La renta variable española se lo toma con calma tras los máximos de la semana pasada y se coloca de nuevo en niveles de apertura y a tiro de piedra de los 10.600 puntos. Una sesión marcada por las ligeras caídas de Europa y la recuperación decidida en Wall Street con todos los ojos de la semana puestos en la reunión del Comité del Mercado Abierto de la Fed.