En las últimas ocasiones, hemos hablado mucho de estrategias alternativas, retorno absoluto…. Teniendo en cuenta lo que todo el mundo sabe, que estamos en un entorno de tipos bajos y que se habla mucho de la posible burbuja en la renta fija… ¿Esto significa que debemos dar de lado a los activos tradicionales, como por ejemplo, la renta fija de toda la vida?

Nosotros creemos que no. Es verdad que llevamos muchos meses en los que gestores de fondos se han tenido que buscar la vida por este contexto que mencionas. Se habla de fondos flexibles, multiactivos, retorno absoluto… Esto está muy bien siempre y cuando se controlen unos ciertos requisitos. Primero, que nunca se le dé al cliente más riesgo del que deba asumir, y que el cliente sea siempre consciente de en qué está invirtiendo. Pero aparte de lo anterior hay activos que no van a pasar de moda y la renta fija es uno de ellos.

¿Qué argumentos hay a favor de la renta fija?

Creo que el primero viene del propio contexto. No estamos en un contexto idílico y de hecho si vemos lo que ha pasado en los últimos meses vivimos en un momento en el que se compraban mucha renta fija e incluso la más segura buscando esa protección que no encontrábamos en otro tipo de activos. Después tuvimos un momento de locura después de la victoria de Donald Trump en la que se empezó a vender mucha deuda y se compró activos mucho más cíclicos, pero esto ha durado poco. Vemos otra vez como la gente vuelve a comprar activos de renta fija, con la rentabilidad que dan o con la que no dan. Pero esto se va a mantener. Hay más argumentos. Si pensamos que el BCE va a seguir comprando deuda aquí tenemos un apoyo para la deuda pública. Antes ha comprado títulos de más largo plazo y ahora es posible que haga un viraje hacia vencimientos más cortos y aquí podemos tener oportunidades. Si hablamos de renta fija corporativa las empresas están mejorando sus beneficios, además están mucho más saneadas y todavía se pueden encontrar oportunidades.

¿Qué apuestas se están viendo entre los gestores de renta fija?

Tal vez aquí hay algo más de dispersión, pero sí que hay algunas temáticas que se están repitiendo bastante como high yield. Hemos visto como en enero ha habido varios lanzamientos de nuevos productos y muchos han sido precisamente de high yield, con muchos enfoques. Por ejemplo uno de buscar high yield con una perspectiva de value. Ver qué sectores han sido más castigados. También se ha hablado mucho de deuda emergente, que a veces da un poco de miedo pero aquí hay que reflexionar lo que ha pasado el año pasado. En otros momentos de la historia cuando había incertidumbre, los que más perjudicados se veían eran este tipo de deuda emergente. El año pasado en cambio aguantó fenomenal. No olvidemos que sigue habiendo más de 10 billones de dólares en activos que dan rentabilidad negativa y es normal que en estas ocasiones aguantemos mejor en los activos que han funcionado mejor. Este argumento continúa. Teniendo en cuenta los tipos bajos en los países emergentes algunas compañías lo van a aprovechar para reestructurarse, los niveles de impagos están bajos. Lo que nos gustaría apuntar es que una de las apuestas que podemos hacer es buscar un fondo que tenga un gestor que sea capaz de ir buscando esas oportunidades en vez de hacer una apuesta por una estrategia que pueda ir adaptándose en función de lo que esté ocurriendo en el mercado.

¿AXA WF Global Strategic Bonds encaja con lo que comentaba Victoria?

Creo que enlaza incluso con las tres preguntas anteriores. Precisamente el objetivo de este fondo es recoger las mejores ideas de la gestora AXA IM. Somos extraordinariamente competitivos en renta fija. Hay una característica del fondo es que se replica y se hacen las mejores ideas generadas para el propio grupo asegurador y el propio grupo asegurador replica esas estrategias. Hacemos para los clientes lo mismo que hacemos para nuestras propias reservas técnicas de negocio. El fondo está gestionado por el director de inversiones de AXA IM. Y hace la distribución de activos donde en algunas partes hay algo de burbuja, quizá en los bonos gubernamentales de Europa, pero vemos nicho de valor, como puede ser emergentes o en el caso ahora del repunte de la inflación donde este fondo precisamente después de verano empezó a sobreponderar el nicho de bonos ligados a la inflación y precisamente redujo la exposición al high yield, donde el europeo las valoraciones empiezan a estar bastante justas si lo ajustamos por las expectativas de impagos.

¿Cuál es el proceso de construcción de la cartera?

Como comentaba tendría dos o tres fases. Por un lado el asset allocation, que cogemos la distribución de activos del director de inversiones. Por otro lado, se hace en segunda fase coger, dentro de haber elegido, los distintos nichos de valor. En ese mismo bolsillo de riesgo están incluidos los bonos ligados a la inflación. Cuando los bonos están muy caros vemos repuntes de la inflación y un petróleo más estable. Es una manera de jugar la subida de tipos. Luego tendríamos como otro bolsillo de riesgo bonos de crédito, donde estamos viendo más valor en los americanos frente a los europeos. Aquí el problema que nos encontramos, sobre todo en la americana que se ha positivizado infinitamente más que la europea, radica en el coste de cobertura. El coste de cobertura euro-dólar desde finales del año pasado casi ha doblado. Desde 80 puntos básicos hasta 165. Luego tiene otro bolsillo de más riesgo entre 0% y 60%, que es la inversión en high yield y bonos emergentes. En este caso tenemos una estrategia a duración corta, no solo por la subida de tipos de Estados Unidos sino porque en high yield y en inversiones cortas la visibilidad en los flujos operativos es mucho más alta que si nos vamos a flujos de diez años donde en empresas de más riesgo es más complicado tener más visibilidad.

 ¿Cómo ha ido el fondo?

Estamos muy contentos. El gestor ha sido muy coherente. La primera parte del año pasado sufrimos un poco, porque aunque estamos sobreponderados en high yield, éste siguió cayendo. Pero lo que más me ha gustado del fondo es que ha sido muy coherente. Invirtió todo el presupuesto de riesgo y se fue hasta el 60% en la pata de high yield. Sufrimos un poco el año pasado pero el fondo acabó el año pasado con un 6% de rentabilidad con volatilidades del 2% o 2,5%. El año ha empezado bastante bien, lo único que con el aplanamiento de las curvas el carry es muy pequeño. Ahora estamos bajando high yield y estamos haciendo una apuesta muy importante en bonos ligados a la inflación donde creemos después del efecto Trump pensamos que hay recorrido para ganar otros 20 o 40 puntos básicos.