Los mercados miran a la decisión del BCE, aunque no hay mucha relevancia más que el mensaje que se intente trasladar. ¿Cree que tenemos cerca una retirada de estímulos monetarios en la Eurozona?
 

Creo que no vamos a tener nada hoy. No se van a cambiar ni los tipos de interés ni la tasa de depósitos, ni la composición del QE ni su prolongación. Tampoco alguna modificación técnica. Lo que va a ser interesante es la rueda de Draghi en un momento en el que venimos de filtraciones sobre un tapering, que es una reducción del tamaño de las compras. Tenemos que esta semana hemos conocido un dato de inflación en la Eurozona que está en máximos de dos años, con el petróleo en máximos anuales. Tenemos también sobre la escena lo que los mercados descuentan, sobre todo la libra, que es la versión más dura del Brexit y el posible impacto económico que eso tenga en la Eurozona. Y por supuesto tenemos también el tema de los bancos que siempre es un argumento o un punto de interés con la situación de Deutsche Bank sin resolverse. Todo lo que diga Mario Draghi en cuanto a estas cuatro cuestiones sí que puede sorprender al mercado, que por cierto cotizan cerca de máximos anuales en Europa. Entonces, creo que lo que va a pasar es que en la reunión de diciembre el BCE va a decir que prolonga el QE y que terminaría en marzo de 2017. Probablemente lo prolongue otros seis meses. Sí que es verdad que la reducción del tamaño de las compras también podría tener sentido que se anunciase a partir de marzo del año que viene. Es decir, se prolongan las compras pero el tamaño de estas se reducen en 10.000 o 20.000 millones. Me parece que si el petróleo sigue en estos niveles por encima de 50 dólares y la inflación sigue avanzando y el impacto del Brexit sobre la economía europea sigue sin hacerse notar puede que prolonguemos el QE más allá de marzo del año que viene pero que el tamaño de las compras sea algo menor a los 80.000 millones de euros que estamos invirtiendo ahora. Me parece que eso sería lo más razonable combinando un poco las dos cuestiones: el tapering con la prolongación del QE.
 
¿Qué movimientos podemos esperar del euro-dólar con esta política monetaria que está por venir?
 
Podemos esperar que se deprecie, que caiga. Creo que eso está bastante claro y podemos terminar el año en la zona del 1,07 o 1,08. Con esa subida de tipos de interés en diciembre en Estados Unidos que yo creo que es muy probable. Ahora mismo estamos ya por debajo de 1,10. Creo que desde estos niveles todo lo que sea un pequeño repunte del euro-dólar por encima de 1,10 hasta la zona de 1,11 a mí me parece una buena oportunidad de venta del par. Creo que terminará el año entre 1,07 y 1,08.
 
En Estados Unidos también están pendiente de las elecciones y parece que el mercado se decanta por Hillary Clinton. ¿Piensa que una victoria de la candidata demócrata será el catalizador para tener un rally de final de año?
 
No lo creo así. Creo que si ganara Donald Trump por sorpresa a Wall Street le sentaría fatal. Como me indica, está descontando que gane Hillary Clinton, que es la opción que los inversores prefieren, pero la confirmación de la victoria de Clinton no me parece que fuese un hecho que en el corto plazo llevase a cambiar demasiado las cosas. Como he dicho en muchas ocasiones no veo demasiado recorrido por encima de los máximos históricos que ya hemos tocado este año en Wall Street. En cualquier caso las elecciones se van a producir más de un mes antes de que termine el final del ejercicio. Puede que haya rally de Navidad, pero no creo que esté originado por ese resultado electoral.
 
¿Qué le está pareciendo la temporada de resultados del tercer trimestre en EEUU?
 
Está quedando mejor de lo esperado, no cabe duda. Hasta el momento creo que han presentado cerca de 70 empresas del S&P 500 resultados y tenemos que más o menos un 80% presentan por encima de lo esperado. De momento la temporada va bien, no hemos tenido grandes sorpresas. Sobre todo los resultados de los bancos han sido todos positivos. Esa es una muy buena noticia. Queda por conocer grandes empresas. Hoy mismo tenemos a Microsoft, los de Apple son un foco de atención muy importante, empresas del sector industrial también. De momento la cosa va mejor de lo esperado y precisamente eso también nos ha alejado de los soportes en Estados Unidos. Al principio de la semana el S&P 500 se acercaba peligrosamente a su soporte en la zona de los 2.120. Ahora ya nos hemos normalizado Y estamos yendo a zona de mucho mayor confort entre otras cosas porque los resultados empresariales están ayudando.
 
¿Cree que eso puede hacer que los índices se vayan a máximos de nuevo?
 
Creo que sí. Los máximos no están tan lejos. El asunto es que en Europa y en Wall Street en las últimas semanas nos hemos movido en un rango muy estrecho. En Europa de apenas un 5% y en Wall Street más bien del 3%. Estamos cerca de un soporte y una resistencia. Como digo, el lunes nos acercábamos al soporte en Wall Street y ahora nos acercamos más a la resistencia. En Europa estamos prácticamente al lado de resistencias.
 
En España estamos de lleno en la temporada de resultados. Hoy ha sido en turno de Bankinter. ¿Qué le han parecido sus cuentas? ¿Cree que es una buena opción de inversión?
 
Las cuentas han sido muy positivas y así lo está reflejando el valor, que está subiendo. Tenemos un beneficio por encima de lo esperado de 400 millones en los nueve primeros meses, tenemos que el margen sube, tenemos que la rentabilidad del banco sube. Se confirma que Bankinter es el banco seguramente más rentable de España y que menos riesgo tiene. El problema es que cotiza caro. Está a unos niveles que parece que por fundamentales no le queda ya mucho recorrido Con eso tengo muchas dudas de si lo incorporaría a cartera a estos precios. Pese a que está caro sigue siendo el que mejor se comporta en bolsa. Con estas dudas me parece que hay valores sobre los que yo tengo más certidumbre que sobre Bankinter.
 
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