Corregida la depreciación del dólar frente a las principales divisas que incrementa el valor de las reservas no denominadas en dólares, la caída se acercaría a los 40.000 millones de dólares, es decir, una ligera aceleración con respecto al mes de diciembre. 



La variación de las reservas de cambio y la cifra de balance comercial de enero permiten apreciar las salidas de capitales que parecen haberse acelerado este mes, en contra de los controles de las autoridades de China. A pesar de que el nivel de reserva sigue siendo adecuado tras las medidas tradicionales (por ejemplo cubren más de tres veces la deuda externa a corto plazo), el ritmo de bajada es rápido.
 
Para detener esta tendencia, una solución consistiría en dejar flotar libremente la divisa, con el riesgo de provocar un movimiento de pánico. Otra sería subir los tipos de interés para atraer capitales, lo que podría perjudicar a las empresas que ya están endeudadas. De este modo, las autoridades chinas deberían probablemente continuar avanzando en el sentido de los contrales de capitales cuya eficacia todavía no ha sido completamente demostrada.