La globalización, la crisis, los avances tecnológicos o los nuevos equilibrios geopolíticos están cambiando la industria Aeroespacial y de Defensa en España y en el mundo, por lo que se deberán buscar  fórmulas que garanticen su sostenibilidad a medio y largo plazo.  La concentración de las compañías, la internacionalización, el desarrollo de nuevas tecnologías o revisar la posición de la industria española en la cadena de valor a nivel mundial son los mayores retos de este sector. Esta es la conclusión del  informe de PwC Temas Candentes de la Industria Aeroespacial y de Defensa, que analiza los retos que debe abordar el sector para garantizar su futuro.

 

            El modelo de “industria cerrada” está obsoleto, por lo que el sector deberá  hacer un esfuerzo por avanzar hacia  programas plurinacionales que impulsen la internacionalización.

En este sentido, el futuro del sector aeroespacial y de defensa en nuestro país pasa por el desarrollo de nuevas tecnologías y conocimiento diferencial, que faciliten la entrada en consorcios internacionales y se consoliden así especialistas nacionales que lideren sus segmentos de la industria. Asimismo, el estudio reclama la necesidad de realizar un esfuerzo para que el sector aporte valor a lo largo de toda la cadena de valor, es decir, no solo en la especialización de productos y servicios de alto valor, sino también en componentes o procesos menos complejos.

 

En concreto, en materia de defensa, el estudio indica que evolucionar hacia un modelo de industria más centralizado, con planificación a largo plazo y que permita la especialización de empresas en tecnología punta, supondría un avance en términos de eficiencia y competitividad.

 

En cuanto al sector aeronáutico civil, se ha demostrado que la integración empresarial por encima de las fronteras nacionales es una alternativa de éxito, siendo posible crear grandes grupos multinacionales capaces de competir a nivel mundial pero sin mermar la dimensión de las empresas nacionales. La creación de Airbus en Europa pone de manifiesto que es posible crear un gran grupo multinacional con capacidad para competir a nivel mundial sin mermar la dimensión  de las empresas nacionales.

 ¿Cuál será el papel de las Administraciones Públicas en esta transformación?

 

La relevancia de la Administración Pública en la industria aeroespacial y de defensa es mayor que en otros ámbitos, tanto por ser el primer cliente, como por los aspectos relacionados con la seguridad o la generación de empleo, por lo que su papel en el futuro del sector es clave. El primer elemento con el que es preciso contar es con una política específica y con visión a largo plazo que aporte seguridad jurídica y estabilidad. Asimismo, la creación de polos de conocimiento o la coordinación de programas y centros tecnológicos se revelan como palancas de mejora que están dando excelentes resultados. En todo caso, el estudio indica que es preciso aumentar los esfuerzos públicos por impulsar el desarrollo de la I+D+i, lo que pasa por potencial centros de investigación públicos, como sucede en Alemania, Francia o Reino Unido.

Una industria de peso

La adaptación de este sector a los nuevos tiempos es clave para mantener su relevancia en el sector industrial. La industria Aeroespacial y de Defensa en nuestro país tiene un volumen de actividad de 9.900 millones de euros según TEDAE, la Asociación de Empresas Tecnológicas de Defensa, Aeronáutica y Espacio.  Genera 51.183 empleos y es 1,7 veces más productiva que la media de la industria española. Además el 79% de la facturación proviene de las exportaciones, facturación de la que el 11,6% de reinvierte en I+D+i.

Datos de la industria aeroespacial y de defensa en España

Nota:

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