Objetivo: reducir el  nivel de endeudamiento. Y si para ello hay que deshacerse de negocios que supondrán la salida definitiva de un mercado, se hace. Al menos parece la estrategia que está siguiendo
Telefónica con su filial británica O2, que podría ser vendida al grupo Hutchison Whampoa, tal y como informaba ayer The Sunday Times.  Pues bien, aunque la operadora ha declinado hacer comentarios, lo cierto es que ya se han puesto cifras sobre la mesa, 
a saber: Varios expertos de la City nombrados por este diario hablan de que el precio de O2 podría situarse alrededor de los 9.000 millones de libras (unos 11.800 millones de euros) aunque es cierto que las conversaciones están en una fase muy inicial. 

Telefónica ha contratado los servicios de UBS para que valore O2 y sus alternativas. Por el momento, la única valoración de O2 está en 9.600 millones de libras (unos 12.580 millones de euros).  O2, que ahora tiene 22 millones de clientes en Reino Unido, era la filial de móviles de BT que Telefónica compró a comienzos de 2006 y que estaba presente, principalmente, en los mercados de Irlanda, Reino Unido y Alemania.
 

Una alternativa, sacarla a bolsa

Eso sí, no es la única alternativa que contempla la operadora que preside César Alierta pues, según los expertos de UBS, en caso de que no haya acuerdo con la compañía de hongkonesa, Telefónica podría colocar O2 en bolsa y utilizar las acciones como moneda de cambio para la fusión.  Cifras arriba o abajo, lo cierto es que esta operación supondría la marcha definitiva de Telefónica de Reino Unido, después de que ya se deshiciera de la filial irlandesa de O2. Precisamente comprada por este mismo grupo. 

Y es que  Hutchison Whampoa se ha convertido en uno de los grupos más activos en el sector telecos, ya que está comprando operadoras por todo el continente. Se hizo en Reino Unido como  Three, cuarto operador de telefonía móvil a lo que se han sumado sus posiciones en Austria, con la compra de la filial de Orange. El grupo está controlado por Li Ka-Shing, segundo hombre más rico de Asia - detrás del presidente de Alibaba, Jack Ma- y tiene intereses en varios países de Europa como Reino Unido, Irlanda, Austria, Italia o Escandinavia.