El pasado viernes fue un ejemplo del agotamiento con el que cuenta el mercado. Tras los fuertes resultados publicados por Amazon y el dato de PIB del segundo trimestre en EEUU, la pregunta que se están haciendo los inversores es qué tienen que mirar ahora. La última nota de Morgan Stanley habla de “una corrección más acusada de la que vimos en febrero que tendrá un impacto más negativo en las carteras centradas en tecnología, consumo discrecional y small caps”.

En el eterno debate entre si estamos ante un buen momento del value o es mejor el growthlo cierto es que, aunque es un juego complicado “si se acierta el timing puede ser algo muy rentable”. De hecho, en el banco de inversión creen que estamos en un momento en el que los sectores de crecimiento están dando paso al value. Y de hecho:

  • El comportamiento relativo sólo ha sido mejor durante la burbuja de las puntocom.
  • La valoracion relativa sólo ha sido más alto durante la burbuja de las puntocom.
  • El crecimiento futuro de los beneficios por acción no justifica el comportamiento relativo hasta la fecha.
  • Si los PMI se dieran la vuelta, sería desproporcionalmente negativo para los sectores de crecimiento vs la inversión en valor.

Con todo, ¿cuáles son los sectores a los que está mirando Morgan Stanley? Entre los defensivos (puros), el de utilities es el único que recomiendan sobreponderar.  Energía, industriales o financiero son otros de los que recomiendan y que ofrecen un sesgo value.

 

 

Dentro de lo que denominan “rotación defensiva”, el pasado 9 de julio decidieron infraponderar al sector tecnología al tiempo que elevaron el de telecos y consumo. Entonces, esperaban que el S&P500 llegar a cotizar en los 2.800-2.825 puntos antes de empezar a caer. Aunque esta estimación no predijo las pérdidas “si nos sugirió que había más riesgo en acciones de tecnología y sector growth en general de lo que se estaba percibiendo”. Por lo tanto, incluso con unos buenos resultados de la compañía la acción podría tener un desempeño decepcionante y ser duramente castigada.  

Unos decepcionantes resultados con respecto a lo que esperaba el consumo lastró fuertemente las acciones de algunas tecnológicas como Facebook o Netflix. Sin embargo, desde Morgan Stanley admiten que el mercado envió algunas señales en las últimas semanas “limitando el daño de los índices cuando Netflix y Facebook cayeron. De hecho, esto simplemente llevó a una sensación de seguridad mayor en el mercado”. Sin embargo, la guinda del pastel fueron las declaraciones entre Juncker y Trump que hicieron que los índices fueran a visitar niveles de resistencia. Esto fue en la sesión del pasado miércoles en cuya última media hora de negociación se manifestó una especie de “pánico comprador”. En este punto, el S&P500 superó los 2.830 puntos fijados como objetivo. No duró mucho pues la sesión del viernes, una lenta pero constante caída hizo que los inversores  ganadores registraran pérdidas. 

Dentro de los sectores que infraponderan, reconocen en el informe, se mezclan defensivos de corte growth y que están caros como el de tecnología, consumo discrecional y REITS. La buena noticia, dicen, es que el value ha comenzado a crecer de forma significativa por encima del growth en la última semana después de uno de los peores períodos en el registro.  Con lo que “creemos que es el turno y no es demasiado tarde para sesgar las carteras en esta dirección”.

En opinión de la entidad, estamos experimentado una rotación del mercado bajista durante este año durante el cual, cada sector en el S&P500, ha tenido caídas significativas a excepción de dos: tecnología y consumo discrecional, influidos por líderes como Amazon, Netflix o Booking. De hecho, el PER del sector de la tecnología en realidad subió un 2% en el año cuando rebajaron su recomendación frente al sector frente a la caída del 10% en el PER del S&P500 en el mismo período mientras el sector de consumo discrecional quedó más o menos plano. Por lo que, dice la nota, el dinero puede pasar de éstos a otros sectores dejando así al S&P500 en torno a los niveles actuales, en lugar de caer en torno a un 10%, tal y como esperaban.

En este punto, quizás la mejor forma de expresar esa rotación en el mercado bajista sea sobreponderando value frente al growth. En su opinión luchar contra un impulso puede ser un juego perdedor pero, cuando las cosas se benefician de estos extremos, es evidente que hay que girar y hacerlo de otra manera.  Primero, las acciones de gran capitalización growth se han comportado mejor que las acciones de gran capitalización  value  sin precedentes  en el pasado inmediato ni en la década anterior.

 

 

En conjunto con el coportamiento, las valoraciones también son extremas con el PER relativo de las Large Cap Growth en su nivel más alto frente a las grandes capitalizaciones del estilo value en doce años.

Muchos argumentarán que las acciones tipo growth han tenido estas valoraciones porque estas compañías están creciendo mucho más rápido. Sin embargo, basado en las previsiones de crecimiento de los BPA, esto no parece ser el caso, tal y como muestra el siguiente gráfico.

 

 

Aquí se muestra el diferencial en el crecimiento del BPA de 12 meses hacia delante entre las acciones de gran capitalización tipo growth y las de tipo value trazando un diferencial en el rendimiento. Basado en ese spread que se abrió el año pasado “pensamos que es  tiempo de una reversión”. Ya sea con las acciones tipo value subiendo más o con las de tipo growth bajando. Estos expertos creen de cualquier forma el value se comportará mejor que el growth y que el diferencial se reducirá entre un 10-15% en los próximos meses.  El Price action del pasado jueves puede ser un buen punto de partida.