Hoy también hemos conocido los datos de inflación en China que han repuntado un poco con respecto al mes pasado, pero hay que tener en cuenta que tenemos la festividad de su nuevo año, por lo que se distorsiona y en realidad no hay nada por lo que alegrarse, así que materias primas y crudo tampoco tienen en este punto un apoyo claro.
Como consecuencia, el súper sector de petroleras es el peor del día con un descenso de -1,95% seguido del de recursos básicos con -1,19%.


El movimiento bajista del euro es la parte de la alegría porque favorece a las exportadoras, algo que parece que ya se descontó hace tiempo porque en estos momentos el súper sector de automoción y recambios está cayendo -0,82%, presionando al futuro del índice alemán a la baja casi -1%.


La parte de las lágrimas del programa cuantitativo nos llegan desde el mercado secundario de deuda, ya que dentro del fuerte movimiento bajista de las rentabilidades, Italia ha colocado la suya por debajo de la española, por lo que la prima de riesgo empieza a perjudicarnos seriamente y está haciendo que el Ibex 35 tenga problemas haciendo que el futuro descienda -1,14%.

En estos momentos, la deuda a diez años de Italia tiene un rendimiento de 1,23% pero España está en el 1,25%.

Empieza ya a oírse mucho el riesgo político que está cada vez más adquiriendo nuestro país con tantas elecciones por delante, y más cuando en los debates se ve que no hay un ganador claro en las primeras y eso aumenta la inestabilidad política.

Todo lo que suponga una desventaja en el mercado secundario de deuda, es negativo para la renta variable e impacta directamente el súper sector bancario.

Por otro lado, debemos recordar que ayer vimos a las instituciones pasar ligeramente a tener un saldo vendedor, lo que está haciendo que en el fuera de horas los futuros del Globex en Wall Street caigan una vez más, retomando las pérdidas de días anteriores, por lo que no es el mejor entorno para Europa.

¿y Grecia? Pues aunque tenga movimientos alcistas de corto plazo (hoy), la deuda del país vuelve a tener problemas, si es que alguna vez no los ha tenido, y a diez años sube hasta el 9,85%, ya que la situación deja de estar clara y volvemos más o menos a estar igual que antes de acordar la famosa extensión del programa de rescate.