Hace sólo unos días, los autores de los informes semanales de EPFR lo advertían. El dinero que se mueve en los instrumentos de inversión se ha paralizado a la espera de noticias. El mundo se ha convertido en un generador de incertidumbres y la reunión que se celebrará en la sede de la Reserva Federal entre hoy y mañana es la mayor de ella, en opinión de algunos expertos.

Lo que nadie pone en duda es que la presidenta de la FED, Janet Yellen, y el resto de miembros del FOMC comunicarán al mercado un nuevo recorte de 10.000 millones de dólares en la cantidad de dinero que destina la entidad cada mes a la compra de activos. Si esto es así –y no hay razón para pensar lo contrario-, a la autoridad monetaria le quedarían apenas 25.000 millones que gastar hasta finales de noviembre. Es decir, la próxima reunión sería la encargada a poner el punto y final al último de los QE que puso en marcha el anterior presidente de la FED, Ben Bernanke.


La cuestión no es baladí ya que la evolución del S&P 500 en este tiempo ha estado estrechamente ligada a las cantidades de dinero que iba inyectando la FED en el sistema, tal y como puede observarse en el siguiente gráfico.
Por lo que parece el mercado ha conseguido asimilar el hecho de que a partir de noviembre la Reserva Federal ya no les va a arrojar liquidez cada mes. Aunque lo que sí es cierto es que desde que en enero de este año comenzó a drenar la cantidad destinada cada mes, la evolución del S&P 500 ha sido cada vez más anémica.

balance de la FED


Pero lo que importa realmente a los inversores ahora no es el tapering, que ya está descontando, sino el calendario de la subida de tipos de interés. Y en ese sentido, el discurso de Janet Yellen no ha sido, ni mucho menos, directo ni aclaratorio. No hay sino leer las actas de las últimas reuniones de la FED para comprobar cómo algunos miembros del Comité Federal del Mercado Abierto solicitan que la autoridad monetaria sea clara y explícita a la hora de exponer cómo y cuándo se va a normalizar la política de tipos de interés.

¿Qué hay que tener en cuenta cuando el miércoles ya se sepa la decisión?

Por un lado, las previsiones económicas que hacen los miembros de la FED, la conocidas como SEP o Summary of Economic Projections. En ellas se podrá observar cuáles son sus previsiones sobre crecimiento, paro, inflación y tipos de interés. Aunque no es una promesa, ni mucho menos, si que nos dará una visión de qué es lo que pasa por los modelos de la FED.

También habrá que vigilar el comunicado de la Reserva Federal. Desde Inversis Banco esperan una revisión de las previsiones macro “probablemente al alza desde junio, y ciertos cambios en el “forward guidance” incluido en el comunicado, particularmente la eliminación al mantenimiento de tipos bajos “durante un periodo de tiempo considerable” después de la conclusión del QE. Para evitar volatilidad en los tipos, especialmente a corto plazo, podría optar por alguna fórmula donde se diera más importancia a la dependencia de los datos macro para marcar las subidas de tipos”, aseguran.

De hecho, el término considerable ha pasado a ser clave para los expertos. En Morgan Stanley aseguran que si la FED elimina esa palabra el mercado probablemente podría considerar que la subida de tipos de interés podría producirse en el mes de marzo. Sería, por lo tanto, un comunicado hawkish. ¿Es posible? Es factible, si se tiene en cuenta que hace unos meses Janet Yellen aseguró que la primera subida del precio del dinero podría producirse alrededor de seis meses después del fin del tapering. Eso, si todo va como todo el mundo espera, se comunicará en octubre.

Los expertos de Morgan Stanley dan un 33% de posibilidades a que la Reserva Federal elimine ese término.
Sin embargo desde la autoridad monetaria se ha enfatizado mucho en que la FED vigila la evolución de la economía, fundamentalmente de la evolución de la inflación.

En Inversis Banco explican que “el indicador agregado de condiciones laborales (24 variables) seguido por la FED muestra clara mejoría en el nivel de actividad y un “momento” próximo a niveles máximos. Desconocemos los niveles del indicador o de su “momento” que desencadenarían una subida de tipos o algún otro movimiento de la Fed y la validez de la aplicación (directa?) de lecturas pasadas”, apuntan.

En la firma recuerdan que un estudio publicado en la semana desde la propia FED resalta cómo modelos, encuestas y expectativas de mercado esperan una política más acomodaticia  que la autoridad monetaria: futuros de los fed funds apuntan al tercer trimestre (¿julio?) cómo momento para la primera subida de tipos.

Para Inversis Banco esta opción apoyaría una nueva revalorización del dólar frente a otras divisas.