario en el punto de mira por la falta de negocio, vosotros estáis invertidos en banca. Principalmente italiana. ¿En qué tipos de activos y con qué vista?

Los bancos centrales no quieren grandes sustos macroeconómicos y limita las expectativas  de tipos y te fastidia el negocio de los bancos. Pero eso ya lo conocemos todos y ya está puesto en los precios y en el valor libros. Ahí es dónde nosotros, un poco como pasa con en la automoción, no todo es igual.

No todos generan la misma oportunidad ni tienen las mismas oportunidades. Algunos están excesivamente castigados por el riesgo país, como el de los bancos italianos. En vista a los resultados que estamos conociendo estos días nos parece que los bancos italianos están mostrando un perfil que puede ser atractivo para la renta variable, pero para la renta fija nos parece muy interesante. ¿Por qué? Porque un banco en 2018 no es un banco de 2008 en términos de balance. Ahora tiene más coberturas, más sólidos, menos riesgos, que ha aprovechado estos años para limpiar los activos tóxicos. Esto al inversor de bonos le da una garantía. Y si además hablamos de bonos de bancos italianos como Unicredito o Intensa,  que te dan esa solvencia y solidez y que además han estado muy penalizados pues es dónde vemos la oportunidad.

El diferencial de un bono de Intesa o de un bono de Unicrédito es notablemente superior a un bono de BBVA.

¿En qué tipo de deuda?

Fundamentalmente en la deuda senior, pero también vemos oportunidades en la deuda subordinada. Es una deuda que prácticamente no ha corrido. No ha subido en cuanto a precios y vemos oportunidades. Y más ahora que estamos viendo resultados que nos están pareciendo excelentes.