Lo primero que una persona debe plantearse es cuándo quiere alcanzar la independencia económica y qué nivel de vida mínimo quiere asegurarse. A partir de ahí, podrá establecer su plan
, que debe tener en cuenta un escenario en el que cada vez vivimos más años –necesitamos más renta -, con fecha de la jubilación incierta e incertidumbres sobre cuánto percibiremos de pensión pública o cuál será el escenario de tipos de interés.

Después, en función de cuánto tiempo queda para la jubilación –el plazo que tenemos para acumular el capital necesario- y en función de nuestra esperanza de vida, hay que calcular cuánto podemos ahorrar cada año mientras estemos activos y qué rentabilidad tendremos que pedir a nuestras inversiones para alcanzar nuestro objetivo.

Al hacer los cálculos, es importante que tengamos en cuenta el efecto de la inflación y de los impuestos. Con estos datos, podemos trazar nuestro plan, que, una vez puesto en marcha, es recomendable revisar periódicamente.

Dada la amplia oferta de productos que existen en el mercado, nos conviene tener un buen aliado, nuestro asesor financiero, para que nos ayude a comprometernos con nuestro plan, nos aconseje y nos ayude a gestionar los riesgos y las emociones que provocan los vaivenes del mercado contribuirá desarrollar nuestro plan con éxito.

Ejemplo:

Pongamos el ejemplo de una persona que tiene 40 años y decide empezar a planificar su jubilación y empieza a ahorrar para garantizarse una renta anual de 20.000 euros anuales a partir de los 67, más lo que pueda recibir de pensión pública. Y quiere asegurar su nivel de vida hasta los 95 años.

Dado que lo máximo que se puede aportar a planes de pensiones son 8.000 euros, va a destinar un ahorro de 7.500 euros anuales, que invertirá con una rentabilidad del 6%, teniendo en cuenta un escenario de inflación estimada del 2% (que es el objetivo del BCE). En el momento de jubilarse, este ahorrador habrá conseguido acumular un capital (ahorro más los intereses) de 619.198 euros, que le durará –al ritmo de gasto de 20.000 euros de hoy- hasta los 95 años, como se ve en la siguiente imagen
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jubilacion y vida últil


Con un plan, sabiendo lo que debemos pedirle al mercado, se puede alcanzar el objetivo previsto. Sin embargo, muchos ahorradores, al pensar en el dinero para la jubilación son reacios a asumir riesgos, pese a que se trate de una inversión a largo plazo. Y los factores clave en este ejercicio de planificación, que pueden cambiar totalmente el resultado, son cuándo empezamos a ahorrar y qué rentabilidad buscaremos con nuestra inversión.

Si para el mismo nivel de ahorro optase por un producto más conservador que le diera menos rentabilidad, por ejemplo, un 3%, la cantidad que conseguiría del mercado sería mínima y a los 67 años el capital acumulado sería de 397.370, que, para el nivel de gasto que desea, se agotaría a los 77 años


Otro ejemplo ilustrativo de la importancia de planificar la jubilación y conocer qué tipo de inversión nos puede ayudar más:

aportaciones a plan de pensiones



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