Hay un debate entre los economistas sobre cuándo  - o si – las nuevas tecnologías generarán un incremento de la productividad, que ha languidecido durante décadas.  A juicio de Allianz Global Investors, si la tecnología gana en impulsar la productividad, las acciones no se benefician automáticamente. Esto genera la necesidad de que los inversores sean muy activos en identificar los futuros ganadores, no pagar en exceso por el crecimiento potencial y, lo más importante, ser lo suficiente paciente para dejar que sus decisiones se materialicen.

Tal y como  muestra el gráfico inferior, los retornos a largo plazo de las acciones sólo coinciden ocasionalmente con una historia de innovaciones tecnológicas – y estos resultados no son consistentes.

 

 

Periodos de rentabilidades superiores a la media siguieron a la introducción de los ordenadores centrales y la energía nuclear en la década de los ´50, el desarrollo de los PC a mediados de los ´70  y el debut de la web y los nuevos teléfonos móviles a comienzos de los ´90.  Periodos de rentabilidades inferiores a la media ocurrieron después de las mayores innovaciones tecnológicas como la invención del teléfono (1876),  el despliegue de la electricidad en los países occidentales (1882) y la invención de automóviles (1886)(, radios (1950) y plásticos (comienzos de los 1930).

Una ventana de oportunidad surgió después de la invención del motor del vapor (1781), la introducción de las vías férreas (1825) y la producción moderna de acero (1850). Aun con todo, esto derivó en períodos de bajos, y a veces negativos, retornos reales. A finales de los 90, muchos inversores en tecnología aprendieron la lección de la forma más complicada.

Las altas valoraciones son la razón clave de por qué la innovación tiene un impacto limitado en el mercado

Pero ¿por qué ne períodos de mayor innovación tecnológica no han coincidido con los de mayores rentabilidades a largo plazo en los mercados? Los expertos de Allianz Global Investors creen que por tres motivos:

  • Lo primero, es importante reiterar que la innovación y la productividad no son idénticas. Cualquier nuevo avance tecnológico puede ayudar a incrementar la productividadpero podría ir acompañado de un sustancial retraso en el tiempo.
  • Segundo, otros factores negativos podrían empañar el impacto positivo de las nuevas tecnologías sobre la productividad. Por ejemplo, la Primera y Segunda Guerra Mundialfueron los mayores eventos globales que retuvieron la productividad en 1910 y 1940, respectivamente.
  • Tercero, y más importante desde una perspectiva de inversión, el problema de la valoración. El PER cíclico del S&P500 (CAPE) fue particularmente alto durante los períodos previos de la innovación tecnológica- como los años “go-go” a mediados de los 1960, y la burbuja de las puntocom a finales de los 90 y comienzos del 2000.Durante períodos como estos, los inversores simplemente sobrepagaron por la oportunidad de disfrutar del potencial crecimiento a futuro, que aumentó la probabilidad de que la rentabilidad del mercadoresultante fuera baja.

Es importante señalar que hoy, el ratio CAPE sobre el S&P500 está de nuevo en un nivel elevado de cerca de dos veces su media de largo plazo, similar al nivel visto en 1929 – que sugiere que la rentabilidad del mercado estadounidense  en la próxima década será baja comparada con su media de largo plazo. ^Por esto, algunos de los grandes drivers del boom mercado estadounidense hay sido algunos de los grandes innovadores tecnológicos como las FAANG: Facebook , Amazon , Netflix y Google.

Aunque muchas de las innovaciones tecnológicas por sí mismas no son necesariamente un buen augurio para las rentabilidades del mercado, los inversores podrían capitalizar la innovación en un sentido más amplio.

La innovación podría tener un fuerte impacto a nivel sector:  El estudio de esta gestor ha encontrado que en el pasado, los sectores disruptores  - aquellos que representan innovaciones tecnológicas – tienden a hacerlo mejor que el resto del mercado durante un largo período de tiempo después de la innovación fuera hecha. A pesar de que el comportamiento pasado no puede predecir resultados futuros, esto podría significar que compañías relacionadas con, por ejemplo, la inteligencia artificial continuaran teniendo un mejor comportamiento mientras las valoraciones no sean excesivas. “Estamos pensando en acciones concretas asociadas a la infraestructuras de Inteligencia Artificial (Big Data, internet de las cosas y servidores en la nube), Apliaciones de inteligencia artificial (robótica y rápido aprendizaje) y todas las industrias adyacentes a la inteligencia artificial (sanidad, transporte y sectores de automoción son solo algunos).

Según aumentan los pasos en innovación, la gestión activa se vuelve más importante

Otra de las implicaciones del mercado a destacar es el paso al que está cambiando hoy en día la tecnología. Consideran  que pasaron en torno a 100 años hasta que los raíles ferroviaros se usaron por la mitad de los países del mundo, pero menos de 10  para que internet fuera adoptado por un número similar de países. Esto muestra que los inversores están tomando menos tiempo en asimilar el impacto de la innovación y para identificar los sectores ganadores, dejando solo aquellas compañías más atractivas en los mismos. La denominada disrupción crecerá de forma muy fuerte.

Sólo el tiempo dirá si las innovaciones tecnológicas ayudan a que la economía global se vuelva estructuralmente más productiva. Sin embargo, la innovación es claramente importante para los inversores aunque  no se traslade a retornos positivos en la inversión. Para identificar futuros ganadores , sugerimos que los inversores tengan un enfoque activo de inversión siendo prudentes con sobrepagar por el crecimiento potencial”. Lo más importante, con todo, es la paciencia.