Así se refleja en las últimas proyecciones para España de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Ha mejorado así tres décimas su anterior pronóstico para España en 2012, aunque revisa drásticamente a la baja sus expectativas para 2013, puesto que en mayo apostó por una caída del PIB español del 0,8%.


Las últimas previsiones por parte del Gobierno español contemplan una caída de la actividad económica del 1,5% este año, que pasará a ser sólo de medio punto el que viene y pasará a crecer un 1,2% en 2014.


Por su parte, las expectativas de la OCDE coinciden con las de Moncloa en que España no volverá a crecer hasta 2014, aunque en el caso de la organización con sede en París los pronósticos son mucho menos optimistas, ya que la previsión de crecimiento para entonces es del 0,5%, la tasa más baja de todos los países miembros con excepción de Grecia, que seguirá en recesión en 2014 (-1,3%).

Como consecuencia de la "intensificación de la recesión" prevista para el próximo año, la OCDE prevé que la tasa de paro suba hasta el 26,9% en 2013, frente al 25% estimado para el cierre del presente ejercicio, nivel récord del que sólo bajaría marginalmente en 2014, cuando se situaría en el 26,8%, de nuevo únicamente por debajo de Grecia (27,2%).