¿En qué situación actual se encuentra Codere?
“Subió un 500% y ahora banalizar sobre lo que va a pasar en el futuro no tiene sentido. Al final Codere es una historia de concursos de acreedores y está intentando reflotar un grupo de juego siendo una compañía que gestionaba mucha caja. Dentro de las pequeñas y medianas empresas del continuo creo que ha habido cerca de 30 empresas que se han declarado en concurso de acreedores.

Hay compañías, como Loterías y Apuestas del Estado, que demuestran que se trata de negocios anticrisis, pero Codere es un descontrol. El que quiera jugar con este valor sabe donde se está metiendo. Es el cóctel perfecto para que hagan caja los inversores.

La parte de ingresos no iba tan mal y es una cuestión de balance y de orden en la casa. Yo no tengo ninguna acción de Codere, ni la recomiendo. Es mejor comprar compañías que está engrasadas”.

¿Los inversores de Codere se puede encontrar con un problema de falta de contrapartida en el caso de que quisieran vender?
“Un título que ha subido un 500% lo que te deja entrever es que es un título sin liquidez y muy fácilmente manipulable. Probablemente cuando quieras salir la horquilla puede estar muy abierta. El problema de liquidez en chicharros tan agresivos está ahí.

Por eso, las small y médium caps hay que quitárselas de encima cuando el título ha cogido una fuerte revalorización”.

Ampliación de capital de Telefónica. ¿Cuál será el efecto dilutivo sobre el accionista?
“Dilutiva fue la ampliación del Santander. Fue dilutivo en vena y lo ha pagado. La ampliación de Banco Sabadell es diferente porque tendrá unos meses de fricción hasta que tome el control y empiece a generar sinergias y habrá una pequeña dilución debido a los gastos de un nuevo sistema que, probablemente, a largo plazo la integración de TSB le supondrá márgenes de mejora.

A Sabadell le costará digerirlo, pero no hay una dilución real.

En el caso de Telefónica es una operación pequeña en el balance, se habla de una operación con un descuento del 15% al 20%, tendremos ruido durante unos cuantos días, la acción había subido mucho últimamente y es la excusa perfecta para bajarla un 4-5%. Es la excusa perfecta para una toma de beneficios en la teleco que yo aprovecharía para comprar.

Está claro que está empezando a verse luz al final del túnel en todas las teleoperadoras. Creo que, en esa reordenación, Telefónica está actuando muy bien. Con BT intentó pegar primero y saltar a la primera línea, pero no le salió bien y ahora recula y me parece muy bien. Se está poniendo muy bien en una buena situación para empezar a ganar tracción.

La venta de O2 se destinará parcialmente a contenidos, se está convirtiendo en un operador líder en los mercados en los que opera y si se producen esas correcciones es una oportunidad entrar”.

Orange podría vender parte de los activos que tiene de Yoigo para que la CE dé luz a la compra que tiene planteada sobre Jazztel. ¿Está algo parada esta operación?
“A esta operación le ha pasado que ha llegado la segunda después de Vodafone. El tercer operador se junta con el quinto que dejaría tres operadores en España. El regulador está permitiendo la concentración pero no le gusta ver un oligopolio en el mercado con lo que buscará una venta parcial de activos.

Mucha gente decía estar jugando la partida hasta los 13 euros. No es un planteamiento que me guste porque hay muy poco que ganar, pero si la cosa sale mal, habrá mucho que perder.

Ibercom y MásMóvil están al acecho para hacerse con estos activos”.

¿Tanta ampliación va a repercutir negativamente en el mercado?

“Ya está repercutiendo. Vamos con arena en los bolsillos, últimamente hemos saltado la zona de los 11.250 puntos, pero al final la bolsa lo que hace es descontar los beneficios futuros y si tú diluyes al accionista, el beneficio final se diluye.

La realidad de los grandes cinco del Ibex 35 es que su BPA decrece. No tenemos una tracción en las compañías de crecimiento como están en el Dax alemán. Si nos fijamos en la bolsa española toda compañía que tiene crecimiento ha volado, como BME e IAG. Las cinco grandes, sin embargo, están lastradas y esto le está metiendo un peso al Ibex que nos hará vivir el resto del año con menos alegría”.