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Lo primero salta a la vista es lo más obvio, todo el paso de mercancías y crudo que va por el canal de Suez y que nos tuvo en tensión hace bastante tiempo con los problemas de Egipto. Fíjense que si hubo en aquellos tiempos problemas para entrar por el canal de Suez por arriba, ahora los problemas vendrían por abajo.

Lo siguiente en lo que hay que fijarse es qué países tenemos alrededor, que las dos fuerzas más potentes de la zona son Arabia Aaudita Irán. Mientras estaba presente Sadam Hussein, habría un equilibrio de fuerzas con Irán, pero al desaparecer, la zona se ha quedado desequilibrada.

Fíjense lo que tenemos por arriba de Arabia saudita: Siria y Líbano.

En Siria tenemos el longevo régimen de Bashar al-Asad que tiene apoyo directo de Irán, y en el Líbano tenemos a Hezbollá, que también está apoyado por Irán.

Teniendo presión en el norte de Arabia Saudita, la prueba de fuego y el interés principal de Irán está en meter presión por la parte sur, y ahí es donde Yemen entra juego. Es un país muy pobre, pero está puesto en un sitio envidiable.
Arabia Saudita e Irán son sólo dos de los problemas que tiene el país, ya que tiene secesionismo en el norte, secesionismo en el sur, guerras tribales, Al Qaeda ha hecho sus pinitos en la zona y últimamente el Estado Islámico, aprovechando lo que Al Qaeda hizo ya por allí.

Resumiendo las piezas, tenemos a Irán que apoya los chiíes y Arabia saudita que apoya los suníes y el resto que anda por el medio.

Ya en 2012 aparecieron informaciones que alertaban del contrabando de armamento a los rebeldes Huthí, principalmente lo que siempre vemos en las noticias, fusiles de asalto AK-47 y granadas propulsadas RPG, que son la combinación favorita en aquella zona. Estas informaciones fueron hechas públicas por un artículo del New York Times y la CNN un año después habló de un barco con identificación iraní con armas también con el mismo destino.

Los Huthí son del norte del país, de confesión chií zaydí que no están cómodos en el resto del país porque tiene escaso apoyo, pero comparten confesión con casi el 30% de la población.

Ali Abdalá Saleh gobernó desde 1978 hasta 2012 y combatió a los rebeldes Huthí durante los últimos diez años, pero sorprendentemente ha pasado a apoyarlos. Si tenemos en cuenta cómo dejó el poder podría llegar a entenderse, ya que hubo una presión internacional enorme para que dejara el cargo con petición de garantías para él y su familia, como si supiese que había hecho algo malo. El problema es que poco a poco todo lo que se le garantizó se ha ido desvaneciendo y dejándole al descubierto.

Aquí es donde entra en juego el vicepresidente de Saleh, Abdrabbo Mansur Hadi. Como podemos imaginarnos, este nuevo Presidente, tiene apoyo internacional pero no tiene apoyo suficiente dentro del propio país, quien sigue siendo en cierta medida fiel a Saleh.

Los Huthí han ido ganando poco a poco la batalla dentro de Yemen, hasta acorralar al nuevo presidente.
Pero, ¿y qué pinta aquí el Estado Islámico? Pues porque ellos están haciendo la guerra por su cuenta y se responsabilizaron de los atentados que hubo en Saná, la capital de Yemen. Parece que su intención es alentar el sectarismo y atacan a los Huthí. Visto de esa manera, parece que funcionan como aliados del Presidente, pero nada más lejos de la realidad. De esta manera, algunas tribus suníes están colaborando con ellos para frenar a los rebeldes.

La aparición del Estado Islámico también está siendo aprovechada por los Huthí para reclutar a nuevas personas para luchar contra ellos, el problema está en que dentro de su ideario está la lucha contra occidente y el lazo que tienen con Irán, por lo que no se pueden acercar a todos los países que luchan contra el Estado Islámico, porque en algunos puntos están en el otro lado de la ideología.

Pues bien, todo empeoró sobremanera cuando dos aviones sin identificar bombardearon el complejo presidencial donde estaba el Presidente Hadi, tras huir de los rebeldes en la capital Saná.

Claro, una cosa es tener fusiles de asalto y granadas autopropulsadas, y otra tener aviones de combate.

Absolutamente todo el mundo se quedó helado con lo que pasó porque es un paso adelante extraordinariamente importante y grave. ¿De quién son esos aviones? Las cartas encima de la mesa son Irán, evidentemente, y por otro, algunas piezas que consiguió capturar el Estado Islámico más al norte de la zona de oriente medio. Esta última es menos probable, pero posible. ¿Los hechos? Que una cadena de televisión llamada Al Masirah, asociada los rebeldes, anunció que habían asegurado la base de Al Annad hace pocos días.

Al decir esto, uno ya va teniendo las ideas un poco más claras y lo curioso de todo esto, es que una semana antes un destacamento de fuerzas especiales de Estados Unidos estuvo en esa base.

La toma de la base fue un verdadero punto de inflexión ya que con ella, la evacuación de diplomáticos fue generalizada y el miedo creció exponencialmente.

Decimos bien que el miedo creció exponencialmente, sobre todo sabiendo que el Presidente dimitió de su cargo en enero de este año tras alcanzar un supuesto acuerdo con los rebeldes y de esta manera poder frenar la violencia. El problema es que su renuncia no fue aceptada.

Con la huida del Presidente de la capital, Arabia Saudita se fue poniendo cada vez más nerviosa porque veía que tanto el centro como el norte del país estaba en manos de amigos de Irán. Ante esta situación, Arabia Saudita, por boca de su ministro de exteriores, ya dijo que el reino tomaría todas las medidas necesarias y la crisis no se resolvía de forma pacífica.

Y aquí es cuando todo aalta por los aires y el crudo obtiene su apoyo.

Durante la madrugada del día de ayer, Arabia Saudita bombardeó objetivos en Yemen y los rebeldes lo consideran como una declaración de guerra. De momento los bombardeos han permitido recuperar el control del aeropuerto de Adén.

Por lo tanto, ahora hay un miedo generalizado a que Irán intervenga.

La operación no la lleva en solitario Arabia Saudita, para hacernos una idea sólo hay que mirar el mapa anterior. También participan en la operación Qatar, Jordania, Egipto, Pakistán, Marruecos, Bahréin y Kuwait. ¿EEUU? Por supuesto que está involucrada con apoyo logístico y aportando inteligencia.

Los rebeldes ya hablan de combatir la invasión, y por medio de su cadena de televisión piden que se una la población a sus fuerzas para poder combatir. Dado que el país está partido en dos, el ver Arabia Saudita involucrarse, ejerce de palanca a la otra mitad para ponerse a luchar.

Por parte de Irán, dicen que quieren un cese inmediato de toda la agresión militar y los bombardeos contra el país y su gente. En cierta medida sus declaraciones recuerdan mucho a las de Rusia con el este de Ucrania porque encima dice que es una violación de la soberanía nacional y complicará aún más la situación, extendiendo la crisis y dificultando la posibilidad de llegar a un acuerdo pacífico en la complicada situación interior.

¿Qué hay sobre el tablero de juego? En realidad no hay enfrentamiento equilibrado, porque Arabia Saudita cuenta con todo lo mejor del equipamiento norteamericano y los rebeldes cuentan con el equipamiento que puede ser introducido en el país por contrabando, ya que una entrada directa de Irán con armamento mucho más pesado y sofisticado, elevaría de forma increíble la tensión entre Arabia Saudita y sus aliados con Irán.

De todas formas, hay preparados 100 aviones, cerca de 150.000 hombres y navíos de guerra, todo según la prensa.
El que haya campaña terrestre es lo que más preocupa a Irán y lo que parece que están estudiando como excusa para una respuesta más contundente, así que todos los ojos están puestos en el siguiente movimiento de Irán.

Todo esto ha hecho que la bolsa del Tadawul All Share Index lo haya pasado mal y el comportamiento sea el peor en 4 años con fuerte bajada de las reservas en divisas en casi 15 años. Esta salida de capitales es lo que da más seriedad a la situación y la posibilidad de una escalada con Irán en la zona.