Jazztel ha demostrado ser un valor que se mueve al compás del rumor y se estabiliza con la noticia. Desde que el 11 de septiembre comunicara a la Comisión Nacional del Mercado de Valores sus conversaciones con Teliasonera sobre la adquisición de Yoigo su precio se ha disparado más de un 25%. Sin embargo,
si echamos la vista atrás hasta el pasado 16 de este mes, momento en que Orange confirmó ante la CNMV el lanzamiento de una OPA sobre Jazztel, la teleoperadora se ha mantenido sin pena ni gloria en el mercado. Dejándose hacer.

¿Está en punto muerto la negociación? ¿O qué es lo que está pasando? En principio, tal y como contempla la CNMV, los accionistas disponen de un plazo mínimo de quince días para dirimir si aceptan o no una OPA lanzada sobre la compañía en la que tienen acciones. Es decir, Jazztel podría guardarse para sí cualquier posible decisión, como mínimo, hasta el próximo martes, 30 de septiembre.

Según insisten fuentes cercanas al caso es que fue el presidente, Leopoldo Fernández Pujals, el que ha negociado con Orange y no la teleoperadora en su conjunto. De hecho, enfatizan el hecho de que se trata de una decisión accionarial refiriéndose al compromiso alcanzado por Pujals. Orange solicita el 50,01% de aprobación por parte del accionariado de Jazztel sobre su OPA para seguir adelante con la operación, porcentaje del que debe quedar al margen el 14,48% con el que cuenta Pujals, según los últimos registros de la CNMV. Por cierto que ha visto reducida su participación desde el 15,20% debido a la entrada en circulación de nuevas acciones. Cuenta ahora mismo con 473,4 millones de euros de valor de mercado de la compañía.

Fuentes conocedoras de la situación aseguran que no existe una fecha ni un calendario estimado para dar a conocer el ‘’ a Orange. De hecho, no se descarta una posible retirada a tiempo de la francesa en caso de que no se cumpla ese 50,01% mínimo de aceptación o se mantengan las conversaciones con Teliasonera sobre la adquisición de Yoigo. A este respecto la compañía ni aclara ni desmiente que se hayan seguido produciendo.

Una tercera opción que se contempla también es que Orange decida seguir adelante con la OPA aún sin conseguir el respaldo que se solicita a priori. “Está obligado a activar la operación automáticamente” si se dan esos condicionantes, recuerdan fuentes próximas al caso, pero no a retirarse en caso de que no se produzcan, lo que implica que la compañía liderada por Stéphane Richard podría culminar la compra aún sin los apoyos previstos.

Orange ha dejado claro que confía en la recuperación de la economía española y principalmente en las sinergias que obtendría con Jazztel estimadas en 1.300 millones de euros netos después de impuestos.


¿Qué obtendría Pujals?
A sabiendas de que el secreto está en la masa, Leopoldo Fernández Pujals sabe muy bien lo que se trae entre manos. A su actual 14,48% de participación habría que sumar una buena parte de los 3.285.000 nuevos títulos que Orange incluye en su ‘Plan Extraordinario de Retribución’ a los miembros del consejo, contemplado en la comunicación remitida a la CNMV.

La valoración de estos títulos a los 13 euros ofrecidos en la Oferta Pública de Adquisición supone que recibirán 42,7 millones de euros. A Pujals le corresponde un millón de acciones por lo que recibirán 13 millones de euros que se suman a la valoración actual de su participación que se eleva hasta 482 millones.


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