Durante estos últimos cuatro años hemos incrementado la exposición a estas compañías en nuestras carteras europeas dado que se trata de un segmento que se ha visto favorecido por un mayor crecimiento de los beneficios y que ha disfrutado de motores de crecimiento fuertes y visibles. Esto, junto con unas valoraciones favorables, ha ayudado a las compañías europeas de pequeña capitalización a batir a otras clases de activos. No obstante, y a pesar de que los factores estructurales que sustentan las buenas rentabilidades a largo plazo de las compañías europeas de pequeña capitalización siguen intactos (apuesta pura por la innovación y el crecimiento, jugadores de nicho que se benefician de los cambios en los paradigmas en consumo, regulación etc.), existen una serie de factores que podrían ensombrecer las perspectivas a corto plazo para esta clase de activo.


En primer lugar, los ajustes monetarios en Estados Unidos podrían provocar turbulencias en los mercados de renta variable. Es probable que el nuevo ciclo de ajuste monetario en EEUU suponga un reto para los mercados alcistas que hemos vivido en los últimos años. La fase de transición en la política de la FED ha comenzado a través de la supresión gradual de los estímulos monetarios. El potencial cambio en el régimen a partir de 2015 debería dar lugar a un entorno de mercado más volátil para los activos financieros, empezando por los mercados de renta fija con algunos efectos secundarios en la renta variable. Creemos que esto, combinado con un dólar más fuerte, podría impactar negativamente en la liquidez global. Las consecuencias de estas condiciones monetarias más restrictivas ya son visibles en EEUU, donde las compañías de pequeña capitalización han perdido su liderazgo de los últimos cinco años frente a las grandes. Es importante aclarar que esta vulnerabilidad al aumento en los tipos de interés afecta sobre todo a corto plazo y tiende a ser sólo válida en entornos de tipos de interés "normalizados".

En segundo lugar, la rebaja del rating de los valores cíclicos globales está afectando a los líderes de pequeña capitalización en Europa. En el contexto de la crisis financiera europea y con la amenaza de una ruptura de la Eurozona, el tema del “crecimiento mundial”, liderado por el auge de los mercados emergentes, ha llevado a una importante recalificación en los valores industriales cíclicos europeos y en las compañías de recursos naturales, así como en los nombres de consumo global. Esto se debe, sobre todo, al hecho de que la contribución relativa del crecimiento global a la rentabilidad de las empresas europeas ha sido más importante que en cualquier otra región. Las compañías europeas de pequeña capitalización han estado particularmente expuestas a este crecimiento mundial, ya que han diversificado activamente su base de ingresos en el extranjero en la última década.

Las turbulencias en los mercados emergentes, junto con la disminución del riesgo de ruptura de la eurozona y con algunas señales positivas de resurgimiento en el crecimiento económico, han contribuido a una reducción gradual en el rating de los líderes mundiales europeos. Esto ha llevado a un cambio desde valores de crecimiento visible y seguro hacia títulos que se estaban beneficiando de una contracción de la prima de riesgo de la zona euro y que cuentan con un mayor sesgo hacia el crecimiento económico doméstico.

La segunda etapa de la corrección en los sectores cíclicos de crecimiento global se ha producido a partir de la caída de los beneficios de las compañías industriales europeas y de los títulos cíclicos de consumo global. Esta reducción de los beneficios refleja unas mayores presiones competitivas de las compañías estadounidenses (que se benefician de unos menores costes energéticos) y de países emergentes que han erosionado los niveles relativamente altos de márgenes y rentabilidad de los que disfrutaban las compañías europeas que compiten en el mercado global.
Muchas compañías europeas de pequeña capitalización han sido capaces de ofrecer en los últimos 10 a 15 años un importante crecimiento gracias a su exposición internacional. Sin embargo, es probable que el cambio de régimen en el entorno competitivo mundial, unido al resurgimiento de la inestabilidad geopolítica, suponga una presión adicional sobre los beneficios.

La combinación de estos tres factores nos ha llevado a reposicionar nuestra cartera y a apostar por una cierta cautela. Por ejemplo en el sector del consumo hemos reducido nuestra exposición a valores susceptibles de verse afectados negativamente en un entorno de tipos de interés al alza en Reino Unido. Por el contrario, nos hemos centrado en compañías cuyos negocios son capaces de resistir a una reducción en el comercio mundial y hemos reducido nuestra exposición hacia compañías muy dependientes de las exportaciones. Al mismo tiempo estamos buscando aumentar nuestra apuesta por compañías en dólares, teniendo en cuenta la situación del dólar, y también nuestra exposición hacia títulos más defensivos como las aseguradoras o reaseguradoras o bienes de consumo básico, como Scor o Glambia.

Isabelle De Gavoty, Gestora Principal del fondo AXA WF Framlington Europe Small Cap en AXA IM