De rotación de empresas de crecimiento y finanzas a otras más conservadores, de valor y elevada rentabilidad por dividendo, habla el Departamento de Análisis de Bankinter en su estrategia para la segunda mitad del año. Mientras, aunque BlackRock cree que al momentum aún le queda potencial, lo cierto es que el value suma victoria tras victoria. La más reciente, los 12.000 millones de dólares cosechados por Warren Buffett en su inversión en Bank of America

En este contexto, Alex Crooke y Ben Lofthouse, miembros del equipo de Global Equity Income de Janus Henderson, apuntan a Europa como la región más atractiva para las estrategias de inversión en renta variable basadas en la obtención de rentas periódicas.

A la caza y captura de dividendos, sin perder de vista la valoración, y pendientes de flujos de caja atractivos y capacidad de incrementar la remuneración al accionista, estos expertos explican que su posicionamiento centrado en el Viejo Continente “no se basa en una visión macroeconómica, sino que refleja las oportunidades en precio y retorno”.

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Concretamente, dos son los pilares que justifican la elección de Europa y Reino Unido como reyes en este sentido:

La rentabilidad por dividendo prevista en 2017 para Reino Unido y Europa es del 4,1% y el 3,1%, respectivamente. Cifras significativamente más elevadas que el agregado del 2% para Estados Unidos o del 2,1% de Japón”, destacan. Y explican que esto se debe en gran medida a la preferencia de las corporaciones americanas por la recompra de acciones…

A nivel sectorial, continúan, “salud, finanzas y telecomunicaciones parecen mucho más baratas desde una perspectiva de valoración frente a sus comparables internacionales; y, en general, tienen mejores rentabilidades por dividendo que sus homólogos estadounidenses”.

Por otro lado, añaden estos expertos, “las valoraciones europeas también son actualmente más atractivas que las de Estados Unidos. Además, los resultados de las primeras han estado rezagados frente a los de las segundas, con las previsiones a 12 meses un 25% por debajo de los previos a la crisis (un 34% más altos al otro lado del Atlántico)”. Mientras, las expectativas de mejora de beneficios de la Zona Euro y Reino Unido superan a las norteamericanas, dando potencial a las europeas para cerrar la divergencia.

Es más, creen que los precios actuales “también significan mayores posibilidades activismo en el Viejo Continente y de oportunidades de mejorar la eficiencia operativa y, en última instancia, la rentabilidad financiera”. Como por ejemplo han sido los acercamientos de Akzo Nobel y Unilever, o el interés de Daniel Loeb en Nestlé

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Finalmente, y aunque no es clave para su enfoque, reconocen que la macro también beneficia a Europa frente a Estados Unidos. Y, tras el shock del Brexit, la situación política ha mostrado “signos de estabilización, con los denominados partidos populistas sin ganar terreno ni en Holanda, ni en Francia”.

Ahora bien, son conscientes de que existen riesgos, “como la percepción de que se trata de una región de crecimiento estructuralmente bajo, donde hay poco apetito por las reformas económicas (…) la entrada en escena mucho más tardía del Banco Central Europeo (BCE) para hacer frente a la crisis (…) y el retraso de la banca en afrontar su recapitalización (aunque el sector esté en mejor forma que en cualquier momento desde la recesión”. 

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