javier lopez rovi

La familia López-Belmonte ha incrementado recientemente su participación en la compañía hasta el 63,1%. ¿Cómo queda distribuido el capital?

Así es, tras la ampliación de capital el pasado mes de octubre en la que la participación de Norbel Inversiones quedó diluida pasando del 69,4% al 62,1%, la familia ha vuelto a incrementar su participación hasta el 63.1%. Este aumento en el peso accionarial de la compañía es para nosotros una señal inequívoca hacia los mercados de confianza en el proyecto de Laboratorios Rovi.

El capital queda distribuido de la siguiente manera:

  • Norbel Inversiones, S.L. (vehículo de inversión de la familia López-Belmonte): 63.107%
  • Indumenta Pueri, S.L: 5.057%
  • Wellington Management Group, Llp: 4.924%
  • JO Hambro Capital Management Limited: 4.787%
  • TRowe Price International Funds, Inc: 3.390%
  • Free float: 18.735%

El inversor institucional tiene mucho peso en la estructura de capital. ¿Cómo afecta esto a la liquidez de la acción?

Si bien es cierto que tenemos accionistas significativos que nos acompañan en esta aventura desde hace muchos años (alguno desde la salida a Bolsa en 2007), ROVI ha experimentado una importante rotación de accionistas desde que salió a Bolsa.

Nuestra acción se negocia en gran medida en el mercado de bloques, lo que define a los fondos que invierten en ROVI como un perfil de inversión a largo plazo, desean construirse una posición importante en la compañía y acompañarla en su proyecto de crecimiento. En definitiva, es una inversión que entiende lo que hacemos, es paciente y le gusta esperar para recoger buenos resultados.

Dicho esto, en ROVI no nos olvidamos de la liquidez, tan importante como la fidelidad de nuestros inversores a largo plazo. De hecho, nuestra intención es abrirnos más al accionista minorista. Pensamos que, para el ahorrador o inversor particular, ROVI es una muy buena opción de inversión tanto por potenciales plusvalías a través de revalorización de la acción, como por el dividendo.

Para la compañía es positiva esta combinación de accionistas, que nos aporta diversificación en nuestra estructura accionarial, lo que a la larga se traduce en más estabilidad para la acción.

La Bemiparina es uno de los productos “estrella” de la compañía, con unas ventas de 91,3 millones en 2018 y que impulsó las ventas en España.  ¿Cuál es la distribución geográfica actual?

España es nuestro principal mercado y las ventas alcanzaron 67,4 millones de euros en el territorio nacional en 2018, lo que supone un incremento del 15% con respecto al ejercicio anterior. Las ventas fuera de España alcanzaron los 23,8 millones de euros en 2018. Bemiparina está presente en 56 países fuera de España, siendo los países más relevantes, es decir los que alcanzaron mayor nivel de ventas en 2018, Turquía, Grecia, Italia, Austria, República Checa y Jordania.

¿Qué supondrá para la compañía el registro de Doria en EEUU ante la FDA, prevista para la segunda parte del año?

Supondrá uno de los hitos más importantes de ROVI en los últimos años. Llevamos más de 10 años trabajando para llegar a ese momento. Si nos lo aprobaran, contaríamos con un producto innovador: un inyectable de larga duración para el tratamiento de la esquizofrenia en un mercado de más de 4.000 millones de euros.

Su comercialización se centraría en Estados Unidos y Europa con un potencial de crecimiento muy significativo, debido a la baja penetración de los inyectables de larga duración, y con una previsión de rentabilidad muy alta al tratarse de un nicho de mercado, el de los psiquiatras, reducido que necesita una fuerza de ventas limitada para abordarse.

 

¿En qué van a basar el crecimiento futuro de la compañía?

El crecimiento futuro de ROVI pasa por seguir ejecutando nuestro plan de expansión con el biosimilar de enoxaparina (principal motor de crecimiento en el corto y medio plazo); lanzar, previsiblemente, Doria en Estados Unidos y Europa, si los resultados definitivos de la fase III confirman el avance de resultados positivos ya publicado y nos aprueban el producto en los dos territorios; y apalancar nuestra plataforma de liberación prolongada de fármacos, ISM®, con nuevos candidatos, entre ellos Letrozol, nuestro segundo candidato para el tratamiento del cáncer de mama hormono-dependiente.

¿Tienen en mente abrirse a más países? ¿Dónde está su objetivo?

Con Bemiparina estamos presentes en 56 países fuera de España. Con el biosimilar de enoxaparina estamos presentes en 10 países y tenemos acuerdos firmados para lanzar el producto en 64 países. En los próximos 2/3 años nuestra presencia fuera de España se habrá extendido a 120 países.

¿Cómo van a financiar este crecimiento?

En octubre de 2018, llevamos a cabo una ampliación de capital e incrementamos nuestros fondos propios en 88 millones de euros. El objetivo detrás de esta ampliación era contar con la flexibilidad financiera para hacer frente a la inversión necesaria en este momento transformacional en el que se encuentra ROVI en la actualidad.

A cierre de 31 de marzo tuvieron una deuda de 50,8 millones. ¿Qué objetivos se han planteado en este sentido?

A 31 de marzo teníamos una posición de tesorería bruta de 72,8 millones de euros y una caja neta de 22 millones de euros. Como he comentado anteriormente, la ampliación de capital llevada a cabo en octubre nos permitirá afrontar la nueva fase de crecimiento que estamos atravesando y mantener un balance sólido para ejecutar otras oportunidades con el objetivo de ampliar nuestras ventas y rentabilizar nuestros activos

¿Cuál es la inversión actual en I+D que está haciendo el grupo?

En el ejercicio 2018, el gasto de I+D de la compañía ascendió a 32,4 millones de euros.

¿Prevén volver al reparto de un 35% del beneficio vía dividendos?

Desde la salida a Bolsa de ROVI en el año 2007, la retribución al accionista ha sido siempre del 35% del beneficio neto consolidado. Debido a la fase de expansión en la que ROVI se encuentra, la Junta General de Accionistas ha aprobado la distribución del 25% del beneficio neto consolidado del año 2018. No descartamos volver a repartir el 35% en el futuro; de todas formas, es una decisión que corresponde a la Junta de Accionistas de la compañía.

Rovi sube en el año más del 22%. ¿Cree que si alcanzan estas cifras el mercado seguirá primando el valor de la acción o creen que ya se ha descontado el mejor escenario de la compañía?

ROVI está en una fase transformacional con dos catalizadores de crecimiento muy claros: el biosimilar de enoxaparina y Risperidona-ISM®. Confiamos en que los resultados del estudio de fase III de Risperidona-ISM® sean positivos y que podamos registrar el medicamento en Estados Unidos, ante la FDA, antes de final de año.

Si todo sale bien, una vez despejados los riesgos de investigación y regulatorio, pensamos que el mercado sabrá interpretar positivamente la evolución de la compañía. Confiamos en la potencialidad que tiene nuestro producto en un mercado muy atractivo y, previsiblemente, con un crecimiento alto en los próximos años.

Para nosotros, más que el valor puntual de la acción, es importante trasladar al mercado el proyecto y la potencialidad de los planes estratégicos de la compañía, unido a nuestro modelo de gestión y nuestra visión de futuro a través de la investigación a largo plazo.