Sin embargo, no quiso hacer una previsión más exacta de las futuras tasas de inflación porque, a su parecer, el crudo sigue siendo un elemento "muy volátil" y con gran peso en la cesta de consumo de los españoles, cercano al 10%. En este sentido, Vegara puso un ejemplo al asegurar que si en una economía con una inflación media del 2%, los precios de un componente como el energético experimentan una subida cercana al 10% en un año, darían lugar a una inflación del 3%. En el caso de que al año siguiente ese mismo componente cayera un 40%, el impacto sería de cuatro puntos, y daría lugar a una tasa negativa de inflación del 1%.

Aún así, volvió a insistir en que el precio del crudo sigue siendo un elemento "muy volátil", que explica fundamentalmente casi todas las subidas y bajadas del IPC de los últimos meses, por lo que se puede pensar en un escenario deflacionario, ya que requiere una caída generalizada de los componentes del IPC.

EFECTO MUY POSITIVO
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Según Vegara, el dato de enero pone de manifiesto que se mantiene "el rápido descenso" que comenzó en agosto de la inflación y que ha llevado al IPC a unas cifras que no se veían desde los años sesenta. En este sentido, consideró que la caída tendrá un efecto "muy positivo" en la ganancia de renta de las familias españolas. Achacó el pronunciado descenso al abaratamiento de los productos energéticos y a la moderación de los precios de los alimentos, aunque reconoció que en esta ocasión ha habido otros elementos que han contribuido a la caída, como la disminución de los precios del gas por la reducción de la tarifa o la caída del vestido y del calzado.

Sin embargo, aseguró que el descenso de los precios de este último componente responde a razones estacionales que se suelen observar los primeros meses del año, y aseguró que son sobre todo los otros componentes los que explican la caída de enero. También reconoció que la debilidad de la demanda interna ha tenido un "probable" efecto en los precios de algunos componentes.

LA TRASPOSICIÓN DE LA DIRECTIVA, EN MARCHA.

En cuanto al comportamiento de los servicios, reconoció que es uno de los componentes más inflacionistas en España, y recordó la puesta en marcha de la "ambiciosa y rigurosa" trasposición de la directiva de servicios a la normativa española, que ya está en marcha y confía en obtener un texto en las próximas semanas o meses sobre las reformas legislativas necesarias.

Finalmente, Vegara destacó la evolución de la inflación subyacente, cuyos componentes también se mantienen en una "progresiva senda de desaceleración" desde hace meses, y reconoció que es posible que siga reduciéndose más adelante. Asimismo, destacó el comportamiento del índice de precios armonizado que, si se confirman los datos de Eurostat, dará lugar a un diferencial de precios negativo del 0,3%.